El triste papel de la intelectualidad madurista

Es triste ver como se derrumba un nuevo sueño; un proyecto liberador, emancipador de los pueblos. Como una revolución que se perfilaba de nuevo tipo, fresca, con colores del trópico, alimentada con nuestra historia, no recreada desde el euro centrismo; una vez desaparecido físicamente su líder fundamental, esa revolución dejo de pensar, dejo de estudiar, dejo de crear, dejo de arriesgarse a cambiar; dejo de ser revolución.

Dejo de ser revolución del siglo XXI para en poco tiempo caer en el mismo opaco redil en que cayó la revolución de los poderosos soviets, la revolución del gran Lenín y de Trotsky; en poco tiempo se calcó al viejo y agotado socialismo real del este europeo, al fracasado socialismo del siglo XX, claro que como toda copia, con desperfectos, sin tener a su favor como tuvo la antigua URSS, un poderoso desarrollo de sus fuerzas productivas y una indiscutible y heroica victoria contra el fascismo internacional.

En poco tiempo se repitió la burda política que conllevó al derrumbe de ese modelo de socialismo.

Primero; santificar al icono de la revolución para convertirlo en un ser inofensivo, etéreo; alejado de su significación histórica. Lenín termino transfigurado su cuerpo y sus ideas en una momia, exhibido cual atracción turística en un mausoleo; Chávez, prisionero en el Cuartel de la Montaña y debajo del pesado y frío mármol, su concepto del poder comunal, el indoamericano precepto de gobernar obedeciendo.

Segundo; es precisamente la falsificación de la idea fuerza que estimulaba el proceso de cambio; en la URSS, los soviets que no era otra cosas que los Consejos de Trabajadores, expresión originaria del pueblo, como modo de organización y espacio para la participación protagónica; fueron secuestrados por las instituciones burocráticas que ellos mismos crearon o sea pasaron por sobre la potestad política que le confirió el soberano; en la Venezuela bolivariana como en la URSS, la burocracia dislocó sus funciones y torció el camino, de obediencia al soberano, se transformo en soberano, se convirtió en el sujeto del poder supremo, se corrompió. La democracia participativa y protagónica metabolizó hasta quedar convertida en un ridículo espectáculo circense, donde reúnen a la gente amarrada a un empleo publico, dádiva o promesa de ayuda y las hacen completar las consigna que los jefes burócratas lazan; a esa mísera expresión quedó reducida la participación democrática, a la campanita de Pavlov.

Lo que devino después son la acciones cotidianas y con la jerga revolucionaria, antiimperialista, socialista, etc; cual destino manifiesto auto proclamados los herederos dirigentes del pensamiento chavista, pretenden ser los custodios de la voluntad vitalicia y universal del pueblo. Con el cetro que ilusoriamente creen poseer disponen de las leyes a su antojo, utilizándolas como armas tácticas en la cotidianidad política; con ellas se desarma y se neutraliza al enemigo y cual espíritu maligno se conjura a la critica interna.

El resultado es parecido al de la vieja Europa Oriental; al de la RDA, Checoslovaquia, Hungría y la propia URSS; es el mismo guión; antes del juicio esta la privación de la libertad y la condena moral y política ; como en el extinto modelo socialista del siglo XX; la burocracia, la nomenclatura, auto-proclamada la voz y el brazo ejecutor del pueblo decide quien no es y quien es traidor a la patria. No habrá tribunal que diga lo contrario, no habrá fiscalía que lo dude, no habrá poder legislativo que lo discuta y sobre todo; no habrá un periódico que lo comente.

Esto no es nuevo; esta es una copia de la degeneración del modelo socialista del siglo XX, del estalinismo, pragmatismo, del autoritarismo, de la usurpación del poder popular o como lo queramos llamar. Existe un espejo lleno de ostracismo, de persecuciones, de confesiones sacadas a la fuerza, del chantaje, de lo contraproducente de defender a un inocente porque puede resultar peor, de escribir tus verdades, de denunciar y si te atreves debes de hacerlo desde el anonimato. Es abundante la experiencia que en ese sentido nos dejo el intento socialista del siglo XX; Internet es una enorme biblioteca donde podemos encontrar gran cantidad de literatura, de relatos que nos ilustran sobre tales hechos, existe material audio visual que puede servirnos de apoyo en tales estudios; todo eso es necesario revisarlo, porque experiencias malas o buenas son experiencias del movimiento revolucionario mundial y nos son de gran utilidad para no repetir los mismos errores.

Sin embargo lo mas triste, es que como lo he venido diciendo; con tantos antecedentes de revoluciones usurpadas por una elite y vista las dolorosas consecuencias, hoy puedo ver una cantidad de intelectuales de izquierda; escritores, escritoras, economistas, poetas, humoristas, pintores, politólogos, periodistas; todos con una prodiga producción de escritos, ensayos; obras que forman parte del acervo revolucionario, hoy los veo haciendo el desdichado papel de propagandistas de este fiasco de gobierno revolucionario.

Pienso que viven encerrados en cenáculos, que no están conectados con la realidad, porque de lo contrario pensaría en el bastardo papel del tarifado y eso me cuesta mucho creerlo; no es posible que toda esa intelectualidad no se mire en el espejo de aquella otra intelectualidad que le canto loas a la burocratización de la Unión Soviética; que argumentó la tesis del Socialismo Desarrollado y que volteó la cara antes los encarcelamientos y persecuciones de camaradas y hasta de invasiones a países hermanos.

Por razones dialécticas, esta situación sera superada mas temprano que tarde; el pueblo; la única fuente de todo poder expresara su voluntad y pondrá las cosas en su lugar; barrera a este gobierno de mierda y de farsantes.

Como lo dijo el soldado insurgente el 4 de febrero de 1992: "...vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente por un destino mejor" . Ese momento hay que acercarlo, tenemos que empujar para que llegue ese momento y eso pasa por encontrarnos todos los convencidos, los que no claudicamos ni cedemos un ápices en nuestros principios, desearía que esa intelectualidad de el paso y se ubique en el camino; que recuerde la canción :

"La historia lleva su carro y a muchos nos montará,
por encima pasará de aquel que quiera negarlo. "

 



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