¿El Madurismo es una variante del fascismo? (I)

Durante años desde las filas de la militancia revolucionaria, se han desarrollado diversas caracterizaciones del proceso bolivariano, desde aquellas que ubican a éste como un proceso democrático, popular, que busca la liberación nacional y con perspectiva socialista, hasta quienes caracterizan al chavismo como un régimen bonapartista, fundamentado en un liderazgo carismático con amplio apoyo de las masas y ascendencia entre las fuerzas armadas. Posiblemente la tipificación más común del chavismo es aquella que lo identifica como un proceso reformista socialdemócrata, dado su carácter policlasista, las reivindicaciones que defiende en términos de justicia distributiva y derechos sociales, además del papel activo del estado en la economía, sin alterar con ello las relaciones capitalistas.

Sin embargo, a partir del año 2015 con la creciente pérdida de apoyo popular y electoral, se puede identificar a una facción del chavismo que controla el poder ejecutivo (el madurismo), abandonar sus prácticas democráticas y por el contrario, se evidencia una escalada autoritaria. El madurismo, valiéndose de diversos artilugios, se aferra al poder sin importar su legitimidad, al tiempo que destruye con desastrosas políticas económicas las condiciones de vida de los trabajadores venezolanos. El madurismo se aferra al poder por el poder mismo, desechando la alternabilidad en el ejercicio del mismo, rasgo común en regímenes socialdemócratas. Cabe hacerse la pregunta, ¿El régimen de Maduro se puede caracterizar como socialdemócrata?, o más bien se trata de un régimen con elementos de fascismo.

Si de fascismo se trata, es importante recordar al insigne dirigente comunista búlgaro, Jorge Dimitrov, quien en 1.935 señalaba un importante elemento a tomar en cuenta dadas las condiciones de la Venezuela actual:

"El desarrollo del fascismo y la propia dictadura fascista revisten en los distintos países formas diferentes, según las condiciones históricas, sociales y económicas, las particularidades nacionales y la posición internacional de cada país."i Y más adelante agrega:

"Dejando atrás a todas las demás formas de la reacción burguesa, por su cinismo y sus mentiras, el fascismo adapta su demagogia a las particularidades nacionales de cada país e incluso a las particularidades de las diferentes capas sociales dentro de un mismo país.ii"

De acuerdo a lo expresado por Dimitrov, las particularidades del fascismo venezolano necesariamente tienen que diferenciarse de otros regímenes fascistas, pero a su vez conservando sus elementos fundamentales. Cabe destacar además el hecho de que si bien el gobierno madurista se vanagloria de enarbolar las banderas del socialismo y supuestamente defender los intereses de la clase obrera, el propio Dimitrov exponía claramente como el fascismo se basa en el plagio del discurso revolucionario para concretar en los hechos, su política reaccionaria:

"El fascismo logra atraerse las masas porque especula de forma demagógica con sus necesidades y exigencias más candentes. El fascismo no sólo azuza los prejuicios hondamente arraigados en las masas, sino que especula también con los mejores sentimientos de éstas, con su sentimiento de justicia y, a veces, incluso con sus tradiciones revolucionarias. ¿Por qué los fascistas alemanes, esos lacayos de la gran burguesía y enemigos mortales del socialismo, se hacen pasar ante las masas por «socialistas» y presentan su subida al poder como una «revolución»? Porque se esfuerzan por explotar la fe en la revolución y la atracción del socialismo que viven en el corazón de las amplias masas trabajadoras de Alemaniaiii".

Así Dimitrov deja muy en claro, tomando como ejemplo al nazismo alemán, que dentro de las tácticas y tradiciones del fascismo, es un elemento común el vestirse con ropaje revolucionario, exaltar las reivindicaciones de las masas oprimidas, apelar a las tradiciones patrióticas y levantar una presunta resistencia contra potencias enemigas. Por ello, a nadie debe sorprender que los fascistas del siglo 21 o al menos una facción de estos, se presenten como los "protectores del pueblo" y autonombrados hijos legítimos de Bolívar.

En los siguientes escritos pretendo desarrollar los rasgos que caracterizan a varios regímenes fascistas a lo largo de la historia, y si estos rasgos pueden ser aplicables al régimen madurista. Podemos adelantar algunos de forma enunciativa, para su ampliación posterior:

  1. Estado y Economía corporativista

  2. Políticas demagógicas, populistas y paternalistas

  3. Exacerbado personalismo

  4. La democracia es buena, solo a veces

  5. Militarismo y militarización de la política

  6. La disidencia es traición

  7. La presencia permanente del "enemigo externo"

  8. El siempre necesario "chivo expiatorio"

  9. Presencia de grupos de choque

  10. El papel de la propaganda

Es necesario aclarar que si bien algunos de estos rasgos pueden estar presentes en el madurismo, ello no significa que del lado de la oposición de derecha no existan también elementos de fascismo, de nuevo Dimitrov, aclara que pueden existir varias facciones del fascismo en disputa, la cual puede tener características violentas:

"En realidad, el fascismo llega generalmente al poder en lucha, a veces enconada, con los viejos partidos burgueses o con determinada parte de éstos, en lucha incluso en el seno del propio campo fascista, que muchas veces conduce a choques armados, como hemos visto en Alemania, Austria y otros países. Todo esto, sin embargo, no disminuye la significación del hecho de que, antes de la instauración de la dictadura fascista, los gobiernos burgueses pasen habitualmente por una serie de etapas preparatorias y realicen una serie de medidas reaccionarias, que facilitan directamente el acceso del fascismo al poderiv".

Sin embargo, lo que nos ocupa en lo sucesivo, es determinar si existe o no una facción del fascismo venezolano dentro del seno del propio gobierno, o éste es la expresión de los grupos de poder más reaccionarios.

i Dimitrov Jorge; El Fascismo y la clase obrera, 1935; disponible en https://www.marxists.org/espanol/dimitrov/1935_1.htm

ii Op. Cit.

iii Op. Cit.

iv Op. Cit

 

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