La UBV como hija de la Revolución Bolivariana mantiene desde sus inicios la
conciencia del permanente reto y desafío que la historia le ha dado tanto en el
campo político como académico. La Universidad Bolivariana de Venezuela es una Universidad
política, que lejos de adoctrinar masas y preparar profesionales para ocupar un
puesto de trabajo, busca crear los espacios para el debate crítico y
propositivo desde la realidad sociopolítica comunitaria, nacional y mundial, que
va a favorecer el pensar y actuar creador y transformador desde y en la misma
cotidianidad. Lo que hace que la formación académica integral, la interacción
con las comunidades, la investigación necesaria y pertinente en interacción con
todo el país y la América Latina como objetivos institucionales que nos distingue
de las universidades tradicionales venezolanas no resulten una tarea sencilla
ni fácil debido a que todos hemos tenido que desaprender muchos comportamientos
que contravienen para alcanzar esos objetivos. Lo que ha implicado de todos sus
miembros tengamos que desaprender muchas cosas y aprender las nuevas que
permitan la construcción institucional.
Bajo la dirección de diversos equipos rectorales (a la cabeza de María
Egilda Castellanos - 2003, Orietta Capone- 2004, Andrés Eloy Ruiz - 2005,
Yadira Córdoba (2007), Angel Moro -2011 y Prudencio Chacón 2012) la universidad
ha crecido no sólo con 9 sedes o ejes (Barinas, Bolívar, Caracas, Falcón, Maracay,
Monagas, Táchira; Valles del Tuy y Zulia) sino que se ha expandido a través de
las aldeas universitarias a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional, gracias
a la municipalización en alianza con Misión Sucre, quienes nacieron para dar
respuesta a la deuda social universitaria de décadas anteriores, y que el
gobierno de Hugo Chávez Frías con su política de inclusión social abrió la
posibilidad para todos, pues el saber y el conocimiento son fundamentales en la
construcción de cultura y de desarrollo socio productivo.
Si bien no se puede evaluar el alcance e impacto de la Universidad
Bolivariana en la vida de las comunidades en sus 9 años en función al
compromiso de trabajar en ellas en los 4 años académicos, así como el desempeño
de muchos graduandos en cargos en la Gestión Pública en el Estado o en las empresas
privadas, se puede afirmar que la universidad ha traspasado las fronteras académicas
y ahora está en la calle, en las oficinas, en las comunidades a través de su
presencia crítica, solidaria y con deseos de aportar al país su grano de arena.
Para quienes seguimos haciendo nuestra labor de formación, reconozco los
avances que se dan en su interior gracias a los esfuerzos mancomunados y la
voluntad política de personas concretas pero también, las contradicciones que concurren
por nuestra propia ceguera o comportamientos derivados por olvidarnos de ser
vanguardia revolucionaria. Aún faltan darse aprendizajes profundos en lo
colectivo de la comunidad ubevista (estudiantes, docentes, empleados, obreros y
autoridades) lo cual requiere mayor conciencia, sentido, planificación y
evaluación sin olvidarnos de lo que somos y queremos ser. La certeza es que no
nos hemos quedado en un punto estático o mirando lo que no hicimos sino que
venimos visualizándonos desde el querer hacer y el deber ser, actuando en función
de esto y abriendo surcos de un camino que no existía y que ha obligado a la
revisión epistemológica, metodológica, ontológica, antropológica e ideológica
existente y de la que pretendemos desarrollar en miras a la visión original. Lo
interesante es que cada región (sedes y aldeas municipalizadas) desde su
especificidad y posibilidades viene nutriendo esa intención que se realiza en
un ensayo constante en el que el error es parte del costo de la novedad del proyecto
ubevista.
Como bien sabemos la Universidad Bolivariana se le conoce también como la
Casa de los Saberes y de eso se trata, el lugar de acogida de los saberes del
pueblo, saberes necesarios para la transformación de nuestras comunidades e
instituciones y el cambio ciudadano que debe darse en la misma reflexión y
nuevas prácticas que genera praxis emancipatoria, entendiendo esto como el proceso caracterizado por
la acción y conciencia libre orientada al bien público en el que los sujetos y
colectivos hacen ruptura con los sucesos históricos hegemónicos que oprimen e
invisibilizan sus fuerzas creadoras y transformadoras
Saberes que son la fuerza creadora, liberadora y transformadora de un
pueblo que hace posible los cambios radicales y en los cuales se fundamenta el
Poder constituyente para derivar el Poder constituido. Y es allí el papel
esencial de la universidad de los saberes, sistematizar los aportes de nuestro pueblo
en materia social, económica, política, cultural, ambiental, mediática,
productiva y multiétnica para dar respuestas a la realidad y orientar la acción
individual o colectiva hacia el bien común. Saberes que se manifiestan en los
haceres de hombres y mujeres, en los modos de organizarse y trasmitir
conocimientos.
Hablo
de los saberes necesarios sociopolíticos, los cuales la UBV tiene la tarea de reconocerlos,
sistematizarlos, visibilizarlos y valorarlos para construir desde nosotros, con
nosotros y para nosotros como pueblo que ha forjado su sentipensamiento desde
la realidad histórica y a partir de la identidad originaria indígena,
afroamericana y española que hizo posible nuestra venezolanidad como la
conocemos hoy en día. Por sistematizar se entiende el proceso que permite
recoger la producción colectiva de conocimientos en una realidad social
determinada buscando dar respuestas para su transformación y por visibilizar el
medio y la estrategia para el reconocimiento y valoración de los saberes
populares. Está aunada con la socialización que embarga un proceso de largo aliento
debido a que nuestra cultura academicista y mediática han influido en su
negación, ocultamiento y marginación de nuestros saberes para imponer la de
otros espacios geopolíticos y culturales.
Se
trata que la UBV acepte este reto y desafío: producir conocimiento desde el
relato colectivo y socializarlos para ser reconocido y valorado por todos incluso
por sus propios autores, quienes desde la conciencia colectiva expresan sus
voces y sus miradas sobre asuntos de interés común. Si queremos construir una
nueva ciudadanía y país, ella pasa por nuestros saberes que son a la vez
alimento para nuestras prácticas cotidianas que acertadas o equivocadas debemos
poner en debate y actuar de modo consciente y responsablemente.
Felicitaciones a todos los Ubevistas en su noveno aniversario, quienes como seres humanos damos todo para que nuestra Casa de los Saberes sea el espacio para revolucionar el pensamiento y el corazón de nuestra Patria bonita.