Sres. Diputados: Exigimos salarios para dignificar y gratificar la vida

Señores diputados.

En ejercicio de mis derechos ciudadanos y haciéndome eco de cientos de venezolanos e impulsado por las condiciones de precariedad por la cual atravesamos la mayoría de las familias venezolanas producto del deterioro del salario y las condiciones de trabajo y sin desconocer las limitaciones financieras del país, me dirijo a ustedes antes que su agenda de actividades los consuma en sus funciones como parlamentarios en este período que recién comienza.

Si de algo podemos hablar con propiedad los venezolanos es de economía. Muchos porque son expertos, otros como somos la mayoría, porque padecemos los rigores de sus consecuencias. Además hemos tenido, en el foro mundial y nacional, oficiosos de la ciencia económica de quienes hemos obtenido información básica o complementaria. Expertos o no, podemos coincidir en las definiciones conceptuales del salario y más aún en la respuesta clásica que da cualquier trabajador cuando se le pregunta para qué trabaja: para vivir, para vivir dignamente, para satisfacer las necesidades fundamentales, para gratificar la vida.

El salario es una valoración del trabajo que tú realizas. Insisto, podemos estar de acuerdo o no en definiciones académicas, pero ante la crisis que vive el trabajador venezolano el trabajo y el salario automáticamente lo vinculamos con las condiciones actuales de vida y los padecimientos que incluso han obligado a miles a emigrar.

A este tema no hay que darle mucha vuelta, es el tema del día. No reconocerlo es colocarse de espaldas al pueblo. No hay rincón donde usted vaya, que no oiga la protesta por los extremadamente bajos salarios y la incapacidad de adquirir alimentos. Hoy, jueves 7 de enero, el salario es menos de un dólar. Ustedes me dirán la brecha entre el ingreso y la capacidad adquisitiva, sé que lo saben porque seguro estoy que muchos de ustedes sufren como venezolanos los efectos de la crisis. Es por ello que el tema salarial constituye un punto urgente a debatir, no debería pasar máximo de la segunda sesión para incluirla en la agenda del día.

Ustedes pasan a ser el centro de atención política y se ganaron el derecho de discutir este punto porque en la campaña electoral TODAS las organizaciones, partidos de gobierno y oposición, hicieron el planteamiento. Sin embargo, es una decisión que debería tomar el Poder Ejecutivo sin dilación. Pero igualmente es válido, tal como se hizo con el acuerdo aprobado por unanimidad ante la situación de conflicto que vive el pueblo de U.S.A, resolver el tremendo conflicto que tenemos en Venezuela y que se expresa entre otros indicadores en los bajísimos salarios.

Servicios y bienes de consumo en dólares y salarios en bolívares es una ecuación incongruente que disloca la paz y la tranquilidad social. ¿Cómo construimos una sociedad mejor y justa de esta manera? Los argumentos que tratan de justificar y justificar y justificar la situación, ya el pueblo los ha digerido, analizado y como buen practicante de la economía ha concluido que no se puede seguir difiriendo las decisiones. No le pidan más paciencia y comprensión al pueblo. No le den más argumentos para no hacer nada al respecto.

Si ustedes cumplen con su responsabilidad de defender al pueblo, que Dios y la Patria os los premie, pero si no cumplen el pueblo os lo demandará y continuará con su agenda abierta de lucha que a pesar de las dificultades, que no está dispuesto a renunciar.

 


 



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Salvador Camacho


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