Retos de la nueva PDVSA: la recuperación técnica y política de la industria

La vieja PDVSA, creada por las transnacionales a su imagen y semejanza, significó la más grande estafa practicada contra el pueblo venezolano. Desde su creación facilitó la entrega de nuestros recursos petroleros a las transnacionales, dando continuidad a la historia de saqueo y expoliación colonial, esta vez con cipayos gerenciando la industria bajo el tutelaje yanqui. Todas las estrategias de negocios, los modelos de relacionamiento, la política de comercialización, las líneas de investigación y desarrollo, y hasta las políticas de recursos humanos, se definían fuera de nuestras fronteras. Mientras que su clase trabajadora, seducida por los privilegios de una remuneración por encima del promedio nacional, practicaba lealtad a los intereses foráneos, sin cuestionamientos, preocupación o identificación con la suerte del país. Las consecuencias económicas de tal parnaso son bien conocidas, y sus implicaciones sociales aún las padece el pueblo.

La recuperación política de PDVSA representó un objetivo estratégico dentro de la Revolución Bolivariana. No se puede dar contexto histórico a nuestra realidad política, económica y social sin hablar de petróleo, era impensable una estrategia de país sin pasar por el control de nuestra principal industria y el manejo soberano de nuestros hidrocarburos. El sabotaje petrolero, como lo hemos dicho anteriormente, representó la manifestación concreta de esa lucha de clases entre el pueblo venezolano y el imperialismo norteamericano. El carácter irreconciliable de los intereses entre estas clases conllevó a la confrontación cuerpo a cuerpo por el rescate de nuestra industria, resolviendo el compromiso, la solidaridad y la capacidad combativa de nuestro pueblo, una histórica victoria para los excluidos del mundo. Sin embargo, una conquista histórica de tal magnitud no se puede decretar desde un solo combate, demanda una confrontación compleja por sustituir el estamento cultural de corte reaccionario y apologético, instalado por la ideología capitalista en la clase trabajadora, en años de saqueo y explotación. Tal confrontación no es más que la construcción de la Nueva PDVSA, tanto en el campo técnico de la exploración, producción, refinación y comercialización, como en el campo de las ideas compartidas por compatriotas que les compete administrar el futuro de esta vital industria.

En tal contexto, una generación joven de revolucionarios asumieron las riendas de PDVSA, con el comandante Chávez dieron una orientación Socialista a la administración de nuestros recursos, y materializaron, hasta las últimas de las consecuencias, la Política de Plena Soberanía Petrolera que pulverizó las Asociaciones Estratégicas de la Faja y los leoninos Convenios Operativos de la vieja PDVSA. Una casta media de petroleros con experiencia, asumió vicepresidencias, direcciones, gerencias y superintendencias, al tiempo que una nueva clase trabajadora petrolera emergía desde el seno de los históricamente excluidos, una nueva clase de obreros, técnicos y profesionales que asumían como misiones defender la conquista de nuestra soberanía petrolera y construir la PDVSA Socialista que demandan los nuevos tiempo, los de los pueblos libres del mundo.

En la batalla puertas adentro, las posiciones restauradoras nunca han dejado de mostrarse, sus representantes reaccionarios han evidenciado su talante apenas han tenido la oportunidad, las conductas tecnócratas y meritócratas no se acabaron por decreto: ésta ideología apologética hacia lo establecido no se entrega ni se suicida, se derrota. La resistencia a una nueva visión de PDVSA aún se siente en las sillas de algunas gerencias y direcciones, así como también el empuje de una clase trabajadora revolucionaria, que no para de hacer propuestas en lo técnico, en lo organizativo, en lo político y en lo social, clase trabajadora que ha librado una batalla sin cuartel contra el permanente hostigamiento de la restauración.

Hoy, expresiones orgánicas de la clase trabajadora petrolera, agrupadas en sindicatos, frentes, brigadas, concejos, escuelas, cátedras y cuerpos combatientes, se articulan para dar una batalla común: la defensa de nuestra PDVSA Socialista. Se promueven nuevos modelos para la gestión del desarrollo tecnológico, se trabaja en la implantación de la Ley de Infogobierno en PDVSA, se fomentan los Injertos Socialistas como generadores de soluciones estratégicas para la industria, se defiende la implantación de nuestras tecnologías y se impulsan el Plan Estratégico Socialista como propuesta genuina de la clase trabajadora petrolera venezolana. En medio de la batalla por derrotar el flagelo capitalista de la corrupción en PDVSA, esta clase trabajadora chavista y revolucionaria lucha por revertir el cierre técnico del instituto de investigación de la industria, por rescatar del colapso las instalaciones de nuestra PDVSA y por recuperar nuestros niveles de producción petrolera. Batallas estas que definen el nuevo escenario de la confrontación pueblo-imperio por construir la Nueva PDVSA, técnica y políticamente al servicio de la Revolución Bolivariana.

Por: La VOZ Petrolera Socialista

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@VOZPeSocialista



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