Hablemos de nuestra Revolución carajo

El Presidente Nicolás Maduro , como buen conductor, viene cumpliendo una buena gestión al volante del autobús patria. Hace los cambios de velocidad sin esperar que el motor se lo pida: no saca el croche de repente, mira por el retrovisor a ver a quien tiene en la parte de atrás, observa los laterales cada vez que va adelantar o a cruzar una calle. Cada día nos damos cuenta que el Jefe no se equivocó al pedirnos que “pase lo que pase, en cualquier circunstancias…”votáramos por Nicolás Maduro.

Maduro salió a la calle. Su alta figura de Mandatario Nacional anda por las esquinas, por las transversales, por los recodos, por las autopistas y avenidas. No pierde oportunidad para atizar el madero contra esa oligarquía frustrada que tenemos en Venezuela, porque eso parte del juego político. Sus palabras tratan de dar aliento al pueblo, a los trabajadores, a las masas y por ninguna razón deja de nombra al JEFE en su intensa admiración hasta con quiebre de voz.

Se preocupa por la alimentación del pueblo. Decenas de gandolas cargadas salen de los puertos a surtir de comida los mercados mientras FEDECÁMARAS les pide a sus acólitos que suban los precios, que escondan harina y papeltualet, que paren los camiones a las puertas de los supermercados para que cuando éstos abran sus puertas entren los lambucios a llevarse todo hasta dejar los anaqueles vacíos. Aquí en el cerro los bebedores de la cerveza que produce ACV, o sea, “frisnapolar” andan enojados con el Lorenzo Parachoques, perdón, Mendoza, porque la botellita pequeñita ya subió a diez (10) bolívares. Seguramente que Lorenzo y Pepita, perdón, Mendoza dirá que esa no es su culpa, pero si es, porque durante años ha enviciado a los pobres con esa muerte embotellada al extremo que algunos en el golpe del 2002 escribieron grafitis en parabrisas y paredes que decían:

“con mi cerveza no te metas” ¿ha visto usted semejante muestra de sumisión a un VENENO?

Quiero aclarar que no soy jala bola profesional, pero acudo a la verdad y además tengo un PhD en bolas criollas. El Presidente Nicolás Maduro hace el trabajo. Es palpable su enfrentamiento a la INSEGURIDAD, en donde por cierto no mueren los ricos sino los pobres, pero ellos, los semi oligarcas – ni a eso llegan-se quejan, gritan, abren las bocotas como pocetas nuevas para exclamar, ay, la inseguridad nos mata Fifí, pero por las calles de sus lujosas urbanizaciones nunca pasa un carajo; se matan son los pobres en las ciudades y en los barrios… pero bueno es un deber que Nicolás cumple con verdadera pasión…quiere la paz y la calma en el pueblo venezolano.

La Revolución necesita el apoyo de quienes se hacen llamar REVOLUCIONARIOS, empero con dolor leemos que estos “revolucionarios” se pasan la vida escribiendo sobre vainas que nada tienen que ver con la RB. Utilizan los espacios que deben ser para este maravilloso proyecto en cuentas personales; ”Le respondo a Santiago Niños que lo que escribió la semana pasada en su artículo sobre la Magnánina filosofía del cangrejo desértico, no es verdad, eso más bien tiene trazos de perogrullo intrínseco sobre la materia escatológica”

Por otro lado sale una niña intelectual que “Yo me salí de la MUD, porque era MUD…y malasangre y eso va contra el proceso”, ¡claro! Yo que apenas soy un pescador de inteligencia ajena en el río del amor, no soy igualmente quien para decirles a los demás que es lo que deben emborronar en pro de la RB, pero, coño, pana no me la jodassss, dedícale una notita, una notita a la REVOLUCIÓN y deja el chisme carajo…


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

 legavicenta@gmail.com      @legavicenta

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