Entrevista con el economista Oscar Javier Forero sobre la situación que atraviesa nuestra Industria Petrolera

Oscar Javier Forero, economista, Investigador del Centro Internacional Miranda

Oscar Javier Forero, economista, Investigador del Centro Internacional Miranda

1° de agosto de 2018.-

En esta nueva oportunidad entrevistamos a Oscar Javier Forero, economista, investigador del Centro Internacional Miranda, creador del Observatorio de Precios de San Cristóbal y militante de izquierda, con relacion a la situación que vive nuestro país en materia petrolera: caída y propuestas para aumentar la producción, sus efectos en nuestra relacionamiento con clientes internacionales, ingresos por exportación, nuestro desempeño en cuanto a los compromisos en la OPEP y el tema de la la gasolina, precios y contrabando.

Greti Richard. Reportera Popular. (G.R.): Estamos asistiendo a una caída histórica de la producción petrolera en Venezuela ¿A cuánto asciende este caída en porcentaje con relación hace cinco años?

Oscar Forero (O.F.): El tema de la dramática caída en la producción petrolera venezolana es tal vez el principal problema que tiene la República para poder enrumbarse hacia un crecimiento económico o un fin de la crisis en términos estrictamente monetarios. Esto lo digo tomando en cuenta que nuestro país es un petro Estado que depende en gran medida no sólo del ingreso de divisas sino de la dinamización que la producción petrolera general a lo interno. Los números actuales que maneja la OPEP muestra nuestra producción cercana a los 1,35 millones de barriles diarios, si hacemos una comparación con el año 2013 donde se produjeron hasta 2,89 millones de barriles tenemos que decir que en cinco años hemos presentado una caída del 50%, pero si no remontamos al techo histórico alcanzado en la década de los 70, la caída alcanza el 65%.

(G.R.): ¿Cómo afecta el flujo de caja esta caída en la producción y las reservas internacionales?

(O.F.): De acuerdo a datos oficiales cerca del 97% del total de divisas que ingresan al país las produce el Estado venezolano, 7% pertenecen a exportaciones no petroleras y el otro 90% corresponden a ingresos por concepto de exportaciones petroleras, esto nos da una idea de la importancia estratégica que tiene para el país la producción de crudo y de la dependencia que seguimos, y seguiremos teniendo por largos años, de ella.

Al haber una caída tan significativa, que continua en descenso, de la producción nacional petrolera, evidentemente los ingresos de la misma también se verán menguados y por consiguiente la disponibilidad financiera del país.

Debemos recordar que vivimos la peor crisis económica de la historia contemporánea del país, y que resulta un verdadero golpe al hígado el hecho de que, en pleno declive y la producción petrolera, que podría ser la pieza que destrabe todo el engranaje, se encuentre también, por el mal manejo de la misma, sumida en una profunda depresión.

Al estar la principal industria del país en declive, el flujo de liquidez que debería ingresar a las arcas de la nación son absolutamente insuficientes para entrar a la economía a dinamizarla con proyectos de inversión, garantizando el ingreso de bienes que vayan destinados a satisfacer las necesidades alimenticias y de fármacos en el país y a incrementar nuestros ahorros que no son más que las reservas internacionales.

Esto no sólo nos afecta de puertas para dentro sino que a nivel externo también nos genera serias dificultades puesto que la República tiene compromisos internacionales por cumplir, me refiero principalmente a los relacionados con la deuda externa, a esto hay que añadir, que además que los recursos han menguado, Venezuela paga a la fecha la tasa de interés más alta del mundo sobre cualquier préstamo o compromiso internacional, lo que termina por ahorcar las finanzas del país. El ejecutivo nacional ha venido este año haciendo malabares para cancelar a tiempo dichos compromisos, no obstante el sistema financiero internacional nos está despojando de miles de millones de dólares que sólo y únicamente van destinados a pagar intereses de una deuda eterna, en pocas palabras, los pocos dólares que estamos captando los estamos utilizando, en su mayoría, en enriquecer a poderosos grupos alrededor del planeta. Urge por lo tanto paralizar pagos y declarar una auditoria a la deuda, de lo contrario, tarde que temprano caeremos en default y en embargo. Precisamente por ello, es que la administración Trump hace unos días levantó una de las sanciones contra el país para obligar a Venezuela a cancelar los bonos 2020 o en su defecto proceder a la confiscación de CITGO, algo que a la vista parece un hecho en unos dos o tres meses.

La limitación en el ingreso de divisas genera otro grave inconveniente para la industria petrolera, además de los ya mencionados, me refiero específicamente a la falta de mantenimiento e inversión que requeriría PDVSA para poder despegar nuevamente en la producción y salir de ese foso en el cual se encuentra, de manera que el escenario nos es para nada favorable ni para PDVSA ni para las arcas del país.

(G.R.): ¿Cómo se puede solucionar a mediano plazo el aumento de la producción petrolera?

(O.F.): Conforme avanza la crisis los plazos para arrancar producción se van ampliando, lo mismo ocurre con el capital necesario. Obligatoriamente para arrancar producción se requiere de una fuerte inversión y como vimos anteriormente la República está captando muy pocas divisas, lo que nos dice que de manera autónoma Venezuela no tiene como poner a funcionar nuevamente la industria petrolera, debe por lo tanto buscar la ayuda internacional, pero a nivel internacional la ayuda para nuestro país es muy limitada por varias variables, principalmente por las sanciones estadounidenses que indiscutiblemente buscan ahogar las finanzas del país. Otra opción es a través de países amigos, de China principalmente, sin embargo los chinos ya han desembolsado importante cantidad de dólares sin que se hayan visto avances significativos, además que los chinos son tan capitalistas como los gringos y claramente no van a tener deseo de invertir sino poseen garantía de un jugoso retorno de la inversión.

La última opción que posee el gobierno nacional es la de privatizar o semiprivatizar a PDVSA, cosa de la cual ya se habla y que se ve como el único salvavidas para que la industria no sucumba, pero esto sería sin duda alguna desastroso y hasta digno de vergüenza, dado que la ruina que no pudieron hacer adecos y copeyanos contagiados por la ola neoliberal en los 90, se haga en nombre de la Revolución, más cuando fue la propia Revolución quien revirtió las políticas neoliberales en el país.

(G.R.): ¿Cómo afecta la caída en la producción petrolera nuestras relaciones con nuestros clientes internacionales?

(O.F.): En los últimos 100 años Venezuela ha basado sus relaciones económicas y hasta políticas de acuerdo al petróleo, antes de la llegada de Chávez al poder fue suplidor casi en su totalidad de petróleo a los Estados Unidos con el cual generó una inmensa dependencia no solo en lo económico sino en lo político, no podemos olvidar que luego de la supuesta nacionalización del petróleo de Carlos Andrés Pérez, las grandes transnacionales del petróleo, especialmente norteamericanas, continuaron manejando el negocio del crudo bajo la figura de nuevas empresas aparentemente venezolanas pero con la alta gerencia proveniente en su totalidad de las transnacionales "nacionalizadas".

Una vez Chávez asume el poder, comienza a incluir clientes no tradicionales en la comercialización de petróleo, a su vez creo mecanismos para afianzarse en la región apalancando la dependencia que genera el crudo con las necesidades del país, así creó PetroCaribe, como una herramienta para quitarle influencia a los Estados Unidos en la región que se encuentra justo en el medio de los propios Estados Unidos y Venezuela.

También incrementó la venta de petróleo al continente asiático, convirtiendo a China y a la India en importantes aliados, llegando a destinar hasta el 60% de sus exportaciones a dichos mercados. En pocas palabras: Se ha seguido manteniendo relaciones económicas, políticas y estratégicas a nivel internacional, pero con nuevos aliados.

Al haber una baja en la producción vamos perdiendo presencia dentro del mercado, pues no se logra cumplir con los compromisos establecidos, a eso hay que añadirle que se va perdiendo influencia en un momento en el cual requerimos del apoyo de los países del Caribe para que la OEA no nos continúe atacando, de China y de la India para generar peso ante los BRICS, que es un importantísimo grupo hoy día, y para obtener una especie de "protección" ante posibles intervenciones militares por parte de las potencias que amenazan con agredir a Venezuela.

(G.R.): ¿Cómo afecta la caída de la producción petrolera nuestro desempeño en la OPEP?

(O.F.): Allí ocurre algo muy semejante, el Presidente Chávez logró no sólo rescatar a la OPEP de la influencia norteamericana, sino que también colocó a Venezuela como pieza fundamental dentro de este entramado ajedrez que representa la colocación de los precios del petróleo. Con la caída en la producción nuestro país pierde evidentemente protagonismo e influencia, al tiempo que Arabia Saudí, de importantísima influencia norteamericana, presiona para que la producción se siga incrementando para de esta forma obligar a la baja en los precios del crudo.

(G.R.): ¿Qué determinan las sanciones de EEUU hacia Venezuela, las ventas de petróleo y el financiamiento del país para hacer las transacciones de ventas del crudo?

(O.F.): Las sanciones norteamericanas buscan sin duda alguna ahorcar la economía venezolana, que no le entre oxígeno al organismo que en este caso es nuestro país, para a nivel externo presionar su colapso y posterior derrumbe. Inicialmente las sanciones iban impuestas a funcionarios acusándolos de corrupción principalmente, cosa que nos extraña puesto que en la década de los 90 cientos de políticos corruptos se asentaron, luego de desfalcar al país, en los Estados Unidos, exhibiendo sus enormes fortunas, y allí no hubo el más mínimo sonrojamiento por parte de los ahora paladines de la anticorrupción. Más recientemente las afectaciones son en contra de la República, es decir en contra de la totalidad de los venezolanos, cosa que debería contar con el rechazo de la generalidad de la población sin importar la militancia política que se tenga.

Ante la incapacidad por parte de los grupos opositores de tomar el poder, pese a la evidente financiación por parte de agencias como la NED o la USAID, los norteamericanos deciden presionar por el talón de Aquiles de cualquier gobierno: Sus finanzas. Esto indudablemente ha terminado por colocar en aprietos nuestra industria petrolera, la cual valga la pena decir, ya venía en aprietos por el saqueo que se le hizo y aún se le hace a sus arcas y por la propia dualidad cambiaria, específicamente el fatídico dólar DIPRO que poco a poco fue quebrando la principal industria del país a costa de otorgarle dólares casi regalados a poderosas empresas entre las que incluyo transnacionales.

La presión de la administración Trump y la tardanza en el desplome del gobierno que ellos preveían con mayor facilidad nos podría conducir a un embargo petrolero, la cual a pesar de ser una medida muy radical que le traería serias dificultades a los propios intereses norteamericanos no se descarta, más cuando se aprecian continuos movimientos por parte de altos funcionarios estadounidenses de visita por diferentes países de Latinoamérica buscando de apoyo y cuando han sido los propios gobiernos los que han mencionado haberse negado a aceptar la petición de la vía armada y del embargo.

(G.R.): Aprovechando la entrevista también nos gustaría que nos ilustrara sobre la situación de la gasolina en Venezuela, se han presentado colas para abastecerse de combustible, ¿Qué está pasando? ¿Cuáles son las causas de este desabastecimiento?

(O.F.): El asunto con la gasolina es, al igual que muchos otros problemas que tiene el país, un asunto de toma de decisiones. Se ha dejado avanzar de manera dramática el tema del precio a los combustibles volviendo insostenible la situación para el propio país. Algunos datos hablan de pérdidas anuales para PDVSA por el orden de los 12 mil millones de dólares, lo cual representa a esta fecha casi una 150% del total de reservas internacionales del país.

Mientras que el precio de la gasolina sea un tema tabú en las altas esferas de poder y mientras que nuestra moneda sea depreciada de manera diaria, el tema del combustible resultará una verdadera grieta para las finanzas del país. Ciudades como San Cristóbal viven en una continua cola, que prácticamente nunca ha desaparecido desde el paro petrolero de 2002-2003, es decir tenemos más de 15 años padeciendo de enormes colas para poder llenar combustible y la tendencia es a agravarse, inicialmente las colas llegaron a estados como Barinas o Mérida, pero ahora uno ve que el problema de las colas ha llegado de manera cada vez más eventual incluso a la propia capital.

Esto se debe a cómo te dije el tema de los precios y a la depreciación del bolívar, lo que hace sumamente atractivo y muy lucrativo el negocio del contrabando. Hay cosas que pocas veces se mencionan, una parte importante del contrabando de la gasolina hacia territorio venezolano va no solo a surtir el parque automotor de departamentos como Norte de Santander, Arauca y Guajira en Colombia, sino que también va a la industria del narcotráfico. Es importante se sepa que fronterizo con Venezuela (zona sur del lago de Maracaibo-zona norte del Táchira), se encuentra el Catatumbo colombiano, la zona de mayor producción de hoja de coca del mundo de acuerdo a la ONU y para procesar coca se requiere de combustible de calidad y económico, la gasolina venezolana reúne esas dos características. A la fecha un litro de combustible en Colombia equivale a cerca de 1800 pesos, lo que llevado a bolívares representa 2,1 millones, es decir una gandola cargada de combustible que posee un valor en Venezuela de 36.000 bolívares tiene un valor en Cúcuta de más de 76 mil millones de bolívares.

Del estado Táchira se "fugan" diariamente hasta 1 millón de litros de combustible, ha habido momentos en que han llegado a la entidad hasta 116 gandolas por día cuando el requerimiento, en condiciones normales, de acuerdo al consumo promedio por vehículo no debería superar las 35, y aún así ha permanecido intacta la cola. En contraparte a esto, en todo el departamento Norte de Santander Ecopetrol surte de 13 gandolas al día, en Arauca 4 y en la guajira la propia Ecopetrol ha reconocido que por años no envía ni siquiera una sola unidad cargada de combustible, es decir el 100% de consumo de ese departamento colombiano es proveniente del contrabando.

Todo esto sucede ante los ojos de las autoridades colombianas pero también hay que decirlo, de las autoridades venezolanas. La legislación colombiana protege, reconoce y ampara el contrabando de extracción, pero aun así y no ha habido una sola denuncia ante organismos internacionales por parte de nuestras autoridades. El contrabando de combustible ya no es sólo hacia Colombia, hay un gigantesco contrabando también hacia Aruba y Curazao y hacia cualquiera de los países que comparten frontera marítima o terrestre con nosotros dado el precio tan irrisorio que posee nuestro combustible.

La guinda al pastel para el tema de la gasolina lo hacen las sanciones estadounidenses. Nuestro petróleo es pesado y para procesarlo a gasolina requerimos de petróleo liviano, la totalidad de este petróleo se importa de los Estados Unidos, existen otros potenciales clientes pero incrementaría los costos de producción, Nigeria es uno de ellos, pero de ser así las pérdidas para PDVSA superarían con creces a las estimadas.

(G.R.): En Venezuela la gasolina es muy barata, lo cual lleva al contrabando de la misma hacia Colombia, pero su aumento por más bajo que sea es muy sensible ¿Ud. como economista que razonamientos hace al respecto?

(O.F.): Indiscutiblemente la gasolina debe incrementarse de precio, soy de los que propone que el precio no puede ser el mismo del mercado internacional, el cual está cercano a los 0,88 dólares, pero si debe ser actualizado de manera periódica conforme pierda o recupere valor nuestro bolívar. La propuesta que comparto es la de ubicar el valor de la misma entre 35 y 70% por debajo del costo internacional y otorgar un límite razonable de litros al mes con dicho descuento para cada vehículo, si un vehículo antes de finalizar el mes supera el cupo con descuento deberá pagar la gasolina al precio internacional. Esto además de limitar el contrabando de extracción (ya la utilidad no sería tan elevada) va a incentivar el ahorro en el combustible.

Esta apreciación que acabo de dar es a groso modo lo que podemos llamar a situación ideal, pero es importante se tome en cuenta que no es viable subir de manera súbita el precio del combustible a esos valores que mencioné, 0,88 dólares son a tasa de mercado paralelo (que es la que rige la economía) 3,3 millones de bolívares, el 30% de ese valor es 1 millón de bolívares, dicho costo sería impagable por casi la totalidad de los venezolanos, corresponde entonces ir, de manera progresiva, subiendo el valor del combustible, al tiempo que se va educando a la población para establecer un límite máximo de subsidio. El censo automotor anunciado por el Jefe de Estado podría ser de mucha ayuda para la toma de decisiones.

A la fecha y aprovechando la reconversión monetaria el precio del litro de gasolina debería ser de por lo menos 5 mil bolívares o lo que es igual a 0,05 bolívares soberanos. Esto sin duda alguna va a ser utilizado por el sector parasitario privado para incrementar los precios y maximizar ganancias aduciendo "costos excesivos de transporte", no obstante no se puede seguir prorrogando una medida que precisamente por no actualizarse de manera periódica nos va a traer bastantes apuros y golpes al alicaído bolsillo del venezolano.

Para finalizar considero que este complejo momento histórico nos debe llevar a una profunda reflexión como sociedad, no solo a quienes dirigen las riendas del país sino a toda la generalidad de la población. Es necesario que aprendamos de los errores cometidos, del despilfarro y de la tradicional "fiesta" que se hace en este país con las descomunales divisas que ingresan dado el incremento en los precios del petróleo. Si no tomamos correctivos vendrá, después del caos, otra época de bonanza, que de no corregirse nos volverá a llevar de manera necia, cíclica y torpe a otro nuevo colapso, otra vez, con una ostentosa burguesía y una clase asalariada que obligadamente no le queda de otra sino resistir dentro de la miseria.



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