Basta ya de diálogos entre dos cúpulas corruptas, autoritarias, intransigentes, insensibles y entreguistas, a las cuales solamente les interesa defender sus mezquinos intereses: una autodenominada "gobierno" y otra "dizque oposición". Ahora se les ocurre realizar el dialogo en Noruega, (bien lejos de Venezuela), para que el Soberano Pueblo Venezolano no pueda participar en ninguna conversación y mucho menos pueda tener la oportunidad de decidir sobre su destino. En Venezuela hablar de diálogo entre ese par de cúpulas tiene una larga historia, que sin ir muy lejos se remonta al año 2002 entre un "gobierno golpeado y una dizque oposición golpista". Ha habido desde entonces muchos presuntos diálogos entre esos dos grupos, sin ningún resultado positivo para el pueblo venezolano, pues para lo único que han servido ha sido para distraer la atención de un pueblo angustiado que espera ansioso la solución a sus problemas originados por el hambre, la pobreza, las enfermedades y el desamparo, a pesar de contar con enormes riquezas que la naturaleza le ha proporcionado. Dicho fracaso se debe sin duda alguna, a la falta de participación del pueblo en dichos diálogos, puesto que las dos cúpulas mencionadas se desviven por someterse a los intereses del capital extranjero de las grandes empresas transnacionales de EUA, China, Rusia, etc., en busca de una presunta protección extranjera para permanecer en el poder.
¡Definitivamente ese tipo de diálogo no es conveniente para el Bravo Pueblo de Venezuela!
El nuevo diálogo debe ser entre todo el pueblo venezolano en la forma de un Referendo Consultivo, que nos permita definir y elegir urgentemente un nuevo tipo de Gobierno Responsable y Colectivo, llámese Junta de Gobierno, Gabinete Ejecutivo, Grupo Presidencial, etc., constituido por cuatro o cinco miembros, que respete rigurosamente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que sea elegido nominalmente, pero que además esté controlado o supervisado por un Poder Popular unido, organizado y consciente, que haga valer la Contraloría Social, la Auditoría Pública con participación Ciudadana, de todas las instituciones del Estado. Un Poder Popular que tenga el control de todos los medios públicos de comunicación e información que pertenecen al pueblo y nó al gobierno de turno. Que defienda la soberanía nacional frente a la agresiva ofensiva de Estados Unidos y las presiones de China, Rusia, de los capitalistas (banqueros, comerciantes, importadores, etc.). Es ahora o nunca que debemos organizarnos para actuar frente a la arbitrariedad de las instituciones públicas controladas por el Poder Ejecutivo.
Para lograr estos objetivos se requiere además la unión y la solidaridad de todos los venezolanos que vivimos honestamente de nuestro trabajo.
Como es obvio, la conformación de tal tipo de gobierno implicaría una Reforma de la CRBV, pero recordemos, que el Pueblo Soberano es Supra constitucional, y por consiguiente puede, cuando a bien tenga, convocar la realización de un Referendo Consultivo para tal fin. El pueblo venezolano ha adquirido una gran madurez política y previamente, con un adecuado debate de altura, muy seguramente estaría dispuesto a defender este nuevo modelo de Gobierno Responsable y Colectivo. Dicho gobierno debe contar con el control, pero también, con el respaldo del Poder Popular unido, organizado y consciente, para poder enfrentar los enormes poderes económicos internacionales, que pretenden someter a todos los gobiernos débiles del mundo.
El país debe ser administrado por un Gobierno Responsable y Colectivo, muy competente y muy bien estructurado, organizado y coordinado. Integrado por personas de reconocida calidad ética, intelectual técnica y moral, donde los criterios científicos y tecnológicos estén por encima de dogmas y doctrinas religiosas o militares, donde la responsabilidad de cada miembro sea asumida en tiempo presente y no solamente ante la historia. Donde exista una total coordinación entre los ministerios, los estados, las alcaldías, las empresas públicas y todas las dependencias del Estado. Un Estado, sin caudillos o líderes individuales con proyectos diferentes al interés nacional. Un Estado sin tutelajes de potencias extranjeras como EEUU, China, Rusia, etc., y donde se cumpla rigurosamente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Somos nosotros, los venezolanos, quienes debemos exigir que se resuelvan nuestros problemas generales y de ninguna manera dirigentes políticos extranjeros.
No olvidemos que para lograr la transformación del país debemos contar con la opinión del soberano y esto lo podremos conseguir solamente si nos apoderamos de los Medios Públicos de comunicación e información que pertenecen al pueblo y no al gobierno de turno ni a la oligarquía.
El pueblo unido, organizado y consciente debe asumir en forma activa, el control de las redes sociales como YouTube, Facebook, Twitter, WhatsApp, etc., junto con la prensa tradicional escrita y televisada, si es que pretende algún día disponer de un gobierno justo que defienda sus intereses y no un gobierno intransigente que no tolera la crítica y una oposición entreguista que solicita abiertamente la intervención extranjera.
Los trabajadores de los distintos sectores laborales y corrientes político-sindicales, de las universidades, de la educación en general, de la salud, los metalúrgicos, los petroleros, los periodistas, etc., deben reagruparse en una nueva articulación sindical y laboral, para luchar y defender los intereses de todo el pueblo que vive honestamente de su trabajo pero con total independencia del gobierno de Maduro, así como también del golpismo intervencionista de Guaidó.En ese contexto, debemos conformar la más amplia unidad de la clase trabajadora en defensa de nuestros intereses y derechos.
¡No hay otra vía pacífica y constitucional para superar esta crisis profunda y estructural que estamos viviendo en Venezuela!
¡No hay tiempo que perder!
¡Mañana puede ser tarde!
