Claro que hay corrupción, bandidaje, ineficacia, burocratismo, nepotismo y demás males cuartorepublicanos en la actual administración pública, en los Poderes del Estado, a todos los niveles, negarlo es una bobería o una hipocresía; pero... mil veces "preferimos" esta realidad anti revolucionaria, la cual debemos superar, a la posibilidad de un eventual gobierno de la oligarquía opositora, explotadora, fascista, cobarde, rastrera y subyugada a los dictámenes del capitalismo internacional.
Quienes amamos a esta Venezuela, tenemos el imperioso deber de corregir los entuertos que aún prevalecen en este proceso y atacar sin contemplación y sin complacencias de ningún tipo a las termitas que carcomen las instituciones del Estado y con ello la esperanza y el futuro de las venezolanas y de los venezolanos, más aun a aquellas alimañas que lo hacen en nombre del bolivarianismo, del socialismo y del chavismo, como por ejemplo lo son y lo practican un Julio Rodríguez en la alcaldía de Carúpano y un Erick Mago en la Asamblea Nacional. Sí, critiquemos, censuremos, exijamos como hoy nos lo pide el Presidente Nicolás Maduro, apliquemos contraloría social; ¿a dónde fueron a parar las tres R invocadas por el Comandante Chávez?, y la crítica y la autocrítica ¿qué hemos hecho con ellas?. Obligados estamos a aportar ideas, propuestas, trabajo, esfuerzo; ¡carajo tengamos la voluntad de cimentar unas bases firmes, labradas con ideología, con educación, con principios éticos y morales!.
Sólo así podremos evitar ahora, mañana y siempre la implosión del proceso revolucionario y la concreción, por parte de sus enemigos, del desastre que nos asecha. Demos nuestro aporte físico e intelectual con claridad y firmeza en procura de mantener la independencia y soberanía de esta Gran Patria, de preservar sus inmensos recursos naturales, económicos, sociales y culturales, exaltemos y consolidemos la dignidad y el bienestar de las grandes mayorías del pueblo.
¡Honremos de corazón a Simón Bolívar y demás Patriotas, hombres y mujeres, que dieron su vida por librarnos del yugo del imperio español!. Gritemos igual ¡viva Chávez!, quien hizo resurgir en nuestras almas y en nuestras mentes, en nuestros barrios y campos, en nuestro cielo y en nuestro suelo, las luchas y los logros de esos héroes y esas heroínas del ayer republicano, y quien, en los albores del presente siglo, nos señaló no solamente a las venezolanas y a los venezolanos, sino también a los pueblos hermanos del continente latinoamericano y caribeño, el nuevo y necesario sendero de la revolución hacia la justicia social. Sigamos adelante, camino al socialismo.
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