El Plan de Administración de Cargas

Propuesta Alternativa para Aliviar la Crisis Eléctrica Nacional (IV)

Las estadísticas actuales indican un consumo pico de 9.600 MW (en plena pandemia), es decir con muchas cargas inoperativas producto de las restricciones de la cuarentena, entre ellas industrias, centros y locales comerciales. Es de hacer notar que esta cifra es para un corte de estadística, la misma varía dependiendo del consumo y horario, tendiendo a ser mayor el déficit. Venezuela llegó a tener un consumo máximo promedio de 11.500 MW en el año 2016 lo que obligó a un plan de administración de cargas en seis bloques ordenados de cuatro horas cada uno. Actualmente el consumo nacional no ha sobrepasado esa cifra. Refiriéndonos a un punto más estructural, el consumo per cápita anual de electricidad en países como Brasil, que tiene un alto desarrollo industrial, ciudades muy pobladas y poblaciones muy distantes a los centros de generación eléctrica, es de 2,44 Megavatios Hora (MWh) por persona; mientras que en Venezuela ese consumo es de 2,27 MWh por persona.

Este consumo promedio sólo es superado por Chile, país que está afectado por sus condiciones climáticas, altos costos de los combustibles con poca utilización del gas para calefacción y grandes distancias entre ciudades, siendo su promedio per cápita de 4,07 MWh p/p. mientas que el índice de Colombia es de 1,5 MWh p/p. Es de resaltar que este índice en Venezuela es menor por las condiciones de operatividad del sistema eléctrico, pero en el año 2016 cuando alcanzó el pico más alto de consumo alcanzo el valor de 3,16 MWh p/p, esto es producto de la Gran Misión Vivienda Venezuela, así como de la adecuación de viviendas y el programa Mi Casa Bien Equipada que facilitó el acceso a electrodomésticos a sectores populares, dando un salto considerable en el consumo eléctrico. Es decir, que el consumo eléctrico aumentó pese a que haya caído el PIB en ese año, dando otro dato importante para la economía del país; y es que las empresas que hasta ese año, que según sus gremios, cerraron no son representativas de la producción a través de la trasformación de materia prima mediante el uso de maquinarias, sino mayoritariamente del ámbito comercial.

Estas políticas que incrementaron el consumo eléctrico saturaron el sistema provocando un segundo colapso y los planes de administración de cargas que conocemos, dentro de estos racionamientos los estados que más han sufrido la crisis eléctrica son Zulia, Mérida, Táchira, Lara y Portuguesa. En el caso de los estados andinos por las dificultades para llevar electricidad hasta esas zonas, mientras que Zulia y Portuguesa por sus condiciones climáticas y adicionalmente en el Zulia por el nivel de desarrollo que ha tenido. Sin embargo, se presenta un caso muy singular con el estado Lara cuyo consumo se ha reducido en más de 100 MW, con respecto al año 2016, y aun así se dificulta la asignación plena de su requerimiento eléctrico quedando la demanda atendida en un 86% de su necesidad. En el caso del estado Zulia, como la mayor parte del país, actualmente está consumiendo un 83% de su requerimiento pleno y aun así mantiene un déficit de unos 300 MW, equivalente a cargas de estados como Falcón o Monagas, mientras que Lara está consumiendo 471 MW muy por debajo de los 660 MW de su máximo histórico.

Ahora bien, aunque la Subestación Las Velas (Yaracuy) es el centro de trasferencia eléctrica de cargas más importante del centroccidente del país, allí llegan las líneas de trasmisión provenientes del Guri en 765 Kilovoltios (KV) y es transformada para ser transmitida a los estados Yaracuy (115KV), Zulia (400KV) Lara (230KV) y desde Cabudare a Portuguesa. El estado Lara tiene el mejor sistema de control para la administración de cargas de forma automatizada, esto facilita que los racionamientos de electricidad se hagan en Lara a pesar de su significativa carga. Pero los procesos de corte y de reconexión generan desbalances en los niveles de tensión y los consecuentes problemas a los suscriptores, eso hace entendible que estados de menor demanda como Falcón, Yaracuy, Cojedes o el propio estado Portuguesa tengan menos cortes eléctricos, así como Carabobo o Aragua que tienen mayor carga que Lara.

En fin, los racionamientos del estado Lara se hacen para compensar el déficit en el estado Zulia por las facilidades que le brinda al SEN estas operaciones en su estabilidad. El estado Lara consume un tercio del equivalente del estado Zulia, por lo que el 25% que le es quitado a los crepusculares y que queda bajo el sistema de administración de cargas da poco aporte al déficit del estado fronterizo, significando apenas un aporte del 6,5% a su necesidad actual. Los planes de administración de cargas deben ser por periodos cortos porque afectan la cotidianidad de una región ya que impedirían cualquier desarrollo sostenido armónico de la sociedad como nación, y traerían confusión, caos, pérdidas económicas e incomodidad por las consecuencias de carencia de agua, combustible, iluminación y finalmente alimentos; y en consecuencia su desarrollo económico. Además, a pesar de los recortes horarios en la administración pública y algunas empresas privadas, la demanda eléctrica continúa creciendo en forma sostenida al mismo ritmo de la población y sus necesidades. Esto, aunado al gran incremento en la demanda previsto, debido a los planes de desarrollo social e industrial para los próximos años, haría que la aplicación de cualquier política de racionamiento y cortes de energía a mediano o largo plazo, se convierta en una contradicción, ya que tenderían a incrementarse en el tiempo, y a frenar o detener el desarrollo y el crecimiento de programas ya en ejecución.

Es recomendable aplicar otra solución a mediano y largo plazo: reducción en pérdidas de transmisión y en suministro de potencia "no útil" reactiva generada por Guri. En estos casos se requieren unos planes de atención particular a esos estados para disminuir el consumo eléctrico por parte de la población; eso implica, por ejemplo, resolver el problema de suministro de gas de tal forma que los usuarios no migren al consumo de electricidad a través de hornillas eléctricas. Sustituir las fotoceldas del alumbrado público para evitar el consumo en el día. En los siguientes escritos se abordarán con más detalles las propuestas que ayuden a solucionar el déficit eléctrico.



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Endert Gil Monserrat


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