¡Hablemos Francamente!


Creo que millones de venezolanos y venezolanas sentimos inmensa pena de ver y palpar la situación por la que estamos pasando. No merecemos esto!. Y todo por culpa de una clase dirigente, tanto en el gobierno como en la oposición, tanto en el "empresariado" como en las "autoridades universitarias", donde se supone que se encuentra la gente más "emprendedora" y la más "ilustrada" del país.

Se estima que en los últimos 15 años ingresaron al país, por concepto de la venta de petróleo, aproximadamente $ 1.746.957 millones, o sea $ 116.463 millones por año. Descontando los costos, impuestos, etc., el ingreso liquido se estima en $ 1.200.000 millones.

En ese mismo periodo se han fugado del país $259.234 millones.

Como se puede apreciar, la clase dirigente "ha sabido despilfarrar casi un millón de millones de dólares" en quince años!. Además de lo que ha permitido fugar. Dinero suficiente como para que cada habitante de este país tuviese unos ahorritos de $ 40.000, o en su lugar contara con un sistema de salud totalmente gratuito y de excelente calidad, con hospitales y CDIs completamente equipados con tecnología de última generación en todas las poblaciones, un sistema educativo igualmente excelente en todos los niveles, (preescolar, primaria, secundaria, tecnológica y universitaria), cientos de ferrocarriles y autopistas surcando el país en todas las direcciones, una agricultura totalmente moderna y un parque industrial con la tecnología suficiente para satisfacer todas las necesidades de la población, de tal forma de darle la mayor suma de felicidad posible, en el marco de un nuevo socialismo, que nos permitiera comprobar que la riqueza cuando es bien administrada nos beneficia a todos.

Pero sucede que en vez de esta idílica situación, hoy nos encontramos en unas vergonzosas condiciones que dan pena y causan enorme desconsuelo y pesimismo en todos nosotros y en las generaciones que vienen.

Esto no significa que los gobiernos anteriores hayan sido menos desastrosos, pues tenemos más de cien años en que nuestra clase dirigente, hoy en la acera opositora, ha estado permitiendo el saqueo de nuestras riquezas de manera continuada y pretenden hacernos creer que no son culpables de lo que ha ocurrido durante tanto tiempo. Por eso es que tanto los unos como los otros nos pretenden distraer con comentarios y discusiones vacías y faranduleras, con chismes sobre cadáveres políticos de derecha, con opiniones sobre Venezuela expresadas por personajillos extranjeros sin importancia, en fin con excusas para evitar plantear la verdadera preocupación del pueblo venezolano como lo es el dilema entre el capitalismo depredador y el socialismo constructivo.

Por fortuna, Venezuela tiene tanta grandeza, que no la ha podido acabar tanta rapiña y despilfarro, pero si seguimos a este paso y con esta dirigencia sin control, no habrá manera de recuperarnos nunca.

En realidad el pueblo venezolano también es responsable de esta situación, pues ha permitido a esa clase dirigente actuar a sus anchas y hacer de este país lo que les ha venido en gana. Pero podemos enmendar la plana.

Primero que todo, tenemos que dejar de ser tan tolerantes con los funcionarios públicos. Desde el más bajo nivel hasta el presidente de la república. Tienen que entender que son empleados públicos, que son servidores públicos, que el pueblo es quien debe ser obedecido y temido. Que el pueblo es primero, que él es quien manda. Que el SIBCI debe estar al servicio del pueblo y no al servicio de un partido político cuando llega al gobierno. Que lo prometido en campaña electoral se tiene que cumplir. En fin, que los privilegios se acabaron.

El gobierno tiene que gobernar o renunciar!

No podemos seguir aceptando que empresas del estado, como PDVSA, PEQUIVEN, CVG, sean tan ineficientes y no produzcan la suficiente materia prima que la agricultura y todas las otras industrias del país requieren para producir con normalidad. Acaso es culpa solamente de Fedecámaras, Dollar Today, los Pelucones, el Imperio, o los bachaqueros?.

O es que tenemos un gobierno que no gobierna!.

Debemos deshacernos del fanatismo político, que nos hace cómplices de su ineptitud, de su incapacidad y de su irresponsabilidad. Que cumplan sus promesas o renuncien si no pueden cumplirlas en el plazo estipulado. Que cumplan las leyes como todos los venezolanos, sin excusas, sin solidaridades automáticas, con transparencia. Ya basta de tantas disculpas y dilaciones. Ya basta de que una decisión tarde meses y hasta años sin ninguna justificación. Debemos defender la inexorabilidad de las leyes, pues como decía Rousseau y repetía a menudo Chávez: "Entre el débil y el fuerte, la libertad oprime, solo la ley libera". La clase dirigente suele ser elástica en asuntos de leyes, previendo usar esta elasticidad para su propio beneficio. Si algo debe defender el pueblo es la inexorabilidad de las leyes. Que se apliquen para todos, no solo para los pendejos!. La ley no es solamente para atropellarnos, también debe protegernos!.

Un país con tantos recursos naturales (agua, petróleo, hierro, aluminio, oro, coltan, territorio agrícola, marítimo, selvas, montañas, etc.), pero especialmente con tanto recurso humano, desorientado por quienes se supone que deben orientarlo, pero que en realidad no hacen más que disfrutar groseramente de los privilegios que les permite la posición que las circunstancias de la vida les proporcionó en un momento determinado, sin importarles para nada el abandono en que se encuentra el pueblo, ni el futuro de su patria. Lo único que le preocupa a nuestra clase dirigente es disfrutar el poder y enriquecerse. Pero ni siquiera eso hacen bien, pues es más lo que colaboran para el saqueo del país por las empresas transnacionales que el ínfimo beneficio que obtienen a cambio del enorme daño causado al pueblo venezolano.

Pronto veremos que con la Auditoría Pública y Ciudadana que estamos solicitando y que, Dios mediante, será una realidad, más pronto que tarde, podremos enterarnos de ese enorme desfalco ocasionado al país, y podremos concluir que de haberse evitado podríamos, todos los venezolanos, venezolanas y extranjeros que viven en este territorio disfrutar un nivel de vida mejor que el de cualquier país del planeta en la actualidad.

Pero no podemos quedarnos en los lamentos, tenemos que continuar, a pesar de la triste historia que hemos vivido. Sobreponernos y enfrentar la lucha, mientras la justicia se impone. Como hemos dicho, afortunadamente contamos con enormes recursos de toda índole que nos permiten reconstruir el país, pero tenemos que corregir muchos errores, entre los cuales esta sustituir esa clase dominante, pero además, evitar que los nuevos funcionarios públicos terminen siendo los enemigos del pueblo y esto tiene que ser logrado mediante el ejercicio del Poder Popular. Ya tenemos, gracias al Comandante Eterno, el marco jurídico necesario para construir dicho Poder. Dicho marco jurídico nos lo proporcionan las Leyes del Poder Popular recientemente aprobadas. Tenemos que fortalecer los Consejos Comunales, las Comunas, las Ciudades Comunales, el Estado Comunal, la Economía Comunal, la Contraloría Social, etc..

No hay duda de que el Socialismo es la única vía para cambiar el rumbo de las cosas, pero debemos tener claro que el Poder Popular es la única vía que nos conduce al Socialismo. En consecuencia, solo el pueblo organizado y consciente puede encontrar el camino correcto y realizar el Golpe de Timón que anhelaba Chávez.

Está comprobado que el gobierno siente temor para actuar con decisión en el campo económico, esto le pasa a cualquier gobierno, pero el pueblo en su conjunto no se acobarda ante nada, ni ante nadie. Por esta razón, es a él a quien le corresponde tomar las decisiones trascendentales.

Hablando de economía, pensamos que el pueblo debe tener el poder de tomar todas las decisiones concernientes a la producción y distribución de todos los productos agrícolas e industriales, sobre la base de las necesidades colectivas, rechazando el lucro como la meta principal. Se deben satisfacer ante todo las necesidades reales (no inducidas) de la población. A nuestro entender, deberíamos contar con un modelo económico que básicamente tendría tres niveles:

1. Pequeñas Empresas Privadas: Se ocuparán de producir bienes y servicios que no sean esenciales, como industrias caseras, productores artesanales, pequeños restaurantes familiares, pequeños talleres de reparación y mantenimiento, salones de belleza, grupos artísticos, etc.. Deben estar inscritos legalmente, deberán dar factura a los clientes y llevar una contabilidad organizada, pero no pagarán trámites burocráticos ni impuestos. Se debe fijar un límite al volumen de ventas, capital y al número de empleados. Si se sobrepasa alguno de esos límites, deberá optar entre mantenerse como Pequeña Empresa Privada, o convertirse en una Empresa Comunal Socialista. El gobierno les brindará el apoyo y la orientación para su adecuado funcionamiento.

2. Empresas Comunales Socialistas: Es un derecho básico del pueblo trabajador, tener la propiedad de una empresa y administrarla de manera mancomunada. La agricultura, la industria, la banca, el comercio, el transporte, ciertos servicios, etc., deberían estar organizados en Empresas Comunales Socialistas, que podrían a su vez conformar redes regionales y nacionales, dependiendo de la conveniencia de las comunidades. Estas Empresas Comunales Socialistas serán de diferentes tamaños, dependiendo del número de afiliados, la actividad que desarrollen, la conveniencia y la capacidad de la comunidad. Pueden establecerse en cualquier población del país, dependiendo de su vocación y potencialidades. Los gobiernos municipales regionales, o el gobierno nacional, NO deben tener participación económica ni administrativa en dichas empresas. Tales empresas producirían los principales bienes y servicios que requiere la población y constituirían el eje central de la economía del país.

3. Empresas Estratégicas Socialistas: Existen actividades económicas, que por su complejidad, envergadura, importancia nacional, etc., como por ejemplo: la alimentación, el comercio exterior, la salud, las telecomunicaciones, la actividad petrolera, la minería, la banca nacional, la energía eléctrica, el agua potable, el transporte nacional, deben ser asumidas por Empresas Estratégicas Socialistas, con una administración central, gestionadas mediante Consejos Administrativos Autónomos. Rigurosamente auditadas, con altos niveles de eficiencia, tecnología, ética, idoneidad, honestidad y rendimiento en todos los niveles.

Como se puede comprender, dentro de este modelo económico, la sociedad en general gozará de múltiples beneficios, como son los de tener unos precios muy bajos en los artículos de consumo y servicios, no deberá haber inflación, lo cual facilitará una mejor y más equitativa distribución de la riqueza ya que no existe el ánimo de lucro que motiva a las empresas capitalistas y además, se estimulará el espíritu comunitario y solidario propios del socialismo. Por otra parte, todos los recursos naturales, los servicios públicos y las Empresas Socialistas pertenecerán colectivamente a la población. Los gobiernos locales, regionales y el gobierno nacional estarán obligados a colaborar con ellas en procura de su mejor desempeño, facilitar cursos de capacitación de su personal e importación de insumos, equipos y herramientas que requieran, vigilar que todas ellas sean administradas con la mayor pulcritud, respetando la naturaleza y cumpliendo las normas legales vigentes, los requisitos sanitarios, el pago puntual de los impuestos, etc.. Estas empresas no podrán ser vendidas a inversionistas privados nacionales ni extranjeros por ningún motivo. No podrán ser privatizadas.

En Venezuela tenemos unas cuantas empresas estratégicas, pero que NO son socialistas y solamente lo serán si fortalecemos el Poder Popular y las convertimos en socialistas. Tal es el caso de PDVSA, PEQUIVEN, CORPOELEC, SIDOR, VENALUM, ALCASA, CANTV, MOVILNET, SIBCI, BDV, que son fundamentales para apalancar el modelo económico que estamos sintetizando. La Auditoría Publica y Ciudadana que estamos solicitando, debería ser el primer paso en la búsqueda de ese objetivo.

Pero todo depende del empeño que pongamos como pueblo organizado, si es que en verdad estamos dispuestos a defender el Legado de Chávez!.

El Comandante Chávez prometió meterle la lupa a PDVSA. Lo hizo y hasta logró destronar la "famosa" Meritocracia que tanto daño le hizo al país. Pero parece que la lupa se rompió, o se la robaron y el mal, o la enfermedad, está rebrotando y ahora se hace necesaria, "una auditoría a fondo de PDVSA", que extirpe el cáncer definitivamente; lo cual no es tan fácil por la cantidad de dinero que allí se mueve, pero quién ha dicho que hacer una revolución es fácil.

De igual manera, necesitamos urgentemente "una auditoría a fondo de las Empresas Básicas del Estado en Ciudad Guayana". La gente esta lista!.

Tenemos que cambiar todo lo que debe ser cambiado. No podemos cansarnos, el que se cansa pierde y esta revolución no la podemos perder. Por nosotros y por nuestros hijos deberemos luchar por lo que inició nuestro Comandante Eterno!.

Lo demás será más fácil!.


Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente


e-mail: gilnandez@hotmail.com






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Gilberto Hernández

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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