Sueño de una mañana de verano

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador se reune a desayunar con el hasta el primero de julio, su rival José Antono Meade del Revolucionario Institucional (PRI) De esta reunión informal llaman la atención dos cosas, la primera es que fue un desayuno en casa del presidente electo y dos, hace un llamado por tercera vez y en congruencia con su discurso de virtual ganador. a la R E C O C I L I A Ci Ó N.

En un acto de civilidad y buenas costumbres y por ser provinciano originario de una región donde se tiene el 30 por ciento de precipitación pluvial del país, a decir de nisotros, consideramos que es un buen síntoma dialogar con el opositor, tal vez conversar del asunto de las finanzas y la administración, es oficial que se habló sobre las reformas de la educación pública, pero queda ese pequeño detalle de la "reconciliación". Es natural que el presidente electo se considere agraviado porque lo fue, recoredemos la última inconformidad donde fue detenido su convoy de campaña por el ejército Mexicano y pasó por una revisión ilegal.

Pero consideramos que no hay motivo de pedir reconciliación o si debiera de hacerla, sería el derrotado, consideramos que el presidente electo debiera de realizar actos futuros de su gobierno, no vemos malo que tal vez le ofresca algún buen empleo por tener virtudes a considerar. Es bueno que Meade acepte o rechace pero no es momento de reconciliar nada por nuestra parte. Ellos deben reconciliarse con nosotros cuando estén en desbentaja, que nunca lo han estado, el PRI siempre ha sido el ganador.

Por el momento no estån abatidos ni lo estarán: cuando se ribaron las ekecciobes del 88, con Cuauhtémoc Cárdenas, los ciudadanos nos dimos a la tarea de desligar al gobierno del arbitrio electoral, cuando se volvieron a robar las elecciones a Andrés Manuel decidimos otra vía por un candidato de derecha que terminó en este desastre de guerra contra el narco del asesino del expresidente Felipe Calderón Lo que es cierto es que están dispuestos a todo. Dos veces los hemos derrotado de manera pacífica y por la vía electoral. Recordemos la caída del gobierno de Salvador Allende, todo comenzó con una huelga de transportistas y traileros. Decían que les iban a quitar sus casas, sus automoviles y a sus hijos... Nunca más un México sin nosotros.



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