La produccíón petrolera: Mitos y retos

De los procesos medulares de la industria petrolera, la producción representa la razón de existencias del negocio, la sostenibilidad de la cadena de valor y el centro de la planificación técnica y económica de la industria. La continuidad y los planes de crecimiento están indisolublemente amarrados a la posibilidad real de disponer volúmenes de hidrocarburos en superficie para su refinación y comercialización, al tiempo que, las técnicas de extracción, la volumetría, el almacenamiento y manejo en superficie, el diseño de los procesos de refinación y mejoramiento, hasta la colocación en los mercados internacionales, dependen del tipo de los hidrocarburos a producir, la calidad de los mismos y las condiciones de los yacimientos. Lo que convierte al negocio petrolero en un complejo proceso articulado de toma de decisiones técnicas y económicas que debe garantizar volúmenes diarios de hidrocarburos específicos para sostener las proyecciones de crecimiento, los compromisos de mercado y las demandas de nuestro complejo refinador.

En la concepción política-económica de la Revolución Bolivariana, la industria petrolera es un motor económico, político y moral fundamental para la construcción de la anhelada sociedad socialista. Entendemos que del modelo de extracción, aprovechamiento e intercambio de nuestro recurso natural no renovable depende la consolidación de una nueva forma de relacionarnos como pueblo y como nación ante los pueblos del mundo. Concepción que demanda precisión política y consciencia de clase en nuestra planificación petrolera.

La vieja PDVSA fue construida y desarrollada para satisfacer las demandas del modelo imperial de colonización. Fue una empresa orientada al productivismo impuestos por las transnacionales saqueadoras. De allí la explotación exacerbada de nuestros mejores campos, el aprovechamiento indiscriminado de las mejores cuencas y la extracción ilimitada de los mejores hidrocarburos. Resultando en una infraestructura instalada principalmente para la producción, almacenamiento, transporte, refinación y comercialización de crudos medianos y livianos, dejando fuera de la consideración central del negocio el desarrollo de nuestra Faja Petrolífera Hugo Chávez, a pesar de significar la reserva de hidrocarburos líquidos más grande del planeta.

En la nueva PDVSA, el desarrollo de nuestras reservas de crudos pesados y extra-pesados de la Faja cobra una importancia central, sobre la base de la producción de crudos medianos y livianos como negocio principal. Al punto que, la actual caída de la producción demanda un esfuerzo primordial en la recuperación de nuestra capacidad de producir crudos livianos y medianos: la dieta demandada por nuestro parque refinador, la cesta de crudos venezolanos y la necesidad de crudo liviano para la faja, así lo demuestran.

Un organizado plan para la recuperación de la inversión en nuestras áreas tradicionales, la incorporación de nuevas reservas de crudos medianos y livianos a la base de recursos, el estudio integrado de nuestros yacimientos, la re-exploración y el incremento del factor de recobro en las cuencas clásicas, se hace impostergable, entendiendo que la recuperación de la producción en las actuales condiciones de la industria no es un logro alcanzable en días o en un par de semanas. La recuperación de un millón de barriles por día implica un complejo proceso que parte por el levantamiento de las actuales condiciones operaciones. No existen caminos verdes para lograr esto tan importante para la sostenibilidad del país, no es comparable el reto con la materialización estática de obras culminadas, es un logro que demanda planificación de al menos 10 años para su sostenibilidad. Así mismo, no se compara el actual reto de recuperación de barriles por día con el levantamiento de la producción en el sabotaje petrolero.

El actual reto de la producción petrolera es un reto para los patriotas, técnicos capacitados para diseñar y llevar a cabo integrados planes de recuperación de la producción, sin improvisaciones ni desmesurados esfuerzos económicos que no tenemos la capacidad de financiar. Hombre y mujeres comprometidos con las necesidades de su pueblo y las demandas históricas de la Revolución, que no cedan ante los espejismos de las transnacionales ni caigan abatidos frente a negociaciones saqueadoras por unos barriles al día. La Nueva PDVSA cuenta con un talento humano capacitado y moralmente fortalecido para derrotar la adversidad, talento que demanda una orientación estratégica clara, con consciencia para explicar al pueblo las dimensiones del reto sin eufemismos. Es el reto de nosotros, los hijos de Chávez, que desde la exploración hasta la refinación podemos administrar la principal empresa del país al servicio de las y los venezolanos.

@VOZPeSocialista

lavozpetrolerasocialista@gmail.com

 

 



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