Con Motivo del dia de la Juventud

Ser radocal es ser revolucionario

A 200 años de nuestras independencias y medio milenio de dominación occidental.

“..que la palabra sin los pasos es una palabra muerta”…
Alí Primera en su canto-revelación por Haití.

Digamos, que aquellos que no ven ahora mismo el desembarco de Alejandro Petión, junto con Miranda y Bolívar en las costas de Haití, son ciegos del alma. Es la resistencia cultural, resistencia política, moral y espiritual para denunciar la más cobarde de las ocupaciones en toda su historia: esa nueva ocupación norteamericana, hoy denunciada por sus propias mujeres en las calles estrujadas por el terremoto. Mientras sus niños tiemblan de miedo y clavan sus ojos al cielo ante un nuevo secuestro del poder blanco. Usan todavía la caritativa y paternal figura, de las adopciones, donde puede esconderse la nueva esclavitud infantil del siglo XXI. Pero ese pueblo está harto ya, de padrastros y madrastras.

Por eso, más allá de preguntarnos cuantas veces mueve las alas el colibrí, preguntemos por ejemplo, que estamos haciendo por Haití.
…..
“porque a los tibios los vomitará el cielo”… (Decía ese hijo de carpintero, que sólo sabía andar con y educar a prostitutas, publicanos y pecadores). El mismo que sentenció a los ricos y les dijo que por sus frutos los conoceréis. Y ahora tenemos como frutos la destrucción de la vida y del planeta, la destrucción de pueblos y civilizaciones diferentes.

SER RADICAL ES IR A LA RAÍZ (Marx)

-“Ser radical es ir a la raíz” de los problemas, ver de fondo todo el sistema dominante, desde adentro y desde fuera, cómo es su estructura interna, cómo funciona, en su andamiaje económico, social y político, en su cultura y visión del mundo; cómo combatirlo y destruirlo, cómo sustituirlo –radicalmente- en una revolución. Cómo se reproduce en nosotros mismos y en la realidad social. Cómo “hacer la revolución en la revolución”.Porque “cierta izquierda de ayer es la derecha de hoy y mucha izquierda de hoy puede ser la derecha del mañana”.

INVENTAR EL SOCIALISMO-Cómo “inventar el socialismo”. “Inventamos o erramos. La América no debe imitar a Europa y ser original”.Pero inventamos prioritariamente desde dentro, en la lucha social para encontrarnos con nosotros mismos. Afianzados en la cultura propia y la educación propia y los idiomas maternos, tejiendo nuevas formas de convivencia y solidaridad con espíritu intercultural y fraterno.

INVENTAR NO ES PARTIR DE CERO

-Inventar no significa partir de cero, sino desaprender lo aprendido y reorientar el conocimiento en el nuevo proyecto histórico, sistematizando desde una praxis concreta. Desde las raíces de la tierra, de la cultura y de las sociedades. Desde distintas lógicas populares alternativas a la lógica del capitalismo.

SER RADICAL ES SER INCLUSIVO
-Ser radical es ser inclusivo: No hay inclusión política, económica, social, educativa, sin inclusión cultural, sin inclusión de la cultura propia y de la educación propia.
-Y para ser inclusivoS hay que comenzar por incluir los más excluidos e históricamente más arraigados en los países colonizados. Viaje endógeno: de adentro hacia fuera, de abajo hacia arriba. Es una cuestión de filosofía de vida o muerte. Es la vía primaria para encontrarnos con toda la humanidad desde nuestra propia humanidad. Porque si nos volvemos ciegos, a nosotros mismos y a la humanidad,¿qué ocurre? “si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo”.

A LOS TIBIOS, POR INDECISOS Y REFORMISTAS LOS VOMITARÁ EL CIELO
-Los ni-ni, los tibios, los vivarachos, los oportunistas no son radicales. No van a la raíz. Se quedan “haciendo remiendos de tela nueva en paño viejo”. Son reformistas o indiferentes y “a los tibios -dice el Evangelio- los vomitará el cielo”.

Son incapaces de tomar su propia cruz en la cruz del pueblo.
Y en la cruz del planeta. (Nunca se imaginó el mesías, que junto a Él la civilización occidental “cristiana” iba a crucificar a los “indios sin alma” de todos los continentes, a las mujeres, a los niños de Haití, a los animales y las plantas, a las piedras, los ríos, las montañas y los mares del planeta)
“Esos cristos azotados de las Indias”, expresaba Fray Bartolomé de Las Casas.

NO SE PUEDE SERVIR A DOS SEÑORES
(“No se puede servir a dos señores, a Dios y a las riquezas”: hay que definirse y actuar en la vida de cada día, en la mitología de lo cotidiano. Sentir la magia y el azufre de lo vivido. Vivir sabiendo –y sintiendo- que vives. O amar viviendo, vivir amando como lo soñaría Whitman.
-Los in-diferentes son seres que no toman partido ante las injusticias. Les da todo igual. Son cómplices del desorden establecido. Son políticos cómodos, cobardes y acomodaticios. No son, como ellos creen, seres a-políticos. Su “dejar hacer-dejar pasar” los inscribe en la médula de la lógica capitalista. Son políticos al servicio de los más fuertes, de los poderosos. (“El que calla otorga”) Son su ala invisible e imperceptible. El ala invisible de la política de los escribas y fariseos hipócritas. Así como existe el ala extremista, digo del otro extremo, de los jala mecate para hacer el trabajo sucio del sistema, de sus frutos de crímenes, torturados y desaparecidos. De pueblos y civilizaciones enteras destruidas.

LOS INDIFERENTES NO SON LOS MANSOS DE QUE HABLA EL EVANGELIO Y TAMPOCO LOS INGENUOS

-Si algún día pudiéramos entender:

-Que muchos cristianos, cuando no están en la revolución, tienen una indigencia social. Hambre de participar en luchas sociales y políticas. Y hay que saber entrar en sintonía con esa particular sensibilidad espiritual y humana.

-Que muchos revolucionarios, flagelados por la frialdad consumista de la sociedad capitalista, llevan por dentro una indigencia espiritual quemante, que el sistema aprovecha para reenviarles sectas religiosas Made In Usa como ejércitos invisibles y verdaderos opios de los pueblos. Indigencia espiritual que tiene mucha más fuerza que el hambre estrujando nuestras vísceras para motorizar su autodestrucción personal y masiva, como lo único que puede ofrecerles el sistema para mitigar su hambre existencial (olvidando aquello “de que no sólo de pan vive el hombre”) Quiere decir que el hombre vive de pan, ojo, pero no sólo de pan. No hay un desconocimiento de las necesidades primarias, porque tuve hambre y me distes de comer, estuve desnudo y me vestisteis. Y cuando hiciste eso, con uno de tus hermanos, también lo hicisteis conmigo.

-Que muchos jóvenes hoy, privados de su geografía y de su historia, deslocalizados en la geografía y en la historia de sus propios orígenes, por obra y gracia de la ideología tecnocrática neoliberal, en su vacío espiritual son víctimas de la droga y de los video-juegos y de otras artimañas de la telemática. Verdaderos hijos de la música estridente y la comida chatarra para mantenerlos siempre fuera de sí –enajenados- ensordecidos en un carnaval sin término (o por reacción, esoterizados y amurallados en su propio egoísmo, de una cultura de evasión que nos expulsa del presente para robarnos el pasado y usurparnos el porvenir).

-Que la humanidad tiene una gran indigencia planetaria, de salvación de la Madre Tierra, de la biodiversidad y de la conservación de la especie humana. Pero todavía no percibe la gravedad inmediata, la señal de alarma. El semáforo en rojo en el ojo de Inti, del Sol Padre y en los ríos de lágrimas de las tortugas y de la Pachamama.

“Cautos como la paloma y astutos como serpiente”, pero, nunca pendejos.

-Los in-diferentes (los ingenuos y los sumisos) no son los mansos y los limpios de corazón de los que habla el evangelio. Esos acomodaticios dicen que lo que está sucediendo y por suceder ya está escrito en la Biblia para no hacer nada y seguir de brazos cruzados crucificando el planeta. ¡Ay de vosotros, máscaras de cobardía y de cinismo! O nos dicen que está escrito en Nostradamus o en las profecías mayas. No entienden que los verdaderos profetas no son lacayos de los imperios, ni anunciantes de hechos cumplidos para adormecer los espíritus. Las profecías son una fuerza –de apariencia invisible- para sacudir tanta modorra y estremecer las montañas. Son advertencias y llamados a la conciencia humana para probarla en el reto de las grandes rectificaciones.

-Los ingenuos, los sumisos y los indiferentes son seres moldeados a imagen y semejanza del sistema, y según sus intereses: no tienen identidad ni personal, ni colectiva, son seres anónimos, réplica humana de las sociedades anónimas, individualistas hasta la pared de enfrente. Aplanados mentalmente por las teologías de la dominación y rematados por la dictadura mediática global. Serán “hombres-masa”, amorfos, incoloros e insípidos mientras permanezcan anclados en su propio remanso, sin dejar correr las aguas de los riachuelos que alimentan los grandes ríos, los grandes mares y océanos. Deben dejar de ser alimento para la luna, como lo son todos los lunáticos fundamentalistas. Los indiferentes y los lunáticos son los extremos de un mismo fundamentalismo: el fundamentalismo capitalista. Así como el fundamentalismo capitalista y el fundamentalismo estalinista se complementan para hacerle la contrarrevolución al socialismo del siglo XXI, vedando y clausurando el apoyo de la resistencia socialista ancestral de toda la humanidad, en todos sus tiempos históricos. Y en todos los continentes: los indo-socialismos históricos, que han servido a esa tensión dialéctica entre historia y sueño, entre ciencia y utopía, entre ciencia y poesía. Entre mito y ciencia, sueño y realidad.

Detrás de la indiferencia –y la ingenuidad de los tontos útiles- pueden ocultarse las peores serpientes, las más venenosas (del agua mansa, líbrame Dios, que de la brava me libro yo). Con el perdón de las serpientes.

LOS FUNDAMENTALISTAS NO SON REVOLUCIONARIOS

Encontramos que en la sociedad civil, el peor insulto es decirle indio a alguien, (con el fin de negar al indígena, sus descendientes y los históricamente más arraigados, como sujetos del territorio). En el mundo militar el mayor insulto constituye en decirle al otro militar “civil”. (para convertirlo en frías máquinas de matar). En otro espacio, las derechas fascistas oponen al pueblo/pueblo la llamada “sociedad civil”. Y la sociedad civil está en las colinas, el “perraje” en los cerros. Sin embargo el fascismo es la interferencia clara del poder civil por el poder militar como ha ocurrido en Chile, tanto por vía dictatorial y su continuidad por la vía de la democracia formal, representativa. Hemos tenido un pinochetismo por la vía de la dictadura y por la vía de apariencia democrática y donde el pueblo mapuche amenazado de genocidio es señalado como supuesto “enlace” de las FARC. De allí que se le apliquen hoy códigos y reglamentos de la época de la dictadura.

-Tenemos el deber de estar desmontando, de instante en instante –y todos los días- cualquier fundamentalismo, cualquier racismo o intolerancia que pueda estarse instaurando en nosotros. Y ubicándolo en cualquier lugar donde se encuentre:

-Los fundamentalistas, los fascistas, los manitas blancas, los racistas y eurocéntricos, los hispanocentristas, los fundadores de los apartheid, los guarimberos, los sionistas, los foquistas, los estalinistas, los extremistas, los desarrollistas, los militaristas, no son radicales, no son revolucionarios: los extremos se juntan, sus miradas fragmentarias e inmediatistas de la realidad, les impide ir a la raíz y atacar los males del sistema en profundidad. Lo decimos desde el surco fecundo de cualquier filosofía india. O son tacticistas o son estrategicistas, perdiendo el tren de aterrizaje en la realidad concreta con sentido del futuro. No saben instrumentar el pasado en función del presente-futuro. Viven de la mesa servida de esa cultura de evasión de los video-juegos que acaba con la vida ante nuestros ojos.

NADIE ESCAPA A LOS FUNDAMENTALISMOS, POR INDUCCIÓN COLONIAL O POR RESISTENCIA

-De allí que todos, de una forma u otra, por inducción colonial o por rebote contra el colonialismo, siempre tenemos algo de este fanatismo y ceguera del sistema, que constituye su verdadera esencia fundamentalista. “El que se encuentre del todo libre de toda culpa, que arroje la primera piedra” (a menos que se trate de gente tan espiritual y tan impoluta y libre de toda culpa como la Conferencia Episcopal Venezolana). Todo integrismo, todo fanatismo, cristiano, judío, musulmán, agnóstico o ateo, sea del Estado, etnista, de género, de la “sociedad civil” o militar, es más de lo mismo. Hay que romper modelos, de raíz. Hay que aprender a volar con la altura, el arrojo y la libertad de las Águilas, metiéndole el pecho como energía limpia a la fuerza desatada de las tempestades.

LO QUE DEFINE AL REVOLUCIONARIO NO ES SOLO ESTAR SOBRE LAS ARMAS

-Lo que define a un revolucionario no es simplemente estar sobre las armas sino su condición humana íntima, su formación personal, comunal y familiar, su compromiso orgánico con sus pueblos, su espíritu de solidaridad internacional. Muchos revolucionarios han bajado de la montaña y al tomar el poder se han comportado igual o peor que la misma derecha. ¿Dónde quedó la formación humana? ¿y la ideológica y política?

REVOLUCIÓN PACÍFICA PERO NO DESARMADA

“La revolución bolivariana es una revolución pacífica, pero no desarmada”.Hugo Chávez. La unidad cívico-militar, la formación de las milicias bolivarianas, como factor de disuasión en un país de la OPEP que guarda las mayores reservas de petróleo en el mundo es una tarea inmediata y esencialmente revolucionaria ante el envalentonamiento del imperialismo norteamericano y de las oligarquías criollas.
Recordemos que Suiza preparó sus milicias desde el siglo XIII como factor de disuasión. Y Hitler pasó sobre Suiza bajo el respeto o de lo contrario debería sepultar un pueblo completo bajo los escombros de la guerra. De eso se trata hoy, del triunfo de la vida sobre la muerte.. Es el significado real de la consigna patria, socialismo o muerte, venceremos…

DEL LORITO “UN OJO DIMOS” A LA UNIVERSIDAD CONVENTO O CLAUSTRO AMURALLADO

.Nadie se salva solo, es la mentira del lorito del individualismo capitalista. Y no estamos exhaltando con esto un autogenocidio o haciéndole el juego a la ideología de un karma colectivo. La salvación es colectiva, la posibilidad de disuasión con el concurso de todo el pueblo.

-Es el famoso cuento del lorito que decía parado en la parte más alta del mástil de un barco en pleno hundimiento, que viendo aquel amargo naufragio en alta mar, gritaba:

-Se fregaron, se fregaron, se fregaron! (con el perdón de los loritos, que nunca son así)

En medio de aquella algarabía, sintió que el agua le llegaba también a la planta de sus propios pies. Y por la extrema urgencia, cuando ya era tarde, cambió el discurso individualista por uno más inclusivo y exclamaba con un nosotros, antes ajeno a su propia vida:

-. Un ojo dimos, nos jodimos..nos jodimos..

Ya no podía, el lorito, como el violinista en el tejado, sostenerse por su propia música, desde las notas de su propia armonía. Cuando perdemos la armonía con los demás, la perdemos también con el universo Y viceversa. Uno y diverso. Uni-di-versidad. Llegamos a ese claustro amurallado, que es ahora nuevamente nuestra Real y Pontificia Universidad Central de Venezuela. Con sus cancelarios y sus carceleros y expropiadores del conocimiento personal y colectivo. Mientras que… todavía celebran con la euforia de sus “manitas blancas”, la caída del Muro de Berlín. Pero ahora vuelven a cercar la Ciudad de Jerusalén y a promover el genocidio y la diáspora Palestina, con el silencio y complicidad del anticomunismo mundial. Por el contrario, asistimos a nuevos amurallamientos de nuestras propias universidades autónomas. Y cuando una universidad pierde otra vez su propio orfeón, esta vez por un autogenocidio de sus autoridades rectorales, la ausencia de lo uno en lo diverso sólo trae monotonía y muerte del conocimiento o imposición del discurso del pensamiento único neoliberal, cada vez en muy pocas manos. Olvidan como quienes olvidaron que Jerusalén es una ciudad sagrada para el islam, el cristianismo y el judaísmo, al mismo tiempo, amén de patrimonio común de la humanidad. Todo el que se enreja o se amuralla olvida todo esto: el concierto de la verdadera uni-versalidad. Y vuelven a refugiarse en sus castillos medioevales, bajo la máscara de una falsa universalidad para esconder la unilateral globalización del capital, porque ahora, Caracas es “la barbarie” y ellos son “la Civilización”, “la Casa de Luz que vence las sombras”. La privatización de todo lo que nos es común es el último grito de desesperación de un sistema moribundo, el capitalismo. Caracas será ahora palestinizada, por obra y gracia de su Universidad Central privatizada de hecho, contraria a derecho. Caracas irá a encontrarse con María Lionza en las afueras de la autopista, fuera de la Ciudad Universitaria. Porque esta diosa aborigen ya fue expulsada desde nacimiento de la Ciudad Universitaria de esa casa de estudios, bajo pretexto de confundir “la civilización” con “la barbarie”. Pero la civilización y la barbarie son caras distintas del mismo cuerpo de opresión y represión de la cultura occidental “cristiana” desde sus nupcias con el imperio romano hasta hoy. Es el secuestro de la libertad de cátedra bajo el discurso único de lo grecorromano y de lo judeo-cristiano, para descalificar a las otras civilizaciones.

SER RADICAL NO ES UNA EQUI-DISTANCIA (que no es ni lo uno ni lo otro, ni chicha ni limonada)

Ser radical, no es una equi-distancia, una neutralidad sino una opción política-ideológica, ecopolítica y geoestratégica concreta, de raíz. Enraizada en el pueblo/pueblo. En el compromiso con un proyecto histórico, en proceso de invención participativa y protagónica en un país multiétnico y pluricultural. Con vocación intercultural.

-Ecopolítica: prioridad de la vida nuestra y la del planeta sobre la muerte.

-Geoestratégica: no podemos seguir deslocalizados por la locura de la lógica capitalista. Debemos saber el terreno que pisamos, de donde venimos, donde estamos y hacia donde vamos. Desde que contexto marchamos, avanzamos, nos estancamos o retrocedemos. No hay geoestrategia válida sin ecopolítica: necesitamos evaluar los daños de las guerras imperiales progresivas a la vida del planeta y a nuestra propia vida. _Cada vez más las guerras imperiales son más y más desvastadoras de la población civil y de la ecología. Basta leer la “Introducción a la ecología” de Antonio Brailovski para entenderlo. Espejo hoy: Irak, Palestina, Afganistán.
-La equi-distancia de ciertos aliados “moderados” del capitalismo de Occidente da para hablar incluso de “neutralidad-activa” (como lo hace ahora la Presidenta electa de Costa Rica). Son como los paraísos fiscales, respiraderos de la corrupción capitalista y moderación para ocultar la complicidad (recordamos el papel de Arias al servicio de los golpistas de Honduras?).
-Los reformistas no son radicales. Se quedan en la superficie, quieren maquillar y restaurar el capitalismo. Buscan colorear los “sepulcros blanqueados de los escribas y fariseos hipócritas”. Se quedan ahora en la tecnoburocracia. Buscan estancar o hacer retroceder la revolución. “¡Deja que los muertos entierren a sus muertos!”
-Los fundamentalistas son individualistas o colectivistas ciegos, despersonalizados y despersonalizantes: intolerantes, sectarios, masificantes, no dialogan, se sienten con la verdad absoluta y sólo aspiran a ser oídos sin necesidad de ver, oír, sentir y pensar en el seno del pueblo/pueblo. No tienen espíritu de cuerpo con el pueblo/pueblo, ni con la Madre Tierra. Son microcosmos divorciados del macrocosmos.
El que ve de fondo, lo específico y lo global, el que siente, medita y piensa en compromiso orgánico con los pueblos y sus equipos de trabajo, desarrolla simultáneamente la praxis (teoría y práctica). Sale de la ortodoxia a la ortopraxis, a una historia y una sociedad vivas. (“Déjenme decirle a riesgo de parecer ridículo…) ¿te atreves a completar con tus propios labios esta frase?

AL REENCUENTRO CON NUESTROS PROPIOS ORÍGENES DESDE EL PRESENTE HISTÓRICO

-El socialismo del siglo XXI para no degenerar en nuevos fundamentalismos debe nutrirse de nuestras propias fuentes históricas, culturales y sociales y de lo más avanzado del pensamiento de la humanidad actual. Aclarando que nuestras propias fuentes son tan universales como las más lejanas o extendidas, porque están en la médula espinal del movimiento concreto de lo histórico y de lo social. En cambio, todo lo que se vuelve euro-centrista, se esclerosa, son como células muertas que castra el sentido de universalidad. Lo más –aparentemente- lejano de nuestro pensamiento se hace universal en nosotros cuando la humanidad se encuentra con ella misma. Por eso Haití, Palestina, Irak, Afganistán, Honduras, están aquí mismo, se vuelven nuestra propia carne y sangre y alma. Se hacen próximos, prójimos, palpitan con nosotros en el aquí y ahora de la política y en la historia de ayer y de hoy: Petión, Bolívar y Miranda vuelven a encontrarse. No hay distancia, lo que le ocurra al otro, me ocurre a mí. (“Y lo que diga de mi lo digo de ti porque lo que yo tengo lo tienes tu y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también”. Walt Whitman). No importa en qué lugar del mundo esté. Sin embargo la mejor política internacional de un revolucionario o de un Estado Socialista, no sustituye nunca la política interna.- Los nacionalismos unilaterales, que desconocen la realidad y la solidaridad internacional son tan ciegos como los internacionalismos unilaterales, que desconocen las necesidades inmediatas de sus propios pueblos. Ningún extremismo es revolucionario. El cuento de que Chávez está regalando todo, olvida todo lo que le hemos regalado -o nos ha robado- el imperialismo y los imperios occidentales. Y olvida el sentido de la reciprocidad y complementariedad, más allá de la circulación de mercancías. No conocen la nueva doctrina del ALBA, del nuevo amanecer.

-Los fundamentalistas o se quedan en el pasado, se limitan en el presentismo ingenuo de vivir lo inmediato o suprimen la historia en nombre del futuro, sepultando su propia identidad personal y colectiva: solo tiene identidad ante sus propios ojos, la adoración o el fanatismo del aparato político-ideológico, religioso, étnico-nacional, racial, clasista o de género.

Los fundamentalismos extravían las luchas sociales:
-Por ejemplo,
-Hacer un racismo al revés, queriendo superar el racismo.

-Hacer un etnocentrismo al revés queriendo superar el euro-centrismo occidental dominante.

-Hacer un malinchismo (culto y adoración del extranjero y autodesprecio del nativo) bajo pretexto de combatir la xenofobia (el odio e intolerancia hacia el extranjero). Y viceversa, profesar desde un ultranativismo el odio al extranjero. El endorracismo, la vergüenza étnica y de clase pasan de la sumisión a la agresión o al revés, de la agresión a la sumisión. El resentido social y afectivo y el avergonzado de sí mismo, no es un revolucionario: “es instrumento ciego de su propia destrucción”, es el ignorante. “Ni una gota de odio por mí, hijo mío, no derramar siquiera la sangre que hay en un colibrí”, dirá el poeta Andrés Eloy, el que pidió al pintor del cielo, pintar un ángel negro y un ángel indio.. (y yo pediría, quitarle por fin al Diablo ese color “negro haitiano”, negro cacao o en todo caso piel roja o amarillo, que le puso algún día un pintor blanco, algún pontífice romano y finalmente Pat Roberson).Como dice Galeano, no podemos seguir descargando en Haití –o en los indios americanos- todos los pecados de la humanidad y mucho menos los pecados del capitalismo eco-etno-genocida y patriarcal, racista-clasista, imperial e imperialista.

REIVINDICAR LAS CIVILIZACIONES ORIGINARIAS DEL PLANETA PARA PRESERVAR LOS ECOSISTEMAS

-Es parte de nuestra ceguera autodestructiva desconocer la existencia, la vida y presencia actual de los pueblos originarios y de los ecosistemas, es nuestro propio desconocimiento como humanidad misma y como parte del reino animal, vegetal y mineral. Somos contemporáneos de los pueblos y sociedades originarias de América y el planeta y ellos hoy no constituyen, como lo vende el capitalismo, una presencia arbitraria de la prehistoria en la historia, de la infancia de la humanidad en la supuesta humanidad madura.¿Y por qué si es tan madura está acabando con el planeta? Por el contrario, los pueblos originarios han madurado en alianza con la Madre Tierra: no con el carburo, la pólvora, la dinamita, con la edad termonuclear o con la era digital. Ellos son, el nosotros mismos que debemos auto-reconocer ante el espejo del río.

Y sigamos con las desviaciones:
-Hacer de la equidad de género un machismo al revés. Hay que entender bien eso de la igualdad en las diferencias. Es una lucha legítima, cuya resistencia tiene 5000 años.

-Hacer de la lucha ambiental una supresión de la humanidad del hombre y de la mujer (cosmocentrismo) para ver solo el mundo mineral, animal y vegetal, desconociendo su propia humanidad, la anulación de su propia espiritualidad de microcosmos en comunión con el macrocosmos.

-Hacer de la lucha por el humanismo un desconocimiento en redondo del hombre/mujer como parte de los seres vivos del planeta y desconocer los derechos del ambiente (antropocentrismo extremo.)

-Hacer de la lucha por la defensa de la ciencia un fundamentalismo cientificista, una religión de la ciencia (positivismo, neopositivismo, ideología tecnocrática).

-Hacer del reconocimiento de las estructuras sociales un estructuralismo frío que suprima la historia, las humanidades y las relaciones no antagónicas con la madre naturaleza: afirmar sólo la historia o la cultura para desconocer las estructuras sociales en la coyuntura histórica concreta o desconocer la coyuntura para ver sólo el largo plazo.

-Encerrarse en su mundo localista, regional o nacional para desconocer la realidad internacional y mundial; o ver sólo lo internacional para desconocer su realidad nacional y local inmediata.
-Y ojo. En lo personal ¿podemos seguir diciendo que el revolucionario es una especie de “hombre o mujer superior” que “se eleva” por encima del hombro del hombre común y corriente? ¿los demás son “masa” y yo soy el líder, el dirigente? ¿A dónde ha conducido esa “buena conciencia” del revolucionario y esa condición de “bueno”y “ser superior” del supuesto cristiano que paganiza al otro-diferente para no verlo como su prójimo? El que no es cristiano, es pagano, el que no es marxista es hombre-masa, el que no es judeo-cristiano y grecorromano, simplemente, no es hombre. No nacieron para mandar sino para obedecer. (A lo Cantinflas “armaos los unos contra los otros”). Aunque su buen humor, solo llegó al populismo de la pseudorrevolución mexicana, castrada por la social-democracia del PRI y su entrega a los Estados Unidos. Estamos a un siglo de este encubrimiento y usurpación de la Revolución mexicana, donde había que dejar de ser indio para ser mexicano, así como el hermano indio Luis Ninamango nos habla de un Encubrimiento y usurpación de América a partir de 1492.
-¿Corresponde a los pueblos juzgar a sus profetas y libertadores?... Sí, en un sentido, pero no en nombre de una abstracta y liberaloide “soberanía del pueblo”. No por boca de los Judas y los Poncio Pilatos. Porque los pueblos, víctimas del terrorismo mediático pueden volver a crucificar a sus profetas y liquidar a sus libertadores. Ni la voz del pueblo es siempre la voz de Dios, ni la Academia es siempre la casa de luz que vence las sombras. Nada es más particular de esta época que ese refugio del fanatismo político y religioso y religioso-político en las Academias.
-La soberanía popular es irremplazable, pero debe tener diversas lecturas dentro de una visión multilineal de la historia, del conocimiento, de las sociedades y del desarrollo.
-No es sólo el antagonismo entre luz y sombra, sino el claroscuro por donde se penetra y asciende entre luces y sombras el conocer de la convivencia íntima. Pero en ese claroscuro no hay ambivalencia, no hay equi-distancia, no hay neutralidad ideológica, sino tránsito radical, buscando la raíz más profunda y el copo más elevado del árbol de la vida en el proceso de construcción participativa de una nueva espiritualidad. Ver el bosque sin perder de vista el árbol.
¿Quién no disfruta de la buena sobra de un frondoso árbol de la sabana ante un sol que llora su propio mediodía? Preguntaba el indio Guacamayo Guaitero a un deslumbrante sobaco ilustrado de academia, desde el claroscuro de la academia de lo plenamente vivido.

¿Y quién es capaz de vivir y convivir siempre –a toda hora- con la luz prendida, sin derecho al sueño y al reposo y a ver y contar las estrellas en la noche?¿Es que necesitan la luz de noche hasta para hacer el amor? Preguntaba con picardía hace algún tiempo el poeta y maestro lingüista Esteban Emilio Mosonyi, reivindicando la noche como la otra mitad del día y como hemiferios de un mismo cuerpo celeste.

Y así, la cultura del ruido, tampoco deja lugar a la cultura del silencio y la contaminación sónica es parte del stress. Parodiando al poeta Mosonyi ¿es que necesitan una música estridente hasta para poder hacer el amor?

Bienaventurados los que oyen y los que ven y todavía pueden escuchar al otro y escucharse a sí mismos. Estos fundamentalismos, antes señalados, sólo crean lunáticos, seres fuera de sí, enajenados, sin ninguna posibilidad de autorreconocerse. En ellos mismos y en el otro.

Caracas, Los Teques, Tierra de Guaicaipuro: 12 de febrero, Día de la Juventud de 2011.

(*)Coordinador del Proyecto Intercultural Guaicaipuro

guaicaipurosrr07@hotmail.com


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Saúl Rivas Rivas


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