“Tanto da el cántaro al agua hasta que se rompe” este adagio popular parece ser el mejor ejemplo de lo que está viviendo el trabajador petrolero en la región oriente. Así me lo narro uno de los tantos trabajadores que se rompe el lomo en esta rama de la producción que no es del todo fácil:

• Cuando comenzaron las primeras detenciones nosotros nos alegramos; porque en verdad hay corrupción en todos los niveles de la empresa, la otra vez lleve el carro al taller de transporte para el cambio de aceite y fue peor porque no trajo la batería nueva que se le había colocado y le cambiaron el arranque por uno viejo, eso se ve aquí a diario. Se roban aceite, se roban cable, desvalijan, pero eso no es nada más en campo, eso no es nada más en las áreas operacionales; a nivel gerencial cuantas vainas malas no se hacen. Aquí los que estamos largando la verga, haciendo de tripas corazón pa´ que nuestra industria funcione y que además estamos en contactos directo con las comunidades rurales y siempre le estamos ayudando, haciendo trabajo social, ayudando a nuestro pueblo por nuestra propia cuenta, aquí nadie nos para bola. Cuantas propuestas no hacemos para con nuestros propios esfuerzos hacer piezas y arreglar equipos que ahí están pudriéndose,
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• ¿Y por qué no se hacen?  

• Porque de arriba siempre viene una orden de hacer una procura o un contrato para comprar nuevos equipos, ahí está el negocio cámara, ahí está la comisión y pa´ nada porque los contratos parece que siempre quedan desiertos. Y por eso le digo camarada que, a muchos de nosotros, porque la mayoría somos honestos, fue que nos alegró las primeras medidas judiciales y las detenciones porque dijimos ¡ahora si la vaina se va a arreglar! Pero que va; parece que todo fue un pote de humo, aquí lo que hay es una guerra entre grupos politiqueros por controlar negocio, aquí designan un director ejecutivo y de inmediato caen en desgracia los gerentes que había colocado el director anterior, así mismo los superintendentes, supervisores, obreros y analistas que se identificaron con ese director. Aquí tienen al trabajador aterrado, aquí cae un compañero de trabajo preso, y nadie dice nada, nadie ni se acerca a visitar a los familiares o dar su opinión en público por temor a que también lo jodan.

• ¿Y qué piensan y opinan ustedes de esto nuevos arrestos y del reciente derrame?

• ¿Qué opinamos? Que estamos arrechos, que los trabajadores y los gerentes buenos que quedan ya estamos cansados de tanta vaina. Yo por ejemplo soy operador de planta, muchas veces no tenemos carros para movernos, ya es común que el hampa se meta en la planta y nos atraquen, con un salario que no alcanza pa´ un coño, con condiciones inseguras de trabajo, con instalaciones y maquinas que ya no dan para más, con una directiva que parece que no sabe un coño del petróleo, con gente del gobierno que cree que los pdeveseros son elite privilegiada y hasta los pocos beneficios que se nos dan no los quitan, como una casas que unos años atrás una filial de PDVSA había construido para los trabajadores en Parare y llego la gobernadora Yelitze Santaella y nos la quito;  parece que para  lo único que somos buenos para esta señora es como maquinaria electoral pa´ buscarle votos a ellos. Con todo y esto como si fuera poco para el Presidente Maduro, el Fiscal General y el presidente de PDVSA la única respuesta que tienen ante una situación como el derrame es meter preso a cuatro compañeros.

• ¿Entonces, tú crees que estas nuevas detenciones son injustas?

• Claro que son injustas, como te dije; en las condiciones que trabajamos sin carro y sin ningún recurso, falta de mantenimiento de las instalaciones y pa´ ñapa una guerra de poderes internos el pendejo es el que paga. Aquí el problema es de dirección, es de los de arriba que no tienen capacidad para dirigir, no de los trabajadores ni de un gerente de planta o de producción que están ahí con nosotros soportando todo esto. 

• ¿Y que se piensa hacer?

• Yo no sé qué se va hacer; pero ya la vaina se pasó de maraca, aquí no se está buscando solución aquí lo que se esta es justificando la ineficiencia y de la peor forma; no es posible que se agarren a cuatro compañeros se les prive de libertad arbitrariamente, se le muestren en los medios públicos como si ya fueron sentenciados y se les encierre en una cárcel para presos y delincuentes comunes. Yo no sé en qué va a parar todo esto, pero ya nos estamos cansando de tanto abuso.

Ante estas confesiones solo comentaría; “El que tenga oídos, que oiga; esas son las voces del pueblo”.

Viva Chávez