Libertad de Pensamiento

Cordura en los comentarios de las redes sociales, deberá ser la orden del día

Recientemente, leyendo unos argumentos en las redes sociales, con estoicismo, pude adentrarme en uno que me llamó poderosamente la atención. Se trataba de una imagen de un supuesto título de una universidad pública. Cuando menciono el término "Supuesto" se deriva que solamente enfocaron, señalados con una flechita –análogas a las de los sitios del suceso- los fonemas "Licenciada en Aministración" suprimiéndose la "d" por error involuntario. Debía decir: "Administración". A la vista, era un mero papel doblado. Había inconsistencia

De lo arriba mencionado, pude sacar mis Sui géneris conclusiones: No fue un asunto de contenido, sino de forma. Como se evidenció en la imagen, el aparente certificado, no poseía el membrete de la casa de estudios que lo expedía. No presentaba las rúbricas de las autoridades académicas-universitarias. Mientras no se aportaba una prueba en contrario, no podía hablarse de legalidad del impreso. Un documento sin los respaldos de las firmas autorizadas, sin los sellos correspondientes, tal era el caso, es inválido. Es un escrito írrito.

En este orden de ideas, a pesar de que los argumentos eran "Ad Populum", reflejaban la inopia de los comentaristas; que le cayeron al yerro con epítetos oprobiosos; en el sentido, que al pretender realizar críticas -en su propia torpeza- constructivas; ellos mismos presentaban errores ortográficos, huérfanos de cultura gramatical en los preceptos más elementales. Por respeto, no me corresponde a mí puntualizarlos, ya que esto no es una cátedra de redacción. Presentí que la animadversión desenfrenada, la falta de sensatez, los condujo a la elucubración.

Es bueno resaltar, que esas elucubraciones van amalgamadas con las creencias, juicios de valor que posee un sujeto sobre un contexto determinado, habitualmente, de interés público. Afán que considero, deberá ser serio, debatible, sustentado en una realidad; y no en una ficción; aunque en ella pueda haber un proceso de ocultamiento, intencional o no, tanto en la relación del individuo sobre sí mismo como hacia a terceros semejantes. Cuando los ojos empiezan a pensar primero que el cerebro; la lengua se activa, obedeciendo a los primeros.

Ya para despedirnos, no debemos hacerlo, sin antes dejar algunas proposiciones en relación a los comentarios sin fundamentos de las interpretaciones que se realicen por estos medios. Empecemos por decir que, cuando se hacen críticas sin mesuras, sólo se busca realzar la enemistad entre las personas civilizadas. Los vituperios del fracasado, siempre intentan arrastrar a los demás a su propia bancarrota. Los reproches injustos y despiadados, formula a orientarnos que la cordura en los comentarios de las redes sociales, deberá ser la orden del día.

¡Muchas gracias!

Nos vemos en la lomita.



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José García

abogado. Coronel Retirado.

 jjosegarcia5@gmail.com

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