Viva la academia, Viva profesores

Nacida en un taller Literario, el 29 de Enero de 1999, fue creada la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY), cuya partida de nacimiento estuvo marcado por el fin de la cuarta e inicio de la quinta. Hoy celebra sus 18 años en medio de una crisis económica que atraviesa el país, un paro nacional de profesores por reivindicaciones económicas y de salud,  a lo interno un paro parcial de estudiantes por servicios básicos de transporte y comedor.

Situación incómoda que le ha tocado vivir a la UNEY en  medio de su celebración. ¿Acaso la UNEY tiene ya la mayoría de edad, la madurez ética y académica para afrontar las diferentes situaciones que se le presenten? ¿Estará la UNEY consolidada como una universidad vanguardista capaz de asumir los retos de la época y asumir su propio destino y su misión de fomentar la cultura de los pueblos? Creo que sí. Pero existen diversos factores que no la han dejado, quizás por ser una adolescente rebelde, silenciosa, libre, fundamentada en valores y principios irrenunciables que le han mantenido pese a los ataques y atropellos de derecha y de izquierda que han querido condicionar su pensamiento de libertad, compromiso, igualdad y justicia social. y sobretodo han querido desaparecerla, borrar su identidad, borrar su historia, cosa difícil  después de haberse arraigado  en la conciencia  de su gente, en la cultura de un pueblo que la acepto como parte de su historia. Y ahora que ha llegado a su mayoría de edad, es cuando tiene mucho que darle a nuestro pueblo y nuestro país.

La UNEY tendrá que remontarse a las diferentes adversidades y a su propio tiempo. Superar sus propias limitaciones y errores para seguir adelante. Tendrá que blindarse de su gente, de lo académico, lo administrativo, de sus obreros y estudiantes, y sobre todo de su ética para saber decir sí o no frente a las situaciones que se le presenten. La UNEY tiene un camino por recorrer, tiene una misión que cumplir, ya es hora de apartar los intereses individuales, la división, el sectarismo, la politiquería, que tanto daño le ha hecho a la academia. Ya es hora de que la UNEY entre a la Universidad, que comience otra etapa, su etapa universitaria. Queda ahora darle la oportunidad de estudiar su propia carrera y no la de terceros, de vivir y hacer vida universitaria como todas las demás universidades que se abren camino en medio de las dificultades.

Darle la oportunidad de encontrarse consigo misma, de ejercitar sus sentidos para alcanzar la madurez y discernir por si misma lo mejor para nuestro pueblo y nuestro país. Algo está en juego: La UNEY. Viva la academia, viva profesores, viva la UNEY…

jorgevalera80@hotmail.com


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