¿Qué deberíamos cambiar para sobrevivir a los embates de la contrarrevolución bolivariana?

"El talento sin probidad es un azote". Simón Bolívar

"La ignorancia es atrevida y la desidia imperdonable". Anónimo

Sorprendidos, saliendo de un golpe de Estado, en medio de las locuras crecientes de una oposición apátrida y esquizofrénica, una hiperinflación inducida, un salvaje bloqueo económico y financiero creciente, bombardeo mediático internacional y nacional aderezado por infinitas fakenews que alimentan la postverdad; y graves amenazas cotidianas a la patria desde la Casa Blanca; e insólitamente, desde nuestra propia Asamblea Nacional en desacato, nos topamos con la solicitud del Presidente Maduro durante el pasado Día del Trabajador, convocando al pueblo a una "jornada de dialogo para el cambio" a realizarse esta pasada semana; requiriendo que el pueblo le diga al gobierno "qué hay que cambiar" para poder rectificar o mejorar.

Pareciese claro que el Presidente Maduro asume con humildad la enorme deuda social y económica que aun el gobierno tiene con los más pobres del país, entendiendo que a pesar de los enormes esfuerzos cotidianos manifestados por la Revolución Bolivariana de Venezuela (RBV) y por él mismo, para resolver los graves problemas que aquejan a la patria, los resultados deseables y posibles siguen siendo menguados por factores externos e internos que obstaculizan y conspiran contra el logro de soluciones efectivas de los problemas fundamentales.

A esos fines nos permitimos enunciar brevemente (sin orden preconcebido de importancia) algunos de los problemas que consideramos esenciales de atacar con toda la fuerza de un gobierno que asumimos revolucionario (transformador de todo lo que haya que transformar); comprometido con las necesidades y demandas de su pueblo que se quiere libre, autónomo, antiimperialista, soberano, Chavista y dueño de su propio destino. Si queremos realmente cambiar el indeseable escenario en el cual nos encontramos hoy día, deberíamos escuchar el clamor del pueblo y atender con urgencia y profundidad -no de manera mediática, cosmética o coyuntural- los problemas y trabas percibidas que conspiran contra una sana gestión del gobierno.

Entre muchos otros, nos atrevemos a enunciar los siguientes:

1. La Burocratización desmedida y creciente del Estado que hace inviable todo deseo de logro de una gestión pública de calidad, caracterizada por alta productividad y eficiencia, siendo hoy día casi imposible saber cuántas Vice-Presidencias, Ministerios y Vice-Ministerios tenemos y a dónde están adscritas las infinitas instituciones, direcciones, unidades administrativas y entidades gubernamentales que nacen y crecen (y cambian de nombre) como pasto en la sabana sin orden ni concierto alguno. En un proceso, claramente contrarrevolucionario, contradictorio e inexplicable de la sinrazón hemos hecho crecer el aparato parasitario estructural del Estado y del gobierno –a espaldas de un pueblo potencialmente productivo- en lugar de promover la desaparición del Estado Burgués y el crecimiento alterno del poder productivo de la "Comuna o Nada del Presidente Chávez", caracterizado por un poder socio productivo, descentralizado, autónomo, sustentable y empoderado como soportes verdaderos (no burocráticos) de nuestra revolución Bolivariana (RBV). Requerimos con urgencia la verdadera transformación y reestructuración del Estado Burgués formal que hoy tenemos; que nos conduzca a su extinción definitiva y al nacimiento simultaneo de alternativas productivas sustentables que fortalezcan y consoliden el mundo del trabajo creador con la equidad y justicia social humanista que todos esperamos.

2. La corrupción manifiesta, como entidad metastásica presente en todas las estructuras del aparato estadal, producto heredado de la genética y el metabolismo propio del capitalismo periférico de la IV República y de su concepción económica asociada -monoproductora, importadora, rentista y dependiente- es agravada hoy, significativamente, por la modelación negativa clientelar y la descomposición moral y administrativa de significativos segmentos de nuestras elites dirigentes y burocráticas (algunos autocalificados de "rojos rojitos:" y de boina y camisón rojo) y por la ausencia manifiesta (a veces deliberada) de mecanismos de planificación, seguimiento y control transparente de la gestión pública en todas las instancias y niveles.

3. La Corrupción devenida de la complicidad y solidaridad automática entre camaradas, militantes, familiares y "amigos" del sector privado se ha insertado y manipulado al poder coyuntural burocrático con intereses personales y de grupo ajenos a los del buen gobierno. En complicidad (activa y/o pasiva) con fuerzas gobierneras y contrarrevolucionarias que conspiran, abierta o solapadamente, contra el Estado, el gobierno y sus instituciones. Creando espacios obscuros de gestión tenebrosa (públicos y privados) donde la ética se ha perdido aceleradamente; y la malversación, corrupción y el robo descarado al Estado y al propio pueblo, han aflorado sin pausa ni freno alguno. A estos fines, se hace indispensable garantizar la presencia activa y militante del pueblo llano en la Contraloría Social Permanente, conjuntamente con los entes fiscalizadores del Estado, al interior de la administración pública, como estrategia urgente de depuración burocrática, asumiendo la necesidad perentoria de garantizar la supervivencia de nuestra revolución (RBV).

4. La Partidización sectaria e innecesaria de muchas áreas de acción Comunal, Local, Estadal o Gubernamental, sin respeto alguno a la participación y satisfacción masiva de las necesidades primarias de todos los ciudadanos de a pie. Haciendo imposible la cohesión social --integradora de la diversidad y totalidad del pueblo (incluyendo a los no Chavistas)-- debido a la exclusión manifiesta de sectores críticos o no adeptos al gobierno. La integración social solo es posible trabajando por y con la construcción colectiva de una visión de país socialista de largo aliento, compartida por todos, luchando juntos codo a codo, por un mundo mejor al existente, donde sea posible vivir en dignidad con equidad y justicia social.

5. La ausencia de transparencia en la generación, validación y manejo actual de información estratégica de gobierno conduce inexorablemente a una evidente improvisación e ineficiencia de la gestión pública (planeamiento, organización, administración, seguimiento y control, etc.) producto de la carencia de fuentes de información valida, confiable y oportuna. A nivel de ejemplo elemental, evidenciamos la ausencia injustificada, de data estadística histórica estratégica para definir y construir tanto objetivos como indicadores de gestión creíbles del dominio público en las diversas instancias de gobierno y de decisión política, careciendo las instituciones, universidades, centros de estudio e investigación especializados de los insumos y recursos adecuados para contribuir a investigar, controlar, evaluar y optimizar la gestión gubernamental en sus diversas instancias. Estas bases empíricas actualizadas son indispensable en todos los sectores y niveles de gobierno; haciéndose extremadamente crítica su ausencia actual, en los sectores macro y micro económicos, de la producción y el consumo, industrial y agropecuario; así como en el sector social (Educacion, Salud (Epidemiológicos), etc.) entre muchos otros sectores y subsectores. Tal información es requerida desagregada desde los niveles locales micro (comunal y parroquial) hasta los niveles agregados macro (estadal, regional y nacional). Pretender gerenciar (planificar, dirigir, administrar, controlar y evaluar) a ciegas en las áreas estratégicas del Estado y del Gobierno es una "solución ingenua" y por demás irresponsable, que solo nos conduce, por reducción al absurdo, a gestiones públicas, inexorablemente erráticas, fallidas o ineficientes.

6. El discurso repetitivo y poco pedagógico que responsabiliza de todos nuestros males y problemas a fuerzas y entidades exclusivamente externas --aquellas que no controlamos o sobre las cuales no podemos actuar o tenemos muy poca fuerza—obviando considerar, estudiar y enfrentar nuestras graves falencias, errores y debilidades en los análisis gubernamentales. A nivel de ejemplo cotidiano, hemos querido hacer ver como único responsable de nuestra grave situación económica hiperinflacionaria actual al Imperialismo (encarnado en Estados Unidos), Dólar Today, FMI, Banco Mundial, Colombia, OEA, Grupo de Lima, Obama y en los últimos dos años a Trump y la Comunidad Europea. Olvidando nuestro errático y ligero manejo de las finanzas públicas y de la cuantiosa renta petrolera, que nos permitió seguir importando, viajando y consumiendo, sin medida ni concierto, en momentos estelares de vacas gordas (reeditando los tiempos adecos de la Venezuela Saudita con CAP); mientras tanto no prestamos mayor atención a nuestra producción agroalimentaria, industrial y endógena, al declive sostenido de nuestro sector industrial básico y de manufactura intermedia. Agravado por el abandono en nuestra formación científica, profesional y técnica en áreas fundamentales de la producción y de los servicios. Todo ello causa y consecuencia del manejo ingenuo, inefectivo e ineficiente del legado histórico de un viejo Estado elefantiásico burgués, permeado por la corrupción, el burocratismo, el nepotismo y el partidismo.

7. El uso marginal de la Ciencia, Tecnología e Innovación, y el reconocimiento del talento humano, como instrumentos fundamentales para hacer factible y viable a la revolución (RBV). Sin la promoción, reconocimiento y uso masivo del talento, el estudio, la investigación e incentivación permanente hacia conductas creadoras (individuales y colectivas) que premien y valoren el trabajo productivo (como esencia de la revolución), por encima del trabajo burocrático. Sin la creación científica y tecnológica, la investigación, la educación y la innovación permanente en cualquier instancia de la producción se hace imposible lograr estadios más elevados de desarrollo, independencia y de soberanía. La precariedad laboral, abandono, desatención, y marginalización de nuestra academia y talento universitario en la toma de decisiones nacionales y locales, conspira contra la Universidad liberadora y contra el futuro posible del país que queremos y podríamos construir libre y soberano. El nivel de desarrollo y bienestar de un país se mide por la calidad de sus Universidades, su producción científica y tecnológica, el bienestar de sus profesores, y la inserción creadora real de estos en los procesos productivos, aparatos burocráticos, instituciones de gobierno; y no por las simples cuantificaciones numéricas o matriculares de ellas. Cantidad educativa sin calidad académica de excelencia (en la docencia, investigación, extensión y producción y en la acción social transformadora cotidiana de la nación) es pura ficción de bienestar coyuntural, que nos genera, casi sin darnos cuenta, un autoengaño y autocomplacencia que va hipotecando nuestro futuro posible de manera inclemente con intereses crecientes impagables.

8. La incompetencia, ineficiencia y desidia organizacional se manifiesta en la gran mayoría de nuestras empresas de producción e instituciones públicas de servicios haciendo gala de mucha politiquería y ausencia de planes, programas, seguimiento y control y evaluación permanente de la gestión productiva, transversalizadas por manifestaciones cotidianas de desorganización, indisciplina, ausentismo, burocracia, nepotismo y amiguismo cómplice que hacen imposible todo esfuerzo por cumplir objetivos y metas trascendentales del "Plan de la Patria". En otras palabras, si nuestra gerencia pública no es capaz de responder a las demandas locales cotidianas más elementales de sus ciudadanos de a pie (seguridad, transporte, comunicaciones, energía: combustibles, luz, agua, gas, etc.), ¿cómo esperar que esta gerencia logre objetivos y metas en niveles e instancias mucho más complejas y demandantes en la producción y los servicios del Estado? La creación de exigentes Planes de Carrera para el Sector Publico soportados por Concursos Públicos de Méritos para el ingreso y de mecanismos de formación y evaluación continua para la permanencia en el sistema es indispensable para generar una cultura del trabajo productivo, fundamentado en la excelencia del ejercicio laboral y la prestación de servicios de calidad para toda la población. Demandamos y nos merecemos una burocracia altamente calificada, efectiva, eficiente y productiva; y no parasitaria y clientelar al servicio de obscuros intereses.

9. La concepción superficial e inmediatista errónea que pretende convertir a la hiperinflación en un simple problema económico unidimensional (devenido de una visión monetarista) que debe ser resuelto por economistas y amigos leales de total confianza; no como el más grave problema sociopolítico (complejo y multidimensional), que pueda sufrir una nación. Olvidando que la hiperinflación es un ente destructor de toda institucionalidad, tejido social, agente genocida que ataca a toda la sociedad (sin distingo de partido, clase social, religión, etnia, etc.,) especialmente a los más pobres, sembrando en su conjunto: desesperanza, incertidumbre, alienación, anarquía, darwinismo social, ingobernabilidad; y descomposición moral y ética (individual y colectiva) creciente. Querer acabar o luchar contra la hiperinflación a través de la producción de dinero inorgánico, empleo improductivo, aumentos de sueldos y salarios, bonos de subsidio o compensación y la importación de alimentos para programas sociales (CLAP) sigue siendo una muy buena intención de emergencia, cargada de mucha ingenuidad, que nos sigue llevando lentamente al infierno (Pérez Alfonso, 1976) y se convierten en un despropósito de largo plazo. En este sentido, existen valiosas propuestas a considerar, incluyendo las criptomonedas, sobre el posible uso de un "Bolívar-Oro" (menos volátil) para deslastrarnos del "Bolívar-Dólar Petrolero" y movernos hacia una órbita financiera más autónoma, soberana e independiente que la actual hegemónica mundial. Acelerar procesos de integración comercial y monetaria con China, Rusia, India, Turquía y los Bricks se hace indispensable.

10. Improvisación creciente y errática en decisiones de Estado y de Gobierno que no se consultan ni discuten exhaustivamente con los especialistas de áreas estratégicas complejas ni con los equipos técnicos políticos que soportan al gobierno; ni mucho menos con técnicos expertos ajenos al mismo. Y muchísimo menos con el propio pueblo de a pie, para garantizar la incorporación de todos en los procesos de generación de políticas públicas como manda la democracia participativa y protagónica que promovemos. La voz del pueblo debe ser escuchada siempre en los ápices de gobierno y no solo ser invocada en los momentos electorales o de profunda crisis, cuando se necesita de su apoyo incondicional para sobrevivir a la guerra. La forma en que han sido designados (a dedo) muchos dirigentes del partido y del Gobierno es la mejor demostración de la negación de la democracia interna participativa y protagónica. Todo el pueblo se pregunta: ¿Por qué abusamos en la designación de funcionarios, sin formación ni experiencia mínima para el desempeño de funciones complejas de alta responsabilidad, o hacemos enroques, imperdonables e injustificables con los mismos personajes, vociferando a lo Gatopardiano cambios profundos aparentes para que al final todo siga igual o peor; cuando han dado evidencia manifiesta de su ineptitud o ausencia de probidad para asumir altas responsabilidades de gobierno? Contrariamente, tenemos muchísimos patriotas con talento y experiencias comprobadas, jugando banco a destiempo, que podrían asumir tales cargos con mayores y mejores posibilidades de éxito... Echemos una mirada a los países más desarrollados y prósperos del planeta y analicemos el rol social y productivo que juegan en su dirección los estratos poblacionales más viejos!.. ¿Qué nos hace creer que la simple juventud, bienvenida de las nuevas generaciones, es parámetro referencial fundamental o suficiente que pueda sustituir el conocimiento, experiencia y talento acumulado de las viejas generaciones?... ¿Qué nos hace ver los arboles aislados y nos impide ver al bosque?

11. La necesidad de generar una Producción creciente y diversificada, especialmente, agroindustrial debe ser objetivo y acción estratégica fundamental para atacar el nudo gordiano de la soberanía alimentaria y de la hiperinflación. Lo que necesitamos es promover, incentivar, desarrollar, tecnificar y financiar, con todas nuestras capacidades y potencialidades, la producción masiva de bienes y servicios, especialmente aquellos rubros de primera necesidad, que garanticen la soberanía alimentaria que el país y el Estado revolucionario (en construcción) demandan. En ese sentido la formación y conservación del talento humano especializado y el desarrollo paralelo de la Ciencia y la Tecnología asociada se convierten en formula indispensable, para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las cadenas productivas agroindustriales, industrias transformadoras intermedias y mineras y la creación de infraestructuras necesarias para cualquier plan o programa de desarrollo industrial futuro que aborde la creación o consolidación de complejos industriales en los sectores secundarios y terciarios.

12. Reestructuración y relanzamiento de Empresas Estratégicas del Estado a partir de diagnósticos y evaluaciones integrales (técnico-económicas) exhaustivas, reales, que garanticen su viabilidad política y sustentabilidad económica definitivas, encadenamiento productivo, autonomía de gestión, productividad y la calidad en la producción de sus bienes o servicios. Un Estado que se manifiesta en construcción revolucionaria no puede, ni debe seguir subsidiando un supuesto emporio industrial "estratégico", hoy inexistente, a costa del bienestar y calidad de vida de sus trabajadores más humildes y de la hipoteca del futuro de los ciudadanos que aún están por nacer. Nuestras "Empresas Básicas" de Guayana (SIDOR, VENALUM, ALCASA, BAUXILUM, FERROMINERA, etc.) están hoy en total paro productivo con miles de millones ($) en pérdidas financieras acumuladas y de sus patrimonios. En consecuencia demandan decisiones radicales para con visión de Estado asumir con autoridad y responsabilidad histórica su rescate, conservación, reconversión, y aun asumir su desaparición definitiva, de ser indispensable, para garantizar el futuro productivo y deseable para el país y la Región.

13. Se hace indispensable reestructurar y redimensionar en sus verdaderos alcances (Proyectos, Objetivos y metas) a nuestra industria petrolera y minera como máxima prioridad de Estado considerando el valor intrínseco de sus trabajadores y reevaluando de manera realista nuestras verdaderas capacidades técnico-económicas y financieras para su relanzamiento estratégico asociado al logro de una mayor productividad, eficacia y eficiencia, de la gestión. Garantizando, prioritariamente la recuperación de la producción petrolera y gasífera a corto plazo; y su desarrollo y expansión en mediano y largo plazo con una producción diversificada aguas debajo de industrias asociadas diversas en las áreas de la química orgánica, petroquímica, agro fertilizantes, insumos industriales, plásticos y ciencia de los materiales, lubricantes, nuevos combustibles, etc. A estos fines se requiere desburocratizar y tecnificar profundamente la anómala estructura organizativa actual a la cual hemos llegado, potenciando y reteniendo el talento humano especializado, formando nuevos cuadros de manera acelerada y permanente, y atrayendo capitales de inversión y tecnologías de punta a través de asociaciones estratégicas con países y empresas potenciales (China, Rusia, India, Irán, Turquía; y de algunos países europeos, africanos y del sudeste asiático, etc.) que hoy día manifiestan interés económico o apoyo sostenido a la gestión venezolana a pesar de la campaña de desestabilización y estigmatización mundial llevada a cabo por el imperio hegemón del norte. En el sector minero, muy especialmente en el llamado "Arco Minero", debemos garantizar la existencia y cumplimiento cabal de los estudios técnico-económicos y de impacto ambiental; indispensables con la generación de políticas públicas y legislación para la conservación, uso, explotación, y del tratamiento adecuado que garantice la protección, preservación ecológica y ambiental de esa área estratégica de la Región Guayana para las generaciones futuras.

14. Después de incumplir sistemáticamente con todos los planes de ampliación y adecuación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para atender a la demanda nacional, y muy especialmente para satisfacer los déficits históricos de la Región Occidental, manifestados por EDELCA hace casi veinte años, tenemos que tomar medidas radicales ante la desinversión acumulada, abandono inexplicable de proyectos energéticos estratégicos (hidráulicos y termoeléctricos) y la ineficaz e incompetente gerencia que ha pretendido dirigir ese complejo sector, sin talento ni experticia, desde hace más de tres lustros; desconociendo la experiencia acumulada de sus propios trabajadores en incontables años de gestión. Todo ello agravado, por evidencias incontrastables de corrupción manifiesta en "circunstancias de emergencia"; y en tiempos más recientes, por el vil terrorismo y saboteo antipatria de los sectores esquizofrénicos de la oposición. La centralización absurda de todos los procesos de generación, trasmisión y distribución de energía nacional en una megaestructura (CORPOELEC) única, al servicio de la burocratización, partidización y militarización creciente han hecho un daño irreparable al país. No solo hemos perdido la estabilidad, la confiabilidad y la seguridad de todo el SEN, sino que hemos perdido, y seguimos perdiendo sin retorno, un talento humano calificado indispensable, sembrado y cultivado desde hace más de medio siglo, hoy día con tendencia creciente al abandono y renuncia a la empresa. Creemos indispensable, además del programa obvio de inversión urgente requerido por todo el SEN, repensar en una reingeniería organizativa inversa; que centralice, en una sola entidad orgánica, la generación y transmisión eléctrica (tanto hidráulica como térmica) y contrariamente, descentralice los servicios de distribución eléctrica en manos de entidades regionales, municipales, locales y comunales (públicas y mixtas) más pequeñas, menos complejas y mucho más accesibles a la operación cotidiana y a la gente, preferiblemente, gerenciadas o manejadas cooperativamente por los mismos usuarios, que valoren el servicio público y paguen tarifas estratificadas regionales racionales que permitan cubrir los costos operativos, de conservación y de mantenimiento y permitan la sostenibilidad de un servicio fundamental con calidad, que no puede mantenerse a costo cero o totalmente subsidiado de manera irresponsable por un Estado omnipotente y omnipresente.

15. Garantizar la calificación y cuantificación profesional y ética demostrable, de los cuadros políticos revolucionarios de la dirección y gerencia pública a través de concursos abiertos transparentes a la participación y juicio colectivo, que garanticen el acceso a los cargos estratégicos y funciones especializadas al mejor talento humano que posee el país. Basta ya de tanta improvisación, amiguismo, sectarismo, partidismo y nepotismo en la designación de altos cargos de la burocracia Estadal. Nuestra Revolución (RBV) demanda con urgencia que sus mejores hombres y mujeres tengan acceso a la dirección de las máximas instancias de gobierno. En la Región Guayana hemos visto el desplazamiento creciente de valiosos cuadros profesionales y técnicos de la ingeniería y otras áreas profesionales con talento, experiencia y compromiso político demostrable para ser sustituidos por personal no calificado, incompetente, incondicionales de algún poder circunstancial, regional o nacional; con daño económico y ético manifiesto al gobierno revolucionario e incalculables pérdidas al erario público, al partido de gobierno (PSUV) y a muchos de los sindicatos aun consecuentes con sus trabajadores, a pesar de la corrupción creciente en la gran mayoría de ellos. Esos ´líderes de la nada´ han hundido a nuestras empresas básicas (SIDOR, VENALUM, ALCASA, FERROMINERA, BAUXILUM, etc.) con supernumerarios, reposeros, nóminas fantasmas, sindicaleros y pistoleros, hoy convertidos algunos en diputados, "jefes del partido" y prósperos gerentes y empresarios propietarios de negocios y fincas en la región.

16. De la misma manera que la civilidad y la más alta competencia profesional no son credenciales de mérito suficientes para ocupar cargos de alta responsabilidad en la estructura jerárquica de cualquiera de los componentes de nuestras FANB, el ser Oficial Superior de alto rango y antigüedad tampoco puede ser credencial de mérito, necesaria o suficiente, para ocupar altos cargos estratégicos en la producción o el servicio público del Estado, con la excepción que establecen ciertos cargos asociados a la defensa, seguridad e industria bélica, o algunos otros casos excepcionales, que sean requeridos con urgencia bajo el cumplimiento previo de los exigentes perfiles profesionales y ocupacionales demandados por dichos cargos. Los fracasos estrepitosos e imperdonables de la gestión pública castrense en nuestra Región Guayana durante los últimos lustros son numerosos: Gobernación, CVG, EDELCA, CORPOELEC, Empresas Básicas del Hierro, del Acero y del Aluminio, etc. Ciudad Guayana (Puerto Ordaz-San Félix) ubicada geoestratégicamente entre dos ríos de los más significativos del planeta (extensión, caudal y potencial) y su emporio hidroenergetico derivado del rio Caroní sufre, entre muchas otras falencias inexplicadas, de abandono de la ciudad, de sed crónica creciente y de un pésimo servicio de energía eléctrica, muy anteriores a todos los eventos de sabotaje y terrorismo que hemos vivido por la derecha apátrida en los últimos tiempos. ¿Cómo le garantizamos a nuestro pueblo Bolivarense y Bolivariano la recuperación de nuestras "Empresas Básicas"? ¿Cómo evitamos que tal nefasta experiencia de gestión pública se repita en el desarrollo próximo del "Proyecto del Arco Minero de Guayana"?... ¿Qué estamos haciendo para evitarlo?

17. Ante la fuga indiscriminada de talento humano especializado y la inmensa inversión que hace el Estado en la educación universitaria y la carencia creciente de personal calificado para cargos y puestos, especialmente en el sector público de la salud especializada, la ingeniería, la academia y otras áreas estratégicas, proponemos generar una legislación orgánica que establezca un servicio profesional obligatorio al Estado por parte de todos los egresados de las universidades publicas venezolanas por un tiempo equivalente al de su formación universitaria (pre y postgrado) para garantizar un uso más efectivo y eficiente de los recursos de la nación y la prestación de servicios estratégicos públicos de calidad (Salud, Educación, Producción Agroindustrial, Empresas Estratégicas, etc.).

18. El pueblo venezolano no soporta más que sus cárceles estén llenas de delincuentes de "poca monta", usualmente de los estratos más débiles y pobres de la sociedad; mientras connotados golpistas, guarimberos, traidores, estafadores, narcotraficantes de alto vuelo, ladrones del patrimonio público, lavadores millonarios de dinero sucio, y delincuentes huidos de las empresas y entidades del Estado permanecen libres por las calles, en restoranes de alto perfil del Este de Caracas, o disfrutando de lo despojado, al pobre ciudadano de a pie, en Bogotá, Madrid, Punta Cana, México o en el destino paradisiaco más demandado por los desfalcadores del Estado: en Miami. La Revolución Bolivariana (RBV) no resiste más los niveles de corrupción, incompetencia, desidia y negligencia manifiesta que hoy observamos en la administración de la justicia, en todos sus niveles y modalidades, donde parece reinar el paradigma fisiócrata de los franceses del siglo XVIII de "Dejar hacer, dejar pasar" ("laissez faire, laissez passer") que resumía su doctrina filosófica de que las sociedades estaban regidas por un orden natural y el Estado no debía intervenir en ellas. Es clamor popular en todas las instancias comunales, organizacionales, institucionales y geográficas del país nacional que se Garantice el imperio severo de la ley y la justicia y no el de la lenidad e impunidad manifiesta que hoy parece reinar en toda Venezuela. A estos fines requerimos evaluar y reestructurar todo el sistema de justicia para garantizar mayores y mejores niveles de eficacia, eficiencia y productividad en la guerra contra el delito, formando a sólidos equipos humanos de probidad indiscutible en sistemas de prevención, represión y de procesamiento y castigo del delito; soportados por infraestructuras, procedimientos, protocolos y sistemas operativos adecuados que garanticen los requerimientos modernos de un sistema policial y judicial autónomo e independiente para la investigación transparente exhaustiva, la prosecución del delito, el debido proceso, la condena de los delincuentes y su resguardo en condiciones productivas dignas, típicas de una revolución humanista. A estos fines debemos garantizar el cumplimiento exhaustivo de los concursos de oposición y mérito para el ingreso a los planes de carrera del Poder Judicial, Policía Nacional, Ministerio Publico y GNB, bajo mecanismos de observación, seguimiento, control y evaluación institucional y social permanente de la gestión para garantizar la probidad de los mismos. En este sentido el Ministerio Publico debe ser provisto, de manera inmediata, de todos los recursos modernos necesarios para garantizar que su loable gestión de los últimos meses no se quede en el camino y logre responder a las ingentes demandas de los ciudadanos más sencillos contra la corrupción, sobre todo para aquellos que sobreviven con salario mínimo y bonos gubernamentales, toman el transporte público, usan el metro, caminan hacia y desde sus barriadas a diario y están a punto de perder la esperanza de que su sueño de redención y cambio profundo hacia un mundo mejor sea aún posible.

19. Debemos mantenernos dentro de una estrategia de paz y dialogo permanente, aunque siempre preparados para la guerra, con adhesión y defensa de la carta de la ONU y las leyes internacionales que garantizan la soberanía de los Estados y el respeto profundo a los Derechos Humanos. En ese sentido, nuestro Canciller Arreaza manifiesta un desempeño excelente, a pesar de todas las sanciones, agresiones, retos, intimidaciones, penalizaciones, injerencias y perversiones del imperialismo anglosajón norteamericano y europeo (WASP) que siguen tratando de neocolonizar nuestras riquezas, y a nuestro pueblo, en pleno siglo XXI, con la colaboración de países y gobiernos satélites que le son incondicionales. La guerra nunca ha dado dividendos positivos para nadie, solo desolación y muerte para los más débiles; en consecuencia la negociación y el dialogo son los únicos caminos, que aunque parezcan lentos, tortuosos, y a veces imposibles, son los únicos válidos para construir futuros deseables. Basta recordar a Mahatma Gandhi en su lucha contra el imperio Británico, el más poderoso del mundo en su época, por la independencia de la India y el heroico proceso que liderizó Nelson Mandela por la liberación de Sudáfrica del oprobioso régimen racista del apartheid.

Siento que es imposible ser exhaustivo en tampoco espacio pero esperaremos otra oportunidad para ampliar y dar mayor claridad a algunos de nuestros puntos.

"Leales siempre y traidores nunca"

*Profesor Titular (J) UNEG

 

carloshpazminof@yahoo.com



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