Constituyente por la paz y para la guerra

"Si vis pacem,para bellum".

En los años que llevo viendo elecciones; prácticamente durante todo lo que va de democracia, jamás había visto un voto con tanto sabor, olor, color y conciencia de pueblo como el que se pronunció el pasado domingo 30 de julio de 2017.

Evidentemente fue un voto por la paz pero también para que entremos en una necesaria e inclemente guerra.

Anteriormente la oposición también había realizado un acto simbólico de elecciones el cual terminó hecho cenizas, sin embargo según cifras de sus propios líderes 7.186.170 venezolanas y venezolanos se pronunciaron por un cambio en lo que denominaron "plebiscito".

Por otra parte 8.089.320 venezolanas y venezolanos votaron por una Constituyente sin conocer incluso a los candidatos y mucho menos sus propuestas, en lo que denominaron un voto por la paz.

De bando a bando comenzaron a descalificar ambos procesos electorales con el ya tradicional argumento de "fraude", pero lo cierto del caso es que contundentemente el pueblo exige y necesita un verdadero cambio. Voy a redondear las cifras para que nadie se sienta aludido; pero pongamos que efectivamente 10 millones de personas se pronunciaron a favor del plebiscito y otras 10 millones de personas votaron por la Constituyente. Es ahí donde se refleja el clamor de un pueblo que clama por la paz y una efectiva guerra contra quienes han desangrado nuestra patria.

Un voto por la paz y para que entremos en una inclemente guerra

• Guerra contra la "Guerra Económica" la cual está identificada con nombres y apellidos. Es evidente el saqueo que empresas privadas, públicas, expropiadas y hasta pequeños comerciantes forman parte de esta terrible maldad que se comete a diario contra el estómago del pueblo. La especulación ya se muestra libremente en las vidrieras de los establecimientos donde la comida la venden a precios descarados. Con todo el peso de la Ley y hasta más, se debe aplicar castigo ejemplarizante a esos delincuentes que bajo la metodología del bachaquerismo y la especulación han desangrado al país y lo han llevado a la crisis más terrible de su historia. Por lo tanto la Constituyente deberá servir para decretar una guerra sin cuartel ni descanso contra este asesino ejército de maleantes que se han enquistado a lo largo del Territorio Nacional y sus fronteras.

• Guerra contra el maldito burocratismo y la corrupción en todas las Instituciones públicas del Estado. La depuración contundente es de vital importancia pues de no hacerlo nada ganaremos con lamentarnos cuando por culpa y desde sus propias entrañas se derrumbe la Revolución. "Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria". Simón Bolívar

• Guerra aplicando todo el peso de la Ley contra todos los cabecillas y responsables del terrorismo que se generó durante los últimos meses dejando las calles ensangrentadas y hogares enlutados. Guerra contra la impunidad porque como decía Simón Bolívar: "La impunidad de los delitos hacen que estos se generen con mayor frecuencia".

• Guerra contra la ineficiencia por parte de funcionarias y funcionarios públicos que traicionen las esperanzas de ese pueblo que superó selvas, ríos, barricadas, guarimbas, amedrentamientos, matracas y todo tipo de adversidades para expresar a través del voto su voluntad de cambio y consolidación de la Patria. El severo castigo a la traición debe aparecer en nuestra Constitución, porque esta nueva modalidad se ha apoderado de muchas instituciones que han sido creadas para funcionar leales al pueblo. Ministras, Ministros, Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Presidentes y Directores de Instituciones, Embajadores, Cónsules y demás funcionarios públicos no pueden ampararse en su investidura o "inmunidad" para abusar del poder y hacerse ricos ejerciendo la corrupción. La pena debe ser implacable y las autoridades correspondientes junto al pueblo están obligados a hacer cumplir este mandato.

• Guerra a la desinformación a través de efectivas estrategias de comunicación que sean capaces de llevar al mundo la verdad de lo que se vive en la República Bolivariana de Venezuela.

• Guerra contra la apatía con el método de cultura como forma de gobierno. Hay que despolitizar la mente del pueblo a través de efectivos programas culturales, donde se muestre el amplio universo que abarca este hermoso género y no quedarnos en lo escaso que lamentablemente tenemos. "Algún día la cultura será gobierno". Alí Primera

Bolívar y Chávez entraron otra vez al Palacio Legislativo, ojalá que no se queden en simples imágenes. Sirva pues esta humilde, inconclusa, breve y sincera opinión para dejar por escrito el sentir de este artista plástico que ha vivido soñando con una Patria Buena y que hoy nuevamente el destino le abre las puertas a todo un país para que transite hacia su consolidación. De nosotros dependerá el éxito o el fracaso, porque como dicen por ahí: "Cada pueblo tiene el gobierno que se merece, así que si quieres alcanzar y conservar la paz, prepárate para la guerra".

 

elranchitocruz@hotmail.com



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