Las cinco “R” que minan la Revolución

El proceso Bolivariano está flanqueado por las cinco erres de la contrarrevolución, nacidas y criadas en el seno mismo de este proceso. Estas cinco erres le encajan un puñal en el corazón a las esperanzas de socialismo y las ponen de rodillas frente al imperialismo norteamericano, que disfruta y se complace de que los líderes del proceso Bolivariano se apeguen a estas cinco erres. Y estas no son otra cosa que la aRrogancia, la ignoRancia, la flojeRa, la coRrupción y los quintas columnas.     

      La aRrogancia o prepotencia se caracteriza por un autoritarismo y humillación constante hacia los trabajadores y el pueblo. La prepotencia viene impulsada por un arribismo exacerbado por mantenerse en el poder que hacen del oportunismo, el protagonismo, la demagogia política, el autoritarismo y las marchas forzadas de los trabajadores para “hacerse notar” (desvalorizando luego el trabajo del equipo) su instrumento y su fin. La consigna es mantenerse en el poder a toda costa y hacerlo notar a todos.

      La ignoRancia se caracteriza por echar a un lado a todos aquellos que conocen de la materia (calificándolos de escuálidos) para luego imponer posiciones, ideas o tareas que rompen con la continuidad administrativa de gestión de las políticas públicas de los Ministerios y empresas del Estado. Esta falta de continuidad administrativa de hecho entorpece toda posibilidad de construcción del socialismo. Pero, esto tiene su raíz en la forma en que son designadas las autoridades: a saber, grado de amistad o cercanía a las autoridades. La planificación, el seguimiento y el control son palabras huecas y sin sentido en los organismos públicos: de aquí el peligro de esta erre. La ignorancia impone la prepotencia por un lado y por el otro la sumisión dentro de la administración pública. La mala gestión es sustituida por el show, la mentira y los proyectos que no cuajan. En la ignorancia los intereses personales y las amistades se privilegian sobre la construcción del socialismo.

      La flojera es el tercer elemento contrarrevolucionario. Muchas son los Ministros, Gobernadores, Alcaldes o Presidentes de empresas públicas que en virtud de que lograron su designación por amistad o cercanía a las autoridades y resultan inmunes a toda responsabilidad sobre su mala gestión por esa amistad o cercanía; entonces, no tienen el menor interés en aprender acerca de las responsabilidades de “su” cargo ni por ejercer el papel que tienen en la construcción del socialismo. La demagogia de palabra sustituye a la construcción de patria. A estas personas no les interesa aprender cómo gobernar e implementar una política pública que permita construir el socialismo porque de ello no depende su cargo, como tampoco de lo que diga el pueblo. Para estas personas mantenerse en la ola de la amistad es lo más importante. No existe nada que los obligue a aprender; por eso reina la ignoRancia, la flojeRa y la aRrogancia o como dijera un viejo revolucionario las tres erres de la desesperanza cuarto republicana.

      La coRrupción es el elemento dinamizador de la contrarrevolución y la carencia de responsabilidad su arma más letal. La corrupción en todos los niveles y formas minan la construcción misma del socialismo al minar la moral y la conciencia del pueblo. Al corromper se vende y se compran las almas del pueblo. El chantaje político, la manipulación mediática y la mentira corrompen el espíritu revolucionario y lo sustituyen por el oportunismo, el arribismo y la decadencia ideológica. El dinero como forma de compra de conciencia recuerda la hoja de zinc y la bolsa de cemento de los adecos y copeyanos, tratando de sumir al pueblo trabajador y campesino en la más profunda ignorancia, mendicidad y oportunismo. La corrupción es la forma de irrespeto más abierta hacia el trabajador y campesino, la boliburguesía su expresión más decadente; la más clara manifestación de los que declaran socialismo, pero viven y promueven el capitalismo salvaje: el agárrese quien pueda con la renta petrolera.

      La quinta columna completan las cinco erres de la contrarrevolución. Estos personajes se infiltran en los altos cargos, promueven la arrogancia, la ignorancia, la flojera y la corrupción porque son parte de ella y se benefician con la misma. El show es su forma de vida, plantean cosas pero hacen otras. El socialismo les resbala porque su forma de vida está alejada a mil millas del espíritu del trabajador y el campesino. Promueven el despelote y reinan en su incapacidad y la incapacidad de los otros. Disfrutan de la imagen de un socialismo decadente, mediocre y corrupto; niegan la ideología socialista y le meten zancadillas a toda propuesta de organización popular. La quinta columna no habla de socialismo sino de gobierno, porque no cree en el socialismo. Confunde y arrecha a la gente para que esta niegue el socialismo como esperanza de vida. La quinta columna irrespeta, desvaloriza, humilla, manipula, combate y desprecia con sus acciones a los trabajadores y campesinos; así como, su organización. La quinta columna establece diferencias entre ustedes y nosotros y las marca a través de la ostentosidad económica y el poder político.

     Cuidemos el  proceso Bolivariano de las cinco erres que minan la Revolución socialista. El verdadero enemigo de la Revolución es la aRrogancia, la ignoRancia, la flojeRa y la CoRrupción que desarrollan formas de vida en nuestros líderes; alejadas del socialismo y las cuales impiden la construcción de una economía productiva socialista. La clase trabajadora y campesina debe aplicar las tres erres de su liberación; a saber, la conciencia, la organización y la auto dirección de su propio proceso revolucionario. Este es el único camino a la esperanza. Contra estas prácticas ningún quinta columna podrá derrotarnos y el destino será la del socialismo y no la vuelta al capitalismo alienante y esclavizante de la cuarta república.

     nestoraponte310@gmail.com



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Néstor Aponte


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