Rodrigo Cabezas: Hace falta financiamiento para salir de esta recesión devastadora

Rodrigo Cabezas

Rodrigo Cabezas

Credito: Contrapunto


Noviembre 10 de 2018.- A criterio del economista Rodrigo Cabezas, los elementos de un programa de estabilización macroeconómica tendrían como objetivo volver a la senda del crecimiento con inclusión social, lo que a su modo de ver no será fácil en el primer año, "pero que si se hace bien y en consenso, en el año 2020 pudiésemos obtener tasas del PIB en torno a cero o superando el cero, saliendo de la gravísima recesión".

"Podría creer que con una política de financiamiento podría ocurrir hasta una especie de rebote del PIB, detener la hiperinflación en el corto plazo y recuperar la producción y refinación petrolera, tres cosas que son vitales para la vida venezolana y que deben estar presentes en un programa de recuperación económica o de un cambio político", sostiene el exministro de Finanzas de Hugo Chávez.

 

En el foro "La economía venezolana en la encrucijada", promovido por el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (Ildis), Cabezas, profesor universitario, ex diputado del Parlamento Latinoamericano y de la Asamblea Nacional, disertó sobre la recuperación económica y su financiamiento global.

 

Acerca de la reinserción del país en el sistema financiero global, del cual advierte que está totalmente aislado, sostuvo que tanto el plan de estabilización y crecimiento como el plan petrolero y el programa de lucha contra la hiperinflación, requieren necesariamente el financiamiento global.

 

"Esto no es un tema ideológico como lo manifiestan muchos economistas de izquierda. No hacerlo es un acto de demagogia y de piratería política y económica por la gravedad de la crisis que vive el país. Si produjéramos seis millones de barriles de petróleo, otras cosas estaríamos diciendo", apuntó.

 

Dijo estar convencido también de que con los niveles actuales de las reservas internacionales, no será posible una política antihiperinflacionaria y que el país debe fortalecer los niveles adecuados de sus reservas internacionales. Y que en este sentido, el ente más adecuado para brindar apoyo es el FMI. "Aunque algunos digan lo contrario, es una vía. Si se tiene sentido de patria y de nación y sin querer hacerle daño al pueblo, con esta necesidad de apalancamiento económico puede negociarse incluso sin condicionamientos", sentenció Cabezas.

 

Otras soluciones las remitió al Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para financiar proyectos destinados al crecimiento y desarrollo social, la gobernanza y la reducción de la pobreza, entre otros; acuerdos bilaterales con estados, entre ellos la revisión del Fondo Chino, cuyos recursos opinó que deben administrarse con mayor transparencia para levantar la producción; las inversiones privadas con nuevos arreglos fiscales y políticos, sobre todo para la recuperación de Pdvsa; donaciones internacionales como las que ofrece el BID para la reducción de la pobreza, y la repatriación de capitales, aunque esto avizoró que esto no será posible mediante un decreto, sino con la creación de confianza en la seguridad jurídica que promueva la recuperación de la vida económica nacional.

 

—¿Cómo recurrir a los organismos internacionales?

 

—Antes que una representación de Venezuela visite las sedes del FMI, BM o del BID, se requiere elaborar un programa de recuperación que sea creíble y sostenible, y resueltos allí teóricamente los desbalances económicos más importantes, se trabaje en el diseño de los programas cambiarios y de las direcciones como se hará en anclaje cambiario. Esto no se hace de la noche a la mañana y se requiere la participación de los organismos e instituciones del Estado que intervienen en la economía. Es una negociación a la que no se le puede poner fecha y que por su emergencia necesita consenso, y seguramente está llamada a ganar y no a obstaculizar.

 

Una recesión devastadora

 

Al enumerar lo que denomina "los nudos gordianos de la economía venezolana actual", el economista se remitió a los resultados de un análisis económico realizado por un cuerpo de economistas de la Escuela de Economía de La Universidad del Zulia, provenientes de diversas corrientes del pensamiento, que abordó el tema de la recuperación económica y la posibilidad de la reinserción de Venezuela en el programa de financiamiento global.

 

Aclaró que el equipo de trabajo recurrió al análisis mediante el uso de la metodología del riesgo país utilizado por organismos multinacionales para tratar de observar aspectos vitales de la coyuntura. Como primera conclusión, consideró que existe un desequilibrio económico y social generalizado y un desbalance macroeconómico poco común en la historia republicana. Y apuntaron que se trata de la recesión más profunda, prolongada, generalizada y devastadora socialmente.

 

"Es la más prolongada de nuestra historia porque suma cinco años de caída de la actividad económica. Esto ha conllevado la destrucción de la riqueza y la depresión de la inversión y del consumo absolutamente desplumados. Y es la más profunda porque a lo largo de estos últimos cinco años, hemos observado una mutilación del cuerpo económico venezolano. Hay cálculos diversos, pero en general se está de acuerdo en que por lo menos un tercio del aparto económico venezolano se ha perdido; es decir: 33 por ciento del cuerpo económico ha sido mutilado por la recesión y la caída de la actividad económica. Decimos también que es generalizada porque ha afectado a todos los sectores. Vale señalar que entre los años 89 y 90, cuando tuvimos impactos recesivos, solo dos sectores ofrecieron respuestas positivas en medio de la recesión, como fueron la construcción y las telecomunicaciones. Esta vez, desde el año 2016, todos los sectores han sido afectados por la caída de la actividad económica. Y también concluimos que es devastadora socialmente porque han resurgido la desigualdad, la pobreza y la desnutrición. En efecto, en los últimos cinco años el ingreso per cápita se ha desplomado en un 40 por ciento y esto es significativo para cualquier análisis estadístico".

 

Hiperinflación, Pdvsa, deuda y sanciones en la lupa

 

Según Cabezas, la inflación es la más alta y prolongada de la historia nacional y desde finales de 2017 cuando se convirtió en hiperinflación, sostiene que lo grave es que no ha sido atendida por el Gobierno Nacional para procurar aminorarla o detenerla.

 

"Literalmente ocurre una destrucción del orden económico porque se ha paralizado el sistema de los precios relativos de los bienes, las tasas de cambio y las tasas de interés, con sus consecuencias en las políticas fiscal, monetaria y cambiaria", apuntó.

 

Por otro lado mencionó el deterioro operacional y financiero de Pdvsa, con una pérdida de producción promedio mensual de 58 mil barriles diarios de petróleo y una caída de la actividad refinadora de aproximadamente 40 por ciento, lo que a su forma de ver, ha tenido impacto inmediato en las reservas internacionales y por tanto en la vida económica de los venezolanos, ya que ha conducido a una correlación directa con el comportamiento de las importaciones. Apunta que con certeza se puede asegurar que entre 2012 y 2017, las importaciones de Venezuela cayeron en 80.6 en términos reales.

 

Otro punto importante lo atribuyó a lo que califica como un desorden del mercado de la deuda externa: "Estamos literalmente en cesación de pagos y excluidos de los mercados de crédito mundial, sobre lo cual se ha creado una gran incertidumbre, ya que se preparan demandas internacionales contra activos de la República. Además, cuando entre los años 2014 y 2015 era posible hacer una reestructuración de la deuda para allanar los pagos de 2016, 2017 y 2018, no se hizo. Luego se intento lograrlo, pero de manera abrupta con el uso de una cadena de televisión, mediante la cual se llamaba a los inversionistas a acercarse a Miraflores, cuando debió negociarse en forma privada con técnicas de uso universal como se hace con quienes tienen títulos y fondos de inversión de las repúblicas".

 

Asomó también lo relacionado con el bloqueo económico financiero internacional y el aislamiento del país de la comunidad latinoamericana y del Caribe. "No me refiero –dijo- a las sanciones contra funcionarios del gobierno señalados como corruptos por el Departamento del Tesoro de EEUU, sino a los hechos que comenzaron a ocurrir a finales de 2017 que condujeron al cierre de los bancos corresponsales, la inutilización de las cartas de crédito y la no apertura de cuentas petroleras en Europa, EEUU y Canadá, que tuvieron impacto en las importaciones directas de bienes y el acceso a los mercados financieros, no sólo en procura de liquidez, sino de instrumentos del mercado. Venezuela contaba con 14 bancos corresponsales en EEUU que sirvieron para las actividades de comercio. Hoy no tiene ninguno".

 

—Sobre las sanciones económicas a Venezuela por parte de EEUU y la UE, ¿cuál es su visión?

 

—El bloqueo económico y financiero tiene indudablemente su impacto en la economía del país, pero tiene su origen no en un problema económico, sino político. Pienso que tiene su origen en una desviación democrática de Venezuela. Hay sanciones contra funcionarios corruptos, que no tienen impacto en la economía país. Una posibilidad de superar las dificultades y la barreras que tenemos, así como el bloqueo económico, solo lo visualizo en el cambio político. Y una rectificación radical de este Gobierno sobre este particular, no la tengo en mis previsiones.

 

Sistema financiero preocupante

 

Cabezas alude además a la situación del sistema financiero nacional. Refiere tener información según la cual, como una estrategia de reducción de costos, desde 2016 las entidades bancarias han cerrado las puertas de 130 agencias y que en el interior del país han prescindido del uso de cajeros automáticos ubicados en centros comerciales y otras locaciones. Y que desde el mismo año adelantan un proceso de reducción sustantiva de sus nominas.

 

Agregó: "Más grave aún, y esto tiene que ver con un tema macroeconómico, es que las entidades han iniciado una reducción en términos reales del crédito bancario, que si en 2015 era del 54 por ciento del PIB, en 2016 fue del 26 por ciento, y se estima que en 2018 pueda ser del 15 por ciento. Se trata de una reducción significativa de un instrumento importante para la recuperación económica. Mientras entre 2015 y 2017 la banca destinó el 67 por ciento de su crédito al financiamiento del consumo, 7 por ciento lo hizo para la actividad industrial, con el impacto esperado en este sector fundamental de la economía".

 

—¿Podría preverse que el Gobierno se incline por decretar la nacionalización de la banca privada?

 

—No veo esta alternativa en el corto plazo en medio de la situación que vive el país. No creo que se asuma este riesgo, lo que no quiere decir que el Gobierno no lo haga.

 

De la desesperanza a la recuperación posible

 

Cabezas asegura que los impactos sociales de la situación económica son inéditos para un país petrolero, donde su población se ha convertido en migrante y desnutrida, crecen la desigualdad y la conflictividad, y hay un pérdida sostenida de profesionales y técnicos que se van a otros países, particularmente de médicos e ingenieros que encabezan las estadísticas. Y donde afirma que se vive en una situación de desesperanza general.

 

"Comparto los argumentos según los cuales la recuperación económica y social de la nación es posible, para esta se precisa instrumentar una política económica sistémica que permita dotar a la nación venezolana del plan de estabilización macroeconómico y de crecimiento como parte de un plan que hasta ahora no tenemos y que está lejos de parecerse al cuerpo de compartimientos y pautas anunciados por el Gobierno en agosto pasado. La máxima prioridad es un programa antihiperinflacionario, con un programa monetario junto al tema fiscal. Se requiere una programación financiera global para establecer cuál es cálculo del anclaje sobre una economía y divisas reales, y no sobre el anclaje en el petro como se ha anunciado, que no resuelve nada. Mientras tanto, la hiperinflación sigue su curso, destruyendo la inversión, el salario real y la recaudación tributaria, y que es devastadora y tiene que ser detenida. Los gobiernos a los cuales alguna vez les llegó la hiperinflación por sus políticas cambiarias y monetarias, aprendieron sobre el tema, y en un año o año y medio salieron de ella", indicó.

 

Para Cabezas, la recuperación de la industria petrolera es un factor determinante y no debe pasar de tres o cuatro años y la cual requiere una inversión financiera importante que tiene que estudiarse y programarse.

 

Recomendó también que debe crearse un clima político, económico y social importante que favorezca la confianza y el diálogo, que aduce que en estos momentos no los ve posibles, y que no vislumbra tampoco rectificaciones como para que se presente algún programa de estabilización económica.

 

"Un plan de este tipo requiere o bien una rectificación profunda o un gobierno de transición. Este último tendría que presentar un programa para el consenso de la nación con visión sistémica que incluya una política fiscal, desmonetizar el déficit, una nueva política tributaria, la libertad cambiaria, acuerdos con los industriales nacionales que permitan la recuperación de la producción, políticas que prioricen la atención a los niños, los ancianos y los enfermos y el financiamiento global", indicó.

 

 


 

 



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La fuente original de este documento es:
Contrapunto (http://contrapunto.com/noticia/rodrigo-cabezas-la-recesion-devastadora-necesita-el-financiamiento-global-232872/)



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