No podrán

Revisar a profundidad lo que pasó en las elecciones del 6D es absolutamente necesario. Perdimos de manera aplastante el Poder Legislativo del país. Después de leer y oír valiosas opiniones sobre el tema, me atrevo a sumar las propias para contribuir, eso espero, con el debate necesario, convencido en que sabremos salir de esta coyuntura difícil, fortalecidos.

Para eso creo necesario que incluyamos en el análisis todo lo que pueda considerarse una causa que dio lugar a la nefasta consecuencia. No le asignemos toda la culpa a la guerra económica conjuntamente con la psicológica que nos restaron, estadísticas por delante, unos 2 millones de votos, sería errado; sería decir por ejemplo que los votantes de los estados Cojedes, Guárico y Portuguesa entre otros, no han sufrido los embates de estas modalidades de guerra de cuarta generación. Prefiero decir, para no meterme con los confusos términos de voto consciente o de votantes conscientes, que en estos estados se manifiesta todavía la fidelidad al Comandante Chávez y a su legado histórico. Fidelidad que la revolución tiene pendiente por recompensar. Por tanto, coincido con los que ciertamente le asignan un peso importante a las nombradas modalidades bélicas silentes, pero que debemos ser autocríticos a nuestro comportamiento como Gobierno nacional, estatal y municipal; aceptemos de una vez por todas que existen y busquemos soluciones para que de todos estos niveles de gobierno desaparezcan los matavotos, a los que ha venido refiriéndose insistentemente el insigne venezolano Luis Brito García.

Para no inmiscuirme, porque no tengo los elementos de juicio necesarios con la población de otras entidades en las cuales conservamos la mayoría, digo que en todos los niveles de gobierno de Portuguesa hay gente que no hace el trabajo. Creo que una de las maneras de recompensar al pueblo portugueseño por su fidelidad demostrada en 17 años de revolución es que lograra en un futuro muy cercano, tener gobernantes verdaderamente revolucionarios.

Cuando me refiero a la gente que desde el gobierno no hace el trabajo, no dudo en señalar que eso ocurre porque tales funcionarios guardan fidelidad absoluta a la persona que les dio el nombramiento, llámese gobernador(a) alcalde o alcaldesa, y no a la revolución representada en este caso por los partidos del GPP o las organizaciones del poder popular: Consejos Comunales, Comunas y otras.

Al momento de escribir estas notas se está llevando a cabo la plenaria de la Asamblea de delegados del III Congreso del PSUV, convocada por el presidente del partido el camarada Nicolás Maduro. Se espera que la Asamblea de Delegados, máxima autoridad del partido, someta al análisis crítico el papel que está llamado a jugar la organización de ahora en adelante. La existencia misma del partido en el país y el cumplimiento del papel que le asignan sus estatutos, está en entredicho. ¿Cómo se puede controlar la acción de gobierno, si los jefes de gobierno son las autoridades del partido? se preguntaba la periodista María Alejandra Díaz, entrevistada en el 9 de diciembre en el programa matutino El Desayuno que trasmite el canal del estado VTV. Yo modestamente, siempre me he hecho la misma pregunta. Todavía no tengo respuesta.

Me permito entonces sugerir que éstas interrogantes formen parte del análisis de la Asamblea en la plenaria convocada para la próxima semana; para ello será absolutamente necesario, autocrítica por delante, que los Delegados asuman como militantes de la revolución, el papel que están llamados a cumplir y que en modo alguno vayan al evento, a mostrar fidelidad al dirigente del partido: nacional, estatal o municipal, que los apoyó para que fueran electos. No digo más al respecto, sé que nos entendemos.

A partir del 5 de enero del próximo año, el Poder legislativo Nacional estará controlado por la contrarevolución, cuyo objetivo fundamental es acabar con el sueño de la revolución, aprovechando como lo señaló en su última proclama nuestro comandante eterno “circunstancias difíciles”. “No podrán” aseguró con la firmeza que siempre lo caracterizó, nuestro indiscutido e indiscutible líder; nos toca ahora a nosotros, pueblo en la calle, hacer que no puedan.



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Porfirio Hernandez

Ing. Agronomo. Prof. universitario (jubilado). Militante PSUV

 porfiriojhernandezp@gmail.com

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