Lecciones de Carabobo

La batalla de Carabobo que tuvo lugar el 24 de junio de 1821 fue el resultado de un plan orquestado por Bolívar que consistió básicamente en concentrar las tropas patriotas en algún punto cercano al área medular de las fuerzas realistas comandadas por La Torre, entre Valencia y los Valles de Aragua. Esta decisiva campaña militar que culminó con una victoria patriota tuvo enormes repercusiones históricas para las naciones sudamericanas, no sólo asegurando la independencia de Venezuela sino también disuadiendo a España y a otras potencias europeas de intentar reconquistar los territorios ya liberados ¿Qué lecciones nos brinda la historia de esta campaña para abordar las actuales dificultades que enfrenta Venezuela y en específico su gobierno?

Concentración de recursos

Como explica el Coronel Arturo Santana (1921, p. 72) en su análisis de la Campaña de Carabobo realizado con motivo del centenario de la batalla:

"Ya hemos hecho observar que los distintos Cuerpos que debían concurrir para esta campaña, estaban situados a grandes distancias unos de otros para poder subsistir con comodidad y atender fácilmente a sus reemplazos, instrucción, etc. Por este motivo, las primeras órdenes que leemos en el plan se reducen al objeto de concentrar las fuerzas, según los principios clásicos del Arte Militar, lo más cerca del probable teatro de operaciones y adoptando las precauciones necesarias para que dicha concentración se realizara al abrigo de toda sorpresa o ataque del enemigo".

Las dificultades para concentrar las fuerzas militares de los patriotas se resumían en aprovisionarse de suficiente comida y pertrechos para poder movilizar a un ejército de grandes dimensiones y evitar los ataques del enemigo antes del momento de la concentración aprovechando eventuales victorias tácticas. La primera dificultad sería en buena parte resuelta por el transporte de ganado realizado desde los llanos de Apure por el General Páez, mientras que la segunda dificultad sería abordada mediante el seguimiento constante de los movimientos realistas y la actualización frecuente de las órdenes emitidas a los comandantes patriotas para retrasar o adelantar los puntos de concentración de las diferentes divisiones del ejército.

Concentración de las mentes

El éxito no sólo fue posible gracias a la concentración de tropas y recursos, sino también a la atención dada por los comandantes, y en particular por el Libertador, a los asuntos relacionados con la Campaña.

En un comunicado a Páez del 10 de marzo (Santana, 1921, p. 76) el Libertador reprende al general llanero por sus omisiones en relación a las órdenes de enviar ganado a la División comandada por Bolívar que se encontraba en ese momento en Barinas, omisiones que permitían que la carne del ganado de Apure se desviara hacia el territorio realista:

"No ha habido una sola comunicación de este Ministerio a US. desde que se celebró el armisticio, en que no se haya hablado, repetido e instado la remisión de ganado para el señor Coronel Plaza y su acopio para la marcha del Ejército cuando se abra la campaña; y aunque es verdad que US. ha contestado que no tiene ya caballos para cogerlos, también lo es que tanto el Ejército como el territorio enemigos están provistos abundante y sobradamente de carnes sacadas del Apure. No es posible conciliar cómo el Gobierno no puede hacer más que los particulares, teniendo más hatos que ellos, más caballos, tropa que emplear en el trabajo, y sobre todo, el derecho para disponer del servicio de los mismos particulares que hacen por su cuenta las extracciones en perjuicio del Ejército".

Como vemos, los problemas de desvío y contrabando de alimentos no son nuevos en nuestra historia. El Libertador no sólo presiona a Páez de forma escrita sino que toma medidas oportunas y contundentes para remediar los problemas de abastecimiento del ejército, despachando a dos oficiales de alto rango hacia Apure con la misión de embargar y enviar hacia Barinas todo el ganado que encuentren.

Un ejemplo más reciente y de mayor vigencia de concentración de recursos fue la estrategia utilizada por Chávez para enfrentar las maniobras insurreccionales de la oposición durante el año 2002. Como bien explica el ex embajador cubano Sánchez Otero en su libro La Nube Negra (2012, p. 5): "después del 13 de abril, Chávez concentró sus recursos en el ejército, lo cual le permitió salir victorioso durante el paro petrolero".

Dispersión actual de los recursos

Sin embargo, tanto en el gobierno de Chávez como en el gobierno de Maduro, a veces quizás de manera inadvertida durante períodos de relativa abundancia o como respuesta a acciones hostiles de sus adversarios, se han tomado decisiones que han tenido como consecuencia una dispersión de los recursos, en lugar de su concentración. Las expropiaciones y nacionalizaciones cuyo objetivo principal ha sido la recuperación de la soberanía, el control de recursos y estructuras estratégicas para la nación, así como la defensa de los intereses nacionales, han tenido en muchos casos como consecuencia la creación de nuevas organizaciones que requieren atención y la asignación de nuevos recursos tanto materiales como humanos, sin que exista suficiente preparación para que éstas funcionen de manera eficiente sin necesidad de seguimiento y supervisión constante por parte de los más altos niveles de gobierno.

Más recientemente, el gobierno ha venido planteando una Agenda Económica basada en los llamados 15 motores. Sin embargo el seguimiento que se le ha realizado a estos 15 motores no ha sido efectivo, y es probable que esto se deba en buena parte a las dificultades de atender un número elevado de ámbitos tan variados.

La concentración implica sacrificios

Concentrar los recursos en una actividad específica trae consigo inevitablemente sustraer recursos de otras actividades. El tiempo, las personas, los materiales y la atención dedicada a un conjunto de actividades corresponden a cantidades finitas, por lo que toda asignación de recursos a favor de una actividad se hace en detrimento de otra, y esta realidad es aún más apremiante cuanto más escasos son los recursos con los que se cuenta.

La concentración de tropas en San Carlos, previa a la batalla de Carabobo de 1821, implicó sacrificar la defensa de un amplio y valioso territorio bajo control patriota, como lo eran las provincias de Guayana, Barcelona, Coro y Maracaibo. Implicó dejar desprovisto de ganado al territorio de Apure, con las consecuencias negativas que esto implica para la población local y la economía de la región. Adicionalmente, la atención prestada por Bolívar a la Campaña de Carabobo implicó desatender los asuntos políticos que se desarrollaban en la Nueva Granada, particularmente en Bogotá.

En el caso del año 2002, Chávez hace concesiones en PDVSA mientras concentra su atención en el Ejército:

"Sin duda, cede espacio en PDVSA; tanto, que los gerentes bolivarianos simpatizantes del gobierno son casi todos marginados o relegados por la junta directiva pactada con los tecnócratas adversarios. Y, a su favor, dispone de tiempo para afianzar su influencia y la lealtad a la Constitución en las fuerzas armadas, que resultarían decisivas en el enfrentamiento al nuevo plan golpista." (Sánchez Otero, 2012, p5)

Si el gobierno decide hoy concentrar los recursos para afrontar los graves problemas de abastecimiento de comida y medicinas, así como la generación de recursos a través de la actividad económica, es importante entender que esto implicará sustraer recursos de actividades que no se consideren prioritarias. Entendiendo además el compromiso del estado con el bienestar social, es imprescindible que esta sustracción de recursos no se haga en detrimento de ese bienestar, sino tomando en cuenta las necesidades indispensables e impostergables del pueblo.

En el caso de los 15 motores de la Agenda Económica, debemos preguntarnos ¿cuáles son realmente prioritarios? ¿Puede en estos momentos compararse por ejemplo la importancia actual del motor agroalimentario, del motor farmacéutico o del motor hidrocarburos con la del motor turismo? La atención prestada por el ejecutivo debería concentrarse, casi exclusivamente, en los asuntos más importantes. El éxito hasta ahora conseguido con iniciativas como la distribución de alimentos a partir de los CLAP puede explicarse en buena parte por la concentración de recursos del estado hacia una actividad bien delimitada y concreta. En contraste ¿tiene sentido la asignación de recursos para subastas de divisas a través de DICOM a particulares cuando esas divisas pueden servir para la producción de alimentos, medicinas y energía? ¿No se trata acaso de una dispersión de recursos insostenible?

Referencias

Sánchez Otero, Germán. "La nube negra". Golpe Petrolero en Venezuela. PDVSA. 2012.

Santana, Arturo. "La Campaña de Carabobo". Relación Histórica Militar. Litografía del Comercio: Caracas. 1921. Disponible en: https://archive.org/details/lacampaadecarabo00sant (Visitado el 23 de junio de 2018).

 

jorgerojasve@gmail.com



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