Presidente Maduro, versus el PSUV

El PSUV, es un partido social, como concreción política, es una estructura que debe ejercer poder para la resolución de problemas, conflictos, que laceran nuestro pueblo. Es pues el partido, no solo un hacedor de actividades y tareas fortuitas, sino una estructura coherente, democrática, protagónica, que ideológicamente debería tomar los conflictos, analizarlos, canalizarlos, resolverlos y entonces ejercer el poder contralor; pero la dedocracia nos ha hecho perder los objetivos.

El mecanismo de cooptación, cumpliendo a cabalidad, literalmente lo sustantivo de su concepto, se ha prestado por 17 años, para facilitar, eternizar, el mantenimiento eterno y mesiánico en sus cargos, de una dirección del partido, de una clase dirigente, que en este momento está al margen de la voluntad de las bases. La actual dirigencia, para su sobrevivencia, traslada en todo su accionar una cooptación oculta. Los dirigentes del partido, sin la existencia del control popular, pero si fieles a quienes le han elegidos a través de la cooptación, aprovechan el minúsculo poder de sus cargos para influir decisivamente en la elección de los demás candidatos aguas abajo, cumpliendo formalmente las normas previstas para tales nombramientos, los que rodea a estas acciones de aromas de legalidad. La cooptación oculta es un claro síntoma de la oligarquización de los equipos dirigentes de las organizaciones.

Lo triste del asunto es que una gran mayoría de la estructura, de esta base popular, cuchichamos a solas, a baja voz nos confesamos en las esquinas, prestándonos para ese comportar y, cuando las miquinguerias de papel nos alcanza, nos cosifican y entonces confiscan nuestros objetivos de lucha, acción que se facilita por una deuda histórica, ya que en el fondo somos parte de un pueblo, que se nos debe hasta la ñapa.

Para el Comandante, cualquiera sea su forma, el partido debe ser el vocero del clamor popular; sometido al pueblo, es el partido, sostenido en la gobernabilidad y su poder, el que debe buscar resolver los problemas a través de mecanismos y estrategias expeditas y de perogrullo, con los poderes del estado; nunca al revés.

¿En que momento perdimos el camino? ¿Cuál pedacito, del clamor del comandante, no entendimos?.

Creemos que fue y es la guerra económica, el factor fundamental de la pérdida de la Asamblea Nacional y de la erodación de las esperanzas de muchos venezolanos, sin embargo, no menos cierto es, que es la falta de conexión, cohesión entre las bases del partido y los ejecutores de la política del estado, los que hacen juego a la desesperanza, al desanimo y nos coloca débiles ante el enemigo.

Bajo un mirar miliciano, la gobernabilidad y sus buro políticos del PSUV, originarios del mecanismo de la cooptación, por 17 años, han nombrado, establecido, ejecutado, en forma dedocrática, toda acción política; el partido, ha sido y es una mera fachada, para engatusar mediáticamente al poder popular.

En la acción de calle, los nombrados, mayormente salidos de la ofuscación, de la coyuntura, del oportunismo, miran a la estructura aprobada en el III Congreso, como si estos fueran su cuartel y entonces, los coyunturales, los asistentes del jefe político, llámense Prefecto, alcalde o gobernador, vociferan, gritan, asumiendo la estructura del partido, como sus mandaderos; un juez de aldea de cuando Gómez se quedaría pendejo. Ante su disminuida visión política, estos coyunturales, nacidos de la cooptación, acuden a las miquinguerias de papel, como pago, a los luchadores sociales, por los servicios y su riesgo de ponerle la cara al pueblo, en cada vericueto de estas calles y veredas del país.

Reconocemos, que en las bases populares subyace toda una forma colonialista de la esperanza, de hacerse de una quimera, lo que hace fácil al jefe político o los "jefes políticos" repartir, en los que ellos creen que son sus adeptos, las migajas; llamamos la atención sobre ello, ya que son vicios históricos que acompañan al poder popular. Aceptación de culpa que hacemos, como reflexión y búsqueda de una necesaria enmienda y rectificación, pero por igual, debemos acusar la invisibilizacion a que es sometido el poder popular, por parte de la gobernabilidad, en un acto claro de abuso de poder. Acciones respaldadas por el PSUV, ya que es la gobernabilidad quien impone el status quo del partido, a nivel parroquial, municipal y estadal, a través de una distinción difusa del articulo 5 de los estatutos del partido, usando el mecanismo de cooptación, lo que nos ha llevado a una disfunción política y que precipitadamente nos lleva al aniquilamiento, al abatimiento de las esperanzas de cambio .

La falta de conexión, enlace entre las bases, y los ejecutores de la política pública, ha invisibilizado a unos y "dictaduriado", a la gobernabilidad, convirtiendo a estos últimos, en los verdaderos jefes políticos, dejando como unos segundones a los supuestos voceros del poder popular, al PSUV, creando un corto circuito en las estrategias y tácticas establecidas, lo que no permite coherencia política y de hecho resultados coherentes.

Los ejecutores, los jefes políticos, con una clara herencia colonialista y comportar burgués, asumen todos los accionares de la gobernabilidad y asaltan y saltan la estructura del partido, a las UBCH, CLP, convirtiéndolos en meros hacedores de actividades, de tareas y no como voceros del poder popular, los minusvaloran con esta acción, pero aún más, ante cualquier posibilidad de opinión, de protagonismo o participación, los invisibilizan.

Se requiere una nueva relación de poder, una renovación del mirar, una concreción de la participación y protagonismo del pueblo. La actual estrategia estructural de carácter dedocrático, miliciano- la cooptación lo impide.

La elección de los recién buro político municipales, parecen legales. ya que el mecanismo de la cooptación es establecido por el articulo 5 de los estatutos del partido. Sin embargo, su forma de aplicación desdice el concepto del mismo y somete a estos buenos compañeros y compañeras a la ilegitimidad y a la profundización de la invisibilidad del poder popular establecido, tales como Jefes y Jefas de los Círculos de Lucha, Jefes y Jefas de UBCH, mecanismo estos últimos, como creación inteligente de nuestro líder, Comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, en su clara idea de una en una nueva simetría del poder.

El mecanismo cooptación, ha establecido una relación de poder en el partido, caótica, relación que nos ha venido erodando, desgastando y dando los resultados que resaltan a la vista; nos hemos venido pagando y dando los vueltos

Solo al invertir la actual pirámide burguesa del PSUV, solo para entonces, tendremos en cada calle, podremos ver en cada vereda, miraremos en cada escondrijo, a los verdaderos generales, a los Sandinos, a los Guevara, peleando con su pueblo, ello sucederá así, ya que estos generales provendrán del pueblo; sólo para entonces el PSUV sabrá a pueblo y parte del musculo del estado que hoy forma parte del enemigo, dejará de existir, ello será la mejor ofrenda a nuestras tres raíces originarias.

Esta estrategia sistematizaría una estrategia de carácter regional que permitiría sintetizar no sólo triunfos electorales, sino un hacer político y gubernamental a nivel de masas populares bajo una plan vigoroso, que permita acortar las distancias, bajar la marea del descontento, en un pueblo que requiere ser escuchado y reconocido, para poder brindar mayores aportes; ello permitirá triunfos sociales que nos darían fuerza moral, superioridad moral ante el enemigo; fuerza moral revolucionaria, que al final de cuentas es la que inclina la balanza política.

El núcleo principal de esta estrategia de lucha, es la combinación de todas las formas de lucha posible, la unión de todos los esfuerzos, mediante la articulación con las direcciones y entes políticos del gobierno regional, con las fuerzas del partido, los CLP, los Buró Municipales, unión que permita una operación de pinzas contra el enemigo opositor e ir en búsqueda de la paz, con todos aquellos venezolanos, que hoy nos adversan o nos ven con indiferencia.

Pasando así de una táctica defensiva mediática, a una táctica ofensiva de gran escala, que permita en corto espacio de tiempo, buscar no un sólo triunfo electoral, sino igualmente afianzarnos en las bases del pueblo, para la construcción de la hegemonía popular por la que tanto luchó nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, logrado ello, saldaremos una deuda histórica que tenemos con los pobres de esta tierra.

Mientras el poder popular, no tenga mecanismos ciertos para expresarse, todos seremos culpables



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Gabriel Omar Tapias

Investigador

 gotapias@gmail.com

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