El Presidente Chávez sabía más que un beso de amor

Primero fueron los que creyeron que podían darle azuquita pal café en sus inicios como rebelde contra el gobierno del siniestro CAP; se la pasaban visitándolo en la cárcel porque existe una vaina cierta: los parásitos saben dónde está la papa. Se retrataban con él, le ponían una mano sobre el hombro, decían que era perfecto, lo máximo que era un sabio. Entendían que un día saldría de ahí rumbo al mando. Los parásitos son una vaina seria.

Cuando Chávez hizo como un jonronero; se fue a la calle, algunos de esos parásitos se hicieron los paisas. Se quedaron en Caracas esperando. Para dárselas de revolucionarios agarraron un marcador y de vez en cuando escribieron en alguna pared de la vida: CHÁVEZ ES LA SOLUCIÓN y por dentro; (de mi bolsillo)

Pero Chávez, genio y figura incuestionable, los miraba con los ángulos de los ojos: olían a jalabolismo, a lamesuela, a sumisión y eso a Chávez no le gustaba. No soy mago para escribir en esta nota lo que pensaba, pero se me ocurre que por la inmensa visión política del nativo de Sabaneta de Barinas e igualmente por profundo lector de Simón Bolívar, Hugo Rafael soliloquiaba: “Mí que a mí me vas a venir con pajaritos en estado de ovulación” y sonreía con franqueza a las cámaras. Los jala bola sentían que sus dedos eran trozos de teas encendidas. “Cuando gane me lleno, nojoda”- Gritaban al abrir puertas y galpones de sus casa.

Los jala bola recortaban las fotos que se habían hecho con Chávez: Quitaban a los demás y se quedaban ellos solos con el arañero. Luego las montaban para el futuro. Y un día, el 6 de diciembre de 1998 el CNE leyó: Hugo Rafael Chávez Frías, 3.673,685 votos, o sea el 56,20%... Henrique Salas Rômer, 2.613.161 votos, es decir el, 39,92%. Uno de los invitados Jimmy Carter, ex presidente de los Estados Unidos expresó; “Lo que he visto ayer fue una revolución pacífica que fue llevada a cabo bajo los auspicios democráticos”.

Uno de los jala bolas más conspicuos, más notable se lavó las manos con esencias, son tus perjúmenes, mujer, jean Marie Fariña, (su colonia natural) y dijo medio abriendo la boca de labios arrugados y chimbos: “Les estiraré las bolas al máximo pero, suavemente, suavemente”. Creyó que por ser un viejo, un anciano, una cosa de esas que va por el mundo jode que jode le iba a sacar a Chávez hasta la última gota de estima para que les llenara sus arcas. Otro mandó a su mujer: “Acércate a él mami blue, trata de que te nombre su secretaria a ver si consigo el dinero para montar el casino en Margarita, tú sabes, tú sabes, mami blue….”

Un militar regordete con multisápida y terrible panza, se fue a un restaurant de Las míseras Mercedes, lugar preferido por borrachitos acólitos de Baco y Dioniso, cagaderos, lupanares y miaítos, vagos, proxenetas y CIA y pidió tremenda papa, gritando: “Mira Joao, esto lo paga la Revolución” y salió arrastrando su figura (ja, ja, ja,ja) grasosa y pésima por sobre el mármol de terracota con lengüetazos de vómitos de la JAI.

Los chulos creyeron que la REVOLUCIÓN era una continuación del Puntofijismo, en donde encontraron el dinero para inaugurar urbanizaciones al Este al Suroeste y al Noreste, pero estaban más pelados que cambures para hacer merengada. Chávez les aclaró: “Este dinero no es mío…este dinero es de todo el pueblo, yo lo que soy es un administrador honesto, no puedo manipular la confianza de un pueblo que anhela vivir con la mayor suma de felicidad posible”

Desde ese momento comenzó la rabia. Algunos de los que formaron el primer Gabinete corruptearon, pero fueron echados. Los que no fueron complacidos por Chávez se fueron a los periódicos, a los medios, desde donde comenzaron a despotricar de la naciente revolución, de Hugo. Los que quedaban de la antigua administración, cantaron caída y mesa limpia en la administración pública donde estaban.

La revolución comenzó a caminar llevando coñazos. Les negaban la leche, el pan, los juguetes y un día le negaron la Libertad, dándole un golpe de Estado. Los mismos jala bolas, los mismos parásitos que dormían en el viejo Congreso Nacional, hoy está de nuevo al aire. Sacan toda clase de guarismos, ordenan a sus huestes enquistadas en el Estado, quitarle la luz y el agua a los barrios, bachaquear, desestabilizar en el Metro, hablar mentiras desde sus radios FM, desde su prensa escrita, digital, televisiva, desde el exterior…Dicen que el “sefiní” de la Revolución se acerca. Y eso lo dicen porque ellos desde nunca fueron pueblo. Ellos no saben ni entienden que es esa masa que trabaja, estudia, hace deporte, baila, se divierte, es científica, creativa y ama: ellos no saben que DEMOCRACIA ES GOBIERNO DE PUEBLO y que “primero entra un camello por el ojo de una aguja que un rico en el renio de Dios, que es el pueblo”

 



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Angel V Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

 legavicenta@gmail.com      @legavicenta

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