A pesar de la parafernalia de la Unión Europea, los EEUU, el Grupo de Lima y los apátridas de la derecha, particularmente los que ahora viven empollado en la Asamblea Nacional en desacato (quienes buscaron evitar que así fuese), Nicolás fue juramentado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Esos bicha-rengos quisieron envainar, enturbiar, encharcar o, "cagar", el significativo evento que -como todos saben- reviste un demandado protocolo y una especialísima atención. Fue una juramentación que se hizo acompañar de ciento veinticuatro Delegados Internacionales, Presidentes, Primeros Ministros, Cancilleres, Jefes de Negocios, intelectuales y personalidades del mundo académico, más la presencia de millones de venezolanos en el sitio de los acontecimiento y de la que en cada región (como acto simbólico), nos concentramos para acompañarlo.
El pretendido manejo influenciado deliberadamente por el Departamento de Estado, no logró convencer al resto del mundo, la numerosa asistencia "le pintó una paloma" o, "les sacó el dedo", como coloquialmente lo decimos por estos lados del oriente del país; fue una maniobra de la derecha y de la ultraderecha (acantonada en el Cartel de Lima que en américa latina se mimetizan con el mismo rostro) que recibió una contundente respuesta en todos los órdenes. Los cinco poderes creados en revolución y la mayoría del pueblo asumieron consciente y soberanamente sus rol ante la historia atendiendo el llamado que hiciera el TSJ.
La presencia de organismos y países que abogan por la construcción del mundo multipolar, como: los No Alineados, la Liga Árabe, la Unión Africana, China, Rusia, Turquía, Irán, representantes de la ONU, FAO, ASNUR, entre otros; son expresiones altamente responsables que comparten y respetan el concepto de autodeterminación de los pueblos, su acompañamiento hiso rebotar en forma contundente el lloriqueo que montó el Cartel de Lima por mandato del Departamento de Estado.
El nombramiento de una nuevo presidente de la AN en desacato Juan Guaidó, no tendrá ninguna trascendencia como en efecto no la tuvieron: Henry Ramos Allup, Julio Borge y Omar Barboza. Es una institución que al frente de ellos perdió todas sus facultades, no tiene apoyo popular, está desmovilizada, no tiene credibilidad y, además no tiene fuerza legal para acometer procedimientos de ningún tipo. En esas condiciones nombrar un nuevo presidente que, a su vez, se declare Presidente Interino de la República, es una verdadera mamarrachada, que tendrá consecuencias penales de grueso calibre; por lo que Guaidó puede quedar guardado en el penal que ya Iris Valera dijo que le había preparado.
La AN en desacato, en correspondencia con su línea de acción conspirativa, debió haber apelado al TSJ en el exilio para nombrar a Guaidó como su Presidente Interino de la Republica, jugada perfecta que los relacionaría con el Cartel de Lima y el Departamento de Estado y, debió haberlo hecho desde Brasil, sitio donde Bolsonaro dijo que pondría a disposición para que funcionara el gobierno interino. Única forma que Guaidó no termine Guardado.
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