La soledad electoral del gobierno

Aún con la desconfianza sembrada por los sectores opositores respecto a la fiabilidad del Consejo Nacional Electoral, me acerqué al centro de votación que desde siempre me ha correspondido. Mi sorpresa fue no encontrar cola alguna. Los funcionarios del plan República y del CNE prácticamente se regocijaron al verme. Al interrogar a uno que me mostró cierta simpatía, éste respondió que así había transcurrido la jornada, sin mucho movimiento. Por supuesto, me dije, quién más se entusiasmaría a elegir a unos candidatos del gobierno mientras todo el pueblo es víctima de la crisis económica que éste no ha podido capotear exitosamente.

Así que, concluí, como lo hizo un antiguo camarada en redes sociales, "si la tendencia general en estas elecciones de concejales (como pude apreciar en un breve recorrido por diversos centros de votación a nivel local) es la ausencia de un masivo número de electores, parece que los candidatos ganadores serán entonces la falta de transporte colectivo, la falta de servicios públicos eficientes, la falta de gas doméstico, la falta de control de precios acordados, la falta de medicinas, la falta de castigo a la corrupción y a la especulación, la falta de moralidad en las instituciones públicas, la falta de verdaderos patriotas y revolucionarios, la falta de medicinas, la falta de cajas del Clap, la falta de pernil, etc., etc., etc…". Todo lo anterior resume, en cierta medida, el estado de postración que comienza a envolver a la generalidad de las personas en Venezuela, siendo evidente que la gente de gobierno no experimenta las mismas necesidades, habituados a disfrutar de las mieles del poder y de su respectiva zona de confort.

Si algo debe agradecerle esta gente a Chávez es la lealtad del pueblo hacia un proyecto político que se desmorona sin pausa, el cual está quedando como mera referencia de algo que, pese a todo, pudo transformar al país, dotándonos de una verdadera democracia, sin las imposiciones a dedo de gobernadores y alcaldes en la designación de quienes -ahora- serán los nuevos ediles del chavismo en cada municipio. Sin embargo, las cifras dadas a conocer por el Consejo Nacional Electoral (así estén maquilladas) pudieran equipararse a aquellas producidas durante los diferentes comicios realizados antes de 1998 bajo el binomio partidista de AD y Copei. Algo que también podría recordarnos lo ocurrido al sistema representativo puntofijista cuando desgastó su legitimidad a ojos del pueblo y acontecieron el Sacudón y las rebeliones cívico-militares de 1992.

Como siempre, ya se han elaborado algunos análisis que desmenuzan el porqué hubo abstención. Algunos acertarán en sus diagnósticos, pronosticando situaciones futuras (como yo) y otros, sencillamente, de forma interesada, tratarán de minimizar los resultados obtenidos, resaltando que esta abstención es un elemento clásico en este tipo de elecciones. Desde el punto de vista del oficialismo, todo fue un triunfo de la democracia venezolana. No obstante, allí está la realidad lamentable de nuestro país, reclamándonos esfuerzos por igual, a unos y otros, para superar las condiciones socioeconómicas que nos igualan a la de otras naciones sometidas al rigor de la guerra y los desastres naturales. Ojalá que los integrantes de la clase gobernante entiendan de una vez que el chavismo no es (como lo hacen) herramienta para enriquecerse y atornillar sus ambiciones de poder. En su contra está el mismo mensaje de Chávez, acusándolos cada día de corruptos y contrarrevolucionarios. Aún están a tiempo de rectificar y hacer posibles los cambios prometidos. En beneficio del pueblo.

 

taniamichel1977@gmail.com



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