El MPPEU sigue premiando a los primados por arruinar la UCV y la UC

Dentro de la teoría de gerencia, se refiera el tema de la comisión por gestión como parte del tema de la administración de recursos humanos. Esto significa que el gerente que desempeña un cargo y vela por activos de la organización, puede cobrar una fracción de estos por asumir y conducir exitosamente esa responsabilidad. Algunos teóricos llegan a señalar que su retribución pudiera llegar al 2% de los bienes que administra. Hay otros incentivos financieros que se pueden agregar a los fondos monetarios, pero el corazón del asunto es que si un gerente beneficia con su desempeño a la organización, esta puede retribuir económicamente ese esfuerzo. No hay que tener grandes estudios en administración o economía, para comprender ello estimula el trabajo del alto empleado e indirectamente lo anima a buscar mejores resultados, algo que se traduce en un beneficio para la empresa. Y es que si de capital se trata el negocio, la pauta tradicional sostiene que un buen trabajador satisfecho tiende a producir más en su puesto.

Ahora bien, el renglón de "prima por responsabilidad de cargo" en una universidad puede verse como algo similar a la comisión por gestión, si se considera que la Administración de Recursos Humanos y no humanos, es el "negocio" de una institución de educación superior. Este enfoque tiene sus detractores y es que resulta polémico ver al trabajo humano como un asunto de estricto índole de ganancia económica, se dice que ello cosifica como mercancía al trabajador, pero para simplificar este escrito, nos permitiremos esa delgada "libertad".

El equipo rectoral tiene por función cuidar el buen desempeño de la planta profesoral e investigadores, así como la delicada función de alta docencia sobre los estudiantes. De modo que lograr que en esta coyuntura de la nación venezolana, una institución de importancia como es la universidad no se "descapitalice" con sus profesores, no es nada fácil. Tampoco lo es asegurarse de que los planes y programas de estudio estén al día y se ejecuten de forma óptima. Que una universidad pública aporte significativamente a la sociedad que la financia, más allá de producir "egresados" es también muy complejo. Fomentar vínculos entre el sector productivo e industrial de la nación y las investigaciones aplicadas que puedan generarse en esa universidad es extremadamente dificultoso y de poco éxito en este país. Así que ello por si solo, bien podría justificar una comisión por desempeñar efectivamente y eficazmente el cargo. No menos valioso es conducir a esa institución académicamente para que los aportes de investigación estén a la altura de los conocimientos mundiales del saber humano. Finalmente, lograr que la universidad al menos se mantenga eficientemente, en su infraestructura física y lógica, así como promover su presencia como faro de luz en la coyuntura política del momento, basada en las verdaderas ciencias no es menos útil para Venezuela.

Todo ello bien puede justificar que las autoridades obtengan una compensación por esa loable labor, pero, lo que resulta absurdo de comprender es porqué razón se paga una diferencia tan exagerada a los gerentes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Universidad de Carabobo (UC). Así como resulta casi imposible de justificar cómo se acepta darle una prima económica a quienes no solamente no han cumplido con nada de lo que anteriormente hemos descrito, sino que han hecho todo lo posible para lograr un resultado nefasto para esas universidades. A ver si entendimos ¿se les está pagando más por destrozar sus casas de estudio?

Y es que los perjuicios están tan a la vista, que hasta el techo de un pasillo se les cayó arriba de su cabeza. En un patrimonio arquitectónico de la humanidad, permitieron que colapsara la infraestructura física del maestro Villanueva. Eso sin mencionar que la universidad ha sufrido una merma en sus profesores como nunca antes había vivido, los "pensa" de estudio tienen atraso en su estructura y contenidos, los laboratorios y aulas de clases están en el suelo y carecen de los recursos apropiados para proveer una educación de calidad, las imprentas están calladas en obras intelectuales, la producción científica casi desaparecida en el ámbito mundial y la comunidad universitaria, profesores, estudiantes, empleados y obreros desencantada y hasta rabiosa con esas mismas autoridades.

Para colmo, la nación ve estupefacta como un trabajador ordinario, cobra un sueldo mínimo por esforzarse con ahínco diariamente, pero unas autoridades universitarias acusadas de corrupción, que no presentan cuentas al país bajo la falsa bandera de la autonomía administrativa, que en momentos donde el país urge de desarrollos y producciones nacionales no logran ofrecer casi ningún aporte significativo en esa línea, que se guían bajo sus intereses políticos, por no decir "politiqueros", que no dudan en visitar secretamente embajadas para acusar a sus superiores en el ministerio universitario y que están atornilladas perennemente en sus cargos, oscilan cerca de 750 veces ese mismo salario.

En otras palabras, se les paga muy bien por destruir a sus casas de estudio y hacer inútiles a sus instituciones frente al país. Un amigo nos dice que recientemente se les pidió rebajar el monto de sus pago de "primado" y ellos aún nos resulta risible, ya que ni siquiera se han ganado su sueldo básico por su rol. En cualquier universidad privada del mundo ya los habrían sacado a patadas del puesto, por incompetentes y hasta por arruinar "el negocio". Y es que han dictado toda cátedra de cómo hacer una pesima gerencia. En fin, todo esto contrasta radicalmente con una frase de Peter Drucker, una de las autoridades en materia de administración de empresas, que traducida a nuestro idioma señala algo como: "El liderazgo efectivo no se trata de pronunciar discursos o de ser querido, el liderazgo se define por resultados, no por atributos."



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