Lo que quieren creer y lo que se niegan a aceptar…

"Existen dos maneras de ser engañados. Una es creer lo que no es verdad, la otra es negarse a aceptar lo que sí es verdad"

KIERKEGAARD

"Camarita… se fue la luz, llegó la luz, se fue el agua, llegó el agua, se incendió El Guri, incendiaron la caseta de transmisión de El Guri, falta de mantenimiento, saboteo intenso, etcétera etcétera, son los temas de conversación más comunes entre las personas a lo largo y ancho del país. En las redes sociales, que de ‘sociales’ no tienen nada, participan grupos de personas que sienten una honda satisfacción por el daño que se le ha estado, y se le sigue haciendo, al pueblo venezolano, como si ellos no vivieran en carne propia las mismas penurias ante la falta de energía eléctrica. Ah, es que algunos de ellos, los más pudientes y afortunados, poseen plantas particulares que les aminoran la carga. Pero son un minúsculo grupo y sí, sí padecen las demás dificultades, inducidas pero dificultades al fin y al cabo. Lo que es innegable - y como ejemplo pongo la experiencia vivida con los vecinos del edificio en el que habito – es la solidaridad y el compañerismo expresado y demostrado entre la mayoría de los que allí vivimos. Por primera vez en muchos años, nos encontrábamos departiendo de manera cordial, dejando a un lado la política y la religión, sin odios ni sectarismos. Sé que algunos están claros en que el gobierno está tratando por todos los medios a su alcance de darnos una mejor calidad de vida; otros, miembros de la oposición, o sólo simpatizantes de ella, saben que son en gran parte responsables de la dura situación inducida que atravesamos y hasta se regocijan por el daño que causan al pueblo, bajo la consigna de tumbar a Nico al precio que sea. Sí, camarita, entiendo que hace mucha falta que el gobierno le dé un para’o a la corrupción y a tanta especulación, ya que las cuatro lochas que representan un salario mínimo se vuelven sal y agua y no alcanzan para nada. Un cartón de huevos o un kilo de queso valen casi lo que gana un trabajador al mes. Sin embargo, ante tanta guerra de todo tipo y como reconocimiento a los esfuerzos de Nico, el bravío pueblo venezolano ha resistido valientemente y está claro en quienes son los responsables, para jamás volver dejarlos gobernar."

Cada día que pasa, el autoproclamado se va quedando más solo, pues nada de lo que le ofreció al gobierno yanqui se lo ha podido cumplir. Su devenir de fracaso en fracaso ha obligado a sus amos del norte a tomar las riendas del asunto e intervenir de forma directa, atacando nuestro sistema eléctrico nacional (SEN) para ver qué podían lograr. Debe ser que no han entendido el pensamiento de Kierkegaard que reza (sic): "Existen dos maneras de ser engañados: "Una es creer lo que no es verdad; la otra es negarse a creer lo que sí es verdad". Bueno, sabemos que al principio la gente del norte les creía todo, ya no, pues se ha demostrado que no tienen pueblo ni Fuerza Armada que les respalden. Sí, aún existen grupos de disociados que siguen creyendo sus propias mentiras, de que Nico pende de un hilo, que anda buscando en donde asilarse, que Padrino López le exigió la renuncia, y una sarta de imbecilidades más, pero cada vez más son menos. Algún día entenderán que el pueblo ya conoce a sus verdugos.

Indudablemente los ataques al SEN nos han afectado enormemente, especialmente a los de menores recursos económicos. Por ello se han convertido en tema central de conversación en todo el país. No soy un experto en el tema eléctrico. Si de algo sé un poquito es del comportamiento humano. De ahí que pueda asegurar que a una gran cantidad de personas no les importa, muchas veces, la veracidad de los hechos mientras alguien les diga, con pruebas o si ellas, lo que quieren oír y se sienten atormentadas cuando la realidad les golpea de frente y ocurre todo lo contrario. Por eso, los ataques de grupúsculos internos no tienen mayor relevancia y la experiencia nos muestra como han ido de fracaso en fracaso. Todo les sale choreto por la mala fe con la que actúan. Otra cosa es cuando su amo imperial toma las riendas de lo que desea que se haga. El resultado lo tenemos a la vista: la arremetida contra nuestro SEN con la intención de dejar a oscuras al pueblo, para luego culpar al gobierno de ineficacia, ineficiencia y falta de mantenimiento a un servicio vital para la patria. Lo lograron a medias; el sistema está restablecido parcialmente, en vías de normalizarse.

Los profetas del desastre se volvieron a quedar con los crespos hechos. Los daños han sido reparados, casi todos, en tiempo récord, gracias a Dios y a la buena y profesional labor de los trabajadores venezolanos leales. Se sigue trabajando en forma tenaz para subsanar lo que falta, a tiempo completo. No es fácil para una población, en estos tiempos de avances tecnológicos, soportar el tener que vivir sin electricidad. Pero como he advertido en artículos anteriores, esas son las primeras instalaciones que el enemigo ataca en tiempos de guerra. ¿Qué podrían aconsejarnos los países que últimamente han sido víctimas del mismo agresor? Porque aunque cada situación parece ser diferente, el guion es el mismo en todos los casos: destruir para luego "ofrecer" ayuda humanitaria obligada para la reconstrucción. Y si te niegas a aceptarla arrecian con más furia sus ataques. Además, obtener en pago todos los recursos naturales que puedan saquear.

Ha quedado demostrado que la tal "ayuda humanitaria", a la que le han sacado el cuerpo tanto la Organización de Naciones Unidas como la Cruz Roja Internacional, no es ni ayuda ni humanitaria, sino un intento de invasión camuflageada. Han intentado engañar a medio mundo con el tema y sólo Almugre, junto los presidentes arrastrados de la alfombra de enjuiciado Kuczynski, y los venidos a menos poderes imperiales del pasado que conforman la unión europea, se ha sumado a la referida parodia. El lote de la "ayuda" permanece en Cúcuta, Colombia, donde el comercio ha caído en más de un 60% desde el cierre de la frontera, la escasez de gasolina tiene paralizada casi toda la zona y el hambre y la desnutrición afecta enormemente al pueblo. ¿Por qué no reparten lo que pueda haber en esas cajas al sufrido pueblo colombiano? Suponemos que no quieren que el mundo se entere lo que en realidad hay en esas cajas: cuatro pendejadas de alimentos, material subversivo y armas. ¡Me iría demasiado!

Creo que pensaron que no tenemos memoria como para recordar los episodios del Irán-contras en Centroamérica, cuando las cajas de "y que alimentos" sólo eran una fachada para el lote de armamento que proveían. Ah, pero se disgustan cuando Rusia y China nos envían toneladas de alimentos y medicinas como verdadera ayuda, y así romper el bloqueo ilegal al que nos quiere tener sometidos EEUU. Rusia además nos está asistiendo con ayuda militar, como reza el tratado de colaboración firmado entre ambos países. La llegada al país de aviones militares rusos con personal altamente calificado y equipos de última generación ha puesto a temblar a los halcones gringos que ya entendieron que una invasión no sería un paseo dominguero, como la cipaya criolla les ha querido hacer creer. Pero de eso hablaremos en el próximo artículo. Por cierto… ¿Por qué pasaría Trump una Ley para proteger a los EEUU de un ataque con pulsos electromagnéticos que sólo existe en la mente de Maduro? ¡Vaya ud. a saber!



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Luis Semprún Jurado

Profesional, productor audiovisual, co-productor y co-moderador del programa radial El Ojo de la Ciudad en Maracaibo, estado Zulia

 luissemp2003@gmail.com      @luissemp

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