Nuestra Revolución esta ya crecidita para montarse mojones de Encuestas gratificantes, que se mezclan y derivan, con estrategias, intereses o no, de los complicados mecanismos de la tormenta social que vivimos desde el momento en que Chávez pronunció: “Por ahora”. ¡Ah, pero es que las encuestas favorecen la candidatura de Chávez! ¿Y,? ¿Qué pasa con eso, camarada? ¿Van conducir las Encuestadoras en estas elecciones tan cruciales el pensamiento socialista , el combate de ideas, la consolidación y encuentro del pueblo, su disposición al combate ante las embestidas continuadas de la derecha? ¿Debemos bajar la guardia por los cantos estadísticos sumándonos al triunfo estadístico de Chávez por 15, 20, 25 puntos muchos días antes de las elecciones? ¡Ni de vaina. yo no lo creo!
Es más, ante esa circunstancia aparentemente favorable y feliz, me pongo más en guardia. ¡Se me abren todos los sentidos! Y no es que sea un paranoico definitivo. No, soy un simple mortal que ha aprendido una lección simple: la derecha siempre se arrojará sobre las gargantas de los partidarios de la revolución bolivariana utilizando cualquier medio para lograr sus fines. Y cuando digo “Cualquier medio” me refiero, en un marco global, a unas encuestadoras que pueden formar parte de un plan mediático narcotizante , donde el tiempo político de la Revolución se dedique a ellas, a sus interpretaciones y no a la esencialidad organizativa, orgánica, amorosa, radical, objetiva y combativa de todo el pueblo socialista en el esfuerzo descomunal que tiene un propósito único: que Chávez logre su triunfo avasallante el 7 de octubre.
Debemos saber quiénes somos – un pueblo que, en este momento, es un paradigma ante el mundo, la mejor opción ante un futuro que pretenden manejar las Corporaciones y Banqueros- (Futuro de Capriles Radonsky que lo exige olvidando el pasado, para que desechemos lo vivido y nos veamos obligados a repetir la historia). Yo, humildemente, asumo que sobre los cantos de sirena y de ballena de las Encuestadoras, debemos alertarnos sin tregua, dormir menos y meternos a fondo en la organización de los distintos componentes de la estrategia electoral del PSUV. Imbricarnos al extremo con las tareas, búsquedas y esfuerzos del Comando Carabobo. Yo, tengo diez amigos que voy a cortejar hasta el Centro de Votación. Me voy a levantar el 7 de octubre, a las 2.00 a.m. y desde esa hora los llamaré, acosare, buscare y llevaré al Centro de Votación. La batalla del 7 de Octubre se puede comparar a Boyacá, a Carabobo, Pichincha, donde vencimos al mayor Imperio de la época. Como ocurre ahora. Así, voy a llamar con insistencia a mis diez amigos-que es lo que me toca- hasta que voten. Ellos responderán, insultarán y harán chistes.
Y en ese esfuerzo no estará ninguna encuestadora pues creo que en nuestro destino forman parte de todo lo engañoso a lo que nos debemos enfrentar día a día. Seré yo y ustedes, superando todo y echando el resto por el Comandante Chávez.
*Dramaturgo
rodolfosantanasalas@gmail.com