Se inicia un nuevo año académico en las universidades venezolanas. La atmósfera que se respira, después de 4 meses de guarimbas terroristas, en muchas de sus aulas, oficinas y pasillos de algunas de estas universidades, especialmente aquellas relacionadas con la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (AVERU), se percibe el olor de la derrota, del fracaso.
Muchos académicos y estudiantes se aventuraron a ejercer la política a través de acciones violentas (nuevamente) desde el mes de abril hasta julio para derrocar a un gobierno legítimo que no pudieron (nuevamente), pero si afectaron significativamente la vida de un país. Esta aventura que es un capítulo más de una larga novela de años de sabotaje, boicot, guerra económica y psicológica contra el pueblo venezolano que le ha costado mucho, incluyendo la vida de muchos jóvenes, enlutando a cientos de familias venezolanas. Esta novela ha sido protagonizada por fracasados, quienes expresaron sus odios y frustraciones, colocando sus intereses mezquinos por encima de los intereses nacionales, pero cayeron de nuevo en la derrota.
El país fue testigo como esta academia actuó con un ruidoso silencio en el momento en que el presidente Obama firmó su amenazante decreto contra Venezuela. Los académicos mostraron su verdadero rostro, apoyando con sus voces apagadas esta vil acción contra el país. No fueron capaces de deslastrarse de los nefastos objetivos políticos de los dirigentes políticos de la MUD, aun sabiendo de los riesgos en que fue colocado el país por una potencia extranjera.
En cada espacio universitario, durante el desarrollo de las clases, en reuniones, asambleas, sesiones de consejos universitarios, de Facultad y de Escuelas, estos académicos y dirigentes estudiantiles (activistas políticos de partidos de la MUD) fomentaron a sus estudiantes y compañeros de aula a expresar su rechazo al gobierno nacional, a través del odio y de la violencia, indujeron a desechar la ética, los valores de la democracia, de la convivencia, del respeto y la solidaridad, conduciendo a sus rebaños al fracaso. Su soberbia no les permitió visualizar el barranco adonde fueron arrastrados los jóvenes.
Al salir estos académicos, algunos rectores universitarios, a la palestra pública durante el "plebiscito" del 16 de julio, con el fin de ser los "garantes" de un proceso ilegal, fraudulento, sin las condiciones de transparencia y confiabilidad, ejercieron su derecho a mostrar su talla de fracasados y mediocres. No pudieron avalar los resultados finales ya que fueron dispersos por los vientos alisios…
Estos fracasados no saben cómo asumir tales derrotas, son incapaces de reconocer sus graves errores y cálculos mal hechos ante sus estudiantes y colegas. No tienen respuestas racionales para poder explicarles a la comunidad universitaria cómo llevaron a las universidades a este escenario desmoralizante. Con estudiantes y profesores presos por sus acciones terroristas. Patéticamente destruyeron la vida universitaria. Las universidades están vacías.
Lamentablemente su soberbia enceguecedora le impedirán rectificar, no podrán hacer la justa autorreflexión, seguirán en sus acciones conspirativas dañando permanentemente a las universidades, las cuales, pasaran muchos años para ser recuperadas en su moral y real misión.
Toda esta situación dantesca se describe muy bien cuando los académicos Amalio Belmonte (Secretario de la UCV) y Benjamin Scharifker (rector de la Universidad Metropolitana), fueron entrevistados en un espacio denominado como "Universidades vacías". Entrevista realizada el viernes 22 de septiembre pasado en el circuito Éxitos (emisora 99.9 FM en Caracas) durante el programa conducido por Cesar Miguel Rondón entrevista (http://www.cesarmiguelrondon.com/entrevistas/universidades-vacias/). Allí intentaron explicar y justificar lo inexplicable y lo injustificable. El titulo de la entrevista dice mucho de lo que se está viendo hoy en tales casas de estudios por sus políticas mediocres. Las universidades no pueden seguir siendo conducidas por esta pila de fracasados, es una aberración continuar así.
Tienen la palabra la ANC
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