Reflexiones sobre una educación al filo de la navaja: Davos y su "Gran Reinicio"

Quién no sabe, lo que es un secreto a gritos, la necesidad de la transformación de nuestro sistema educativo. El actual lo hace para EL MERCADO, para ver siendo ciegos, para oír y no escuchar, inculca fe sin esperanza, preguntas sin respuestas y salvación sin redención. Una revolución sin luces, con "apagones educativos", con intermitentes relámpagos en propuestas subyacentes en el limbo pedagógico.

Todo esto lo sabemos, lo mascullamos, lo asimilamos, lo subsumimos y continuamos nuestro entierro, marchamos al sepelio de la comunidad de la vida, a la siembra sin frutos, es la muerte espiritual de "una sociedad sin espíritu" pero habla en nombre de él. Somos clones, siempre fieles a la afirmación de la Ley, de "la ley del mercado que aniquila en el cumplimiento de sí misma" (Hinkelammert), la que en su "legal" ejecución destruye pueblos, contamina el planeta, disemina virus, en aras de la acumulación de capital muerto.

Somos culpables y cómplices, "Asumimos posición como sujetos ante la situación" (Benjamin). Criticamos al sofista y después lo empoderamos para continuar engañando, votamos para encumbrar a dioses de huesos secos, de los hacedores de desiertos; luego en su praxis: no lo tocamos, no lo criticamos por temor a consumirnos, a ser envueltos en la telaraña de sus presidios, engullidos por el sistema imperante y escupidos al final como desecho. Nos es mejor el silencio, las tinieblas, lugares sin sombra, sin cuerpo, escondido en el laberinto del miedo.

No honramos a nuestros grades maestros, los de aquí, los de afuera, los propios, los de otras lenguas: un Robinson, un Martí, un Freire, el mismo Bolívar quienes con sus luces iluminan este universo; los negamos al referirlos como fantasma que fueron en un tiempo; no hay fuerza en la coyuntura de nuestro cuerpo ideológico para alcanzarlos, mucho menos para superarlos. Nos tiemblan los pasos al sonido del dinero, se nubla el intelecto por el espejismo de un puesto, por la lisonja o se prefiere fenecer en el silencio anónimo, al transcurso del tiempo.

Cómo superamos este abismo, cuáles son los primeros pasos, dónde insurreccionar nuestra conciencia para erguirnos como muro de contención contra la ignorancia; no hay otro lugar para acumular fuerzas, cobrar aliento, para descubrir lo encubierto, para mostrar las cadenas que nos atan; definitivamente, este "locus" de liberación es: la "SUBJETIVIDAD Y EL CONOCIMIENTO" (Mignolo), asumidos sin ingenuidad, desbaratando los cálculos financieros para convertir el alma del inocente en "producto" prescindible, abriendo sus ojos al cielo para revolucionar la tierra, recuperando así su carne.

Es desde la Educación que se puede restituir el tejido espiritual perdido, la re-comprensión del fenómeno, superación de la apariencia y dar marcha al fondo del sistema. ¿Empezamos por el maestro, por el niño o en la comunidad? Dialécticamente, todas estas son abstracciones de una totalidad existencial, la cual su complejidad se hace "Concreta" a partir de relaciones cotidianas en el instante preciso de reconocer al "Otro", a la "Otra" en un nosotros práctico-comunitario, en un aprendizaje continuo: sufrir con el que sufre, llorar con el que llora, reír con el que ríe, construir con el que construye y no sólo la fría religiosidad del culto al dios Mammón.

Hasta ahora sólo se enseña la moral del sistema, la que obliga, controla, vigila y coacciona para sostener un mundo "racionalmente irracional", impregnado de valores funcionales, de espejismos de progreso, de embrujantes hechizos etéreos. Se hace en nombre de la vida pero mata a su creador en perenne contradicción consigo misma; da saltos cuánticos en tecnología, ciencia y filosofía pero asesina su futuro; privilegia sólo el 1 %: maximiza sus derechos, reduce sus deberes, sostiene sus imperios; mientras tanto, muchos niños mueren.

Obligatoriamente, es desde la Ética que tenemos que hacer la crítica y la crítica así hecha, en esencia, es la Ética primera del oprimido. No es la moral del Sistema "en el cumplimiento de la ley que no se justifica", la que sin cargo conciencia sentencia al justo, la que convierte el templo de los pueblos en simple "mercados" y a las Instituciones "en cuevas de ladrones" (Hinkelammert). La Ética es la vida misma al garantizar su aliento. La que impela al prójimo a actuar: en su preocupación, en su ocupación, en su responsabilidad, en el cuidado y la hospitalidad para con la/el "OTRX" comunitario, en su "opción por los pobres".

¡Docentes! al asumir la existencia desde esta Ética otra, es atender al llamado a la insurrección educativa, es revertir la perversión, la inversión de los sistemas, liberando al conocimiento ahora parcelado, jerarquizado, direccionado nor-euro-céntricamente; busquemos en nuestros "ethos" originarios la simbología de la vida, la esencia de la naturaleza, no solo para regresar al pasado y estancarnos, sino para volver al presente como el "Ángelus Novo", capaces de juntar y reconocer las distinciones que permitan construir un mundo futuro posible.

Activemos la voluntad, la enérgica agitación, de cara a un cuestionamiento permanente de las verdades eternas por medio de la sistemática investigación; inventemos la gramática, el verbo creador para la verdadera comunicación. Esto exige una cuota de sacrificio, estudio y transformación real. Somos los únicos seres sobre el planeta, que dotamos a las cosas muertas de vida y las vivas las aniquilamos, es hora de poner la cabeza donde está los pies, enderezar los entuertos de una razón mítica de siglos, para lograr salir del laberinto en el cual estamos sumergidos.

Transformaciones tales, exige como instrumento un fuerte Movimiento Pedagógico organizado, impulsado no sólo para alcanzar una pizca más de 2 dólares mensuales, esto en sí es causa justa y obligada para la subsistencia necesaria. Pero se requiere también movilizados, en permanente agitación por la enseñanza en la y para la Comunidad, con la comunidad. Nuestras herramientas: la Ética del Cuidado, la Pedagogía del amor, el pensamiento crítico, la Fe del pueblo en sí mismo, la esperanza en un mundo sin otros mundos jerarquizados, «guiado por grandes sentimientos de amor…» (el Che), para salir del "atraso" obligado y aceptado.

La contraparte ya está en los medios. DAVOS es el nombre "del coro de los cuatro centros": los Estados Unidos de Norteamérica, China, Rusia y la Unión Europea, su tema estrella es el "Gran Reinicio". Su melodía canta loas a la vieja industria rejuvenecida en 4ta revolución; sus notas se sostienen con la robótica cambiando la esencia del trabajo en "plus-valor" mayor; la digitalización acelera en Redes el ritmo de la información en cuántica velocidad; la inteligencia artificial hace del ser humano un diseño predecible y "un mejor" consumidor.

A todas estas, compañeros docentes frente a Davos ¿qué tipo de educación vamos a dar a las futuras generaciones? Es el "tiempo necesario, el tiempo de peligro, el Kairós de la Revolución Educativa" ¡Asumamos nuestro compromiso!

Armylopez3@gmail.com



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