Durante la discusión de la Ley Antibloqueo en la ANC, uno de los constituyentes recalcó que, producto del acoso del imperio, Venezuela pasó de recibir por concepto de exportaciones 56.000 millones de dólares en 2015 a obtener apenas 400 millones en 2019. Esto en parte explica por qué el salario mínimo actualmente ronda los 3 dólares al mes. Si la economía nacional tuviera un repunte que le permita acoger por exportaciones 4.000 millones de dólares el salario se ubicaría en 30 dólares mensuales, y haría falta una entrada mínima de 40.000 millones de dólares para volver a los 300 dólares mensuales de sueldo mínimo que exhibió Venezuela hasta finales del gobierno anterior.
El nuevo plan para la recuperación de la economía nacional, embebido en esta Ley, fija el fiel de la balanza en la posibilidad de acoger inversiones extranjeras tomando como modelo la experiencia de Vietnam, país que en 1973 expulsó al ejército invasor norteamericano de su territorio, y en 1986, en un ejercicio de Real Politik, abandonó la economía de signo comunista, aplicando elementos de mercado con un paquete de reformas económicas denominadas Doi Moi ("Renovación). A esto siguió el cese del embargo por parte de Estados Unidos en 1994 para culminar en julio de 2000 con la firma de un Acuerdo de Comercio Bilateral entre ambas naciones que le otorgó el estatus de Relaciones Comerciales Normales a los productos vietnamitas en el mercado estadounidense.
Para alcanzar las metas de la nueva ley se prioriza mantener las negociaciones con los socios extranjeros en el más absoluto secreto, fórmula que ya ha sido probada con relativo éxito a través del tiempo. En 1942, en plena guerra mundial, científicos de los laboratorios Bayer descubrieron el fenobarbital, que rápidamente atrajo la atención de muchas naciones por sus aplicaciones médicas. Uno de esos países eran los Estados Unidos, el cual recurrió a la Ley para el Comercio con el Enemigo, en cuyo articulado se permitía la desaplicación de ciertas normas legales, a fin de obtener dicho medicamento mediante negociaciones directas con el régimen nazi.
Este mecanismo del sigilo permitirá que diversos conglomerados de inversores de todas las nacionalidades, tendencias políticas o credos religiosos, presten su dilatada experiencia para la recuperación de los indicadores macroeconómicos, los servicios públicos y la calidad de vida de la población en general.
Por su parte, el gobierno nacional, tal como quedó expresado en un artículo de quien esto escribe y publicado anteriormente: https://www.aporrea.org/economia/a263757.html, además de ofrecer garantías para la inversión y como contraprestación, cuenta con un elemento plus para la negociación que no es otro que la ilimitada oferta de mano de obra barata, 3 dólares al mes en la actualidad, cuya masa competirá por un puesto de trabajo que le permita obtener una paga de 150 dólares al mes en promedio, y a cuyos ojos dicho monto aparecerá como una retribución más que alentadora.
Más allá de toda discusión ideológica, el ejemplo de Vietnam no deja lugar a dudas: Compañero Ho Chi Minh, 'Money talk'.