¡Avancemos hacia un país libre y soberano, ahora mismo!

En reciente artículo de nuestra autoría llamado: VENEZUELA DEBE INICIAR UN NUEVO MODELO PRODUCTIVO ¡YA!, publicado hoy en Aporrea exponía lo siguiente:

Venezuela debe dejar de ser un país exportador de Crudo petrolero, para convertirse en exportador de combustibles líquidos, grasas, lubricantes, derivados plásticos y otros, haciendo acuerdos con gobiernos que estén dispuestos a negociar con nosotros. Sabemos que México está importando desde USA gasolina, nosotros necesitamos productos de ellos. Solo deberíamos mantener la exportación de crudos a aquellos países que estén asociados a Venezuela, manteniendo convenios estratégicos con nuestra nación. Tenemos capacidad productiva de refinación, solo requerimos algunos aditivos y solventes para disminuir la densidad del petróleo extra pesado de la Faja petrolífera Hugo Chávez para poder bombearlo, vía tubería, a las refinerías situadas en el Norte.

Estas aseveraciones a primera vista parecen un exabrupto, puesto que es difícil imaginar como un país cuyo PIB, en un 90%, ha dependido de las exportaciones de crudo petrolero, cómo será posible, que luego de 100 años de ese tipo de políticas petroleras, ahora vayamos a decir, de la noche a la mañana, que debemos "dejar de ser un país exportador de crudo petrolero". Para entender esto debemos hacer un poco de historia, ya que en todo ese tiempo, el precio del crudo petrolero ha sufrido caídas, producto de las crisis cíclicas, que ha experimentado la economía capitalista. La penúltima en el 2014, produjo una caída desde los 100 $/barril, hasta 23 $/barril, que hizo estragos en el presupuesto del gobierno venezolano. Esto ha sido así desde los años 80 del pasado siglo, cuando se acentuó la frecuencia de estas crisis. Las cuales han causado serios daños en la economía nacional, impidiendo su desarrollo continuo, puesto que muchas industrias se van a la quiebra y la economía tarda mucho en recuperarse. Siempre nos llamó la atención, él porque los EEUU han estado a favor de la desestabilización de los precios y es que analizando un poco más la cuestión, notamos que solamente las compañías multinacionales CARTELIZADAS, son las que han tenido en ese tiempo una ganancia constante, con precios crecientes de manera estable de su producción que se basa esencialmente en productos refinados. Ellos no son productores de crudos, sino que los compran a los países exportadores, que los extraen de manera extractivita y luego estas compañías los refinan en múltiples refinerías situadas en diferentes latitudes. Para poner un ejemplo que nos sirva para entender mejor esto imaginemos, que tenemos una panadería, vendemos el pan canilla a Bs, 50,00 c/u. y compramos la harina a Bs. 100,00 cada kilo, de repente el mercado entra en crisis y la harina baja rápidamente hasta costar tan solo Bs, 20,00 cada kilo. Esta caída brutal debería por la mal llamada Ley de la Oferta y la Demanda producir una caída también en el precio del pan, ¡pero no!, por estar cartelizadas las panaderías en manos de mafias del pan, se ponen de acuerdo y deciden dejar el precio del pan tal como está. Entonces sus ganancias crecen de manera exponencial y a los productores de harina los condenan a vender a perdidas. Lo mismo ha sucedido durante las últimas crisis energéticas, los países exportadores de crudo sufren crisis cíclicas y por el contrario las mafias de las compañías del petróleo cartelizadas, se ponen de acuerdo con los precios de los productos refinados y nunca los bajan, obteniendo pingues ganancias especulativas. Es que ello, que desde "las 7 hermanas" siempre han estado cartelizados y definen a su conveniencia sus márgenes de ganancias. De tal manera que mientras más barato puedan adquirir los crudos para su procesamiento, mayores serán sus márgenes de ganancias. En Venezuela como en todos los países exportadores de crudos petroleros, no sucede así, cuando bajan los precios de los crudos, sus ingresos se reducen también de manera directamente proporcional.

La pandemia del COVID 19 ha contribuido a desnudar esta situación, toda la economía mundial ha sufrido una recesión, una reducción de la demanda notoria, produciendo la caída de los precios. Por primera vez la demanda se reduce de manera natural por efecto de la pandemia, que convoca a la cuarentena y el paro de muchas industrias y el comercio, reduciendo el tránsito automotor a su mínima expresión, para poder interrumpir la cadena de transmisión del Corona Virus. Como consecuencia hemos visto que los precios de los crudos se han desplomado por debajo a "Cero" Dólares por barril, en otras palabras para vender un barril de petróleo, el país productor debe pagar una cantidad de Dólares al comprador, con el agravante que el flujo petrolero no se puede detener, de hacerlo, su costo sería superior al que ocasiona perforar nuevos pozos.

 

 

 

En este comercio internacional viciado, en donde la geopolítica se inclina hacia el lado de las multinacionales del petróleo y sus mandantes: El capital financiero de occidente, vemos como Venezuela en 100 años de producción petrolera no ha alcanzado su soberanía energética, sino que cada vez más depende del suministro de aditivos, diluyentes, insumos y equipos, que en todo ese tiempo, no hemos sido capaces de producirlos y por el contrario la brecha tecnológica que nos separa de los países del primer mundo se ha ensanchado mucho más. De tal manera que, seguir luchando en desventaja con un enemigo, que nos ha declarado la guerra, no tiene sentido, Necesario es entonces diseñar nuevas estrategias, que nos permitan sortear la terrible situación en que estamos sumidos. Veamos:

  1. Recomendamos modificar estructuralmente las políticas de precios, del mercado interno de los combustibles líquidos. Debemos igualarlos a los del exterior. Todas las estrategias que PDVSA ha implementado para evitar el contrabando de extracción han fracasado ocasionando pérdidas que rondan los 20 000 MM de Dólares anuales. Por otro lado el precio de los combustibles líquidos, es tan ínfimo, que PDVSA, le paga una cantidad de dinero a cada conductor, cada vez que este hecha combustible en su tanque. Es decir este precio está muy por debajo de su costo de producción. Pensamos que ya el tiempo de las vacas gordas se acabó y Venezuela debe dejar de pensar al estilo saudita, en donde el despilfarro es una constante, por lo tanto debemos actuar de una manera dialéctica y revolucionaria, generando políticas, que no sigan promoviendo la extracción de la renta petrolera por la burguesía, cada vez que surta gasolina a sus automóviles y dejar de financiar al narcotráfico internacional colombiano, que usa la gasolina como un componente esencial para la fabricación de la cocaína. Si se corrigen estas distorsiones, estaríamos en condiciones de continuar con políticas verdaderamente nacionalistas, que nos lleven a alcanzar la soberanía energética.

  2. Debemos incrementar al máximo nuestros procesos de refinación. Sabemos que actualmente la producción de las refinerías anda por un 15% de su capacidad, por las razones expuestas consecuencia del bloqueo, que impiden el suministro de algunos aditivos y disolventes necesarios, por lo que hay que hacer convenios estratégicos con naciones aliadas. En el mundo multipolar en que estamos viviendo se facilita esta estrategia, más aun cuando Venezuela tiene convenios de cooperación estratégica con varias de las potencias orientales.

  3. Es posible de inmediato, trasladar una parte de la flota automotriz al consumo de gas, sería cuestión de habilitar rápidamente surtidores ubicados en sitios estratégicos. Existe una cantidad de automóviles modernos, que ya cuentan con el sistema dual, es decir funcionan con gas y combustibles líquidos a conveniencia. De lograr esto se estaría avanzando en la diversificación del consumo, dándole preeminencia al gas por su bajo costo, además Venezuela cuenta con enormes yacimientos costa afuera, en la zona oriental y tiene la infraestructura casi terminada. La importancia de terminar el Proyecto gasífero Nacional empezado por el Presidente Chávez, es de fundamental importancia, porque con él, se puede trasladar el consumo de combustibles de las plantas termo eléctricas, de muchas industrias básicas, que consumen gasoil al consumo por gas, quedando este costoso combustible para su venta en el exterior y el consumo interno de la flota de carga pesada y el transporte público, que sería necesariamente subsidiado, para evitar la inflación y el impacto social, que una medida como esta pudiera producir. Además el gas es la materia prima para la industria del plástico, los textiles y fertilizantes, en donde Venezuela tiene un promisorio camino andado y por recorrer.

  4. Es fundamental para alcanzar la soberanía energética, que Venezuela avance en el área de la fabricación de etanol, para ello es necesario sembrar grandes extensiones de maíz o caña de azúcar, además de construir plantas para la refinación del etanol.

Venezuela cuenta con 40 MM de hectáreas cultivables, de las cuales solo estamos utilizando 4 MM de hectáreas. Entonces nos parece prioritario empezar un proyecto macro, de agricultura y cría extensivas, adonde podamos desplazar al Sur geográfico un gran número de gente joven, universitarios, profesionales, que estén dispuestos a empezar una nueva vida allá, en donde los recursos naturales están en demasía, para terminar de alcanzar la soberanía alimentaria y de todo tipo. Gente joven que en algún momento pensaron que lejos de nuestras fronteras iban a alcanzar el porvenir que esta patria en su oportunidad no fue capaz de darles. Ahora que están regresando por miles es hora de unir esfuerzos con los que se quedaron aquí para hacer de Venezuela un país adonde valga la pena vivir. Solo hace falta la voluntad política y si es necesario dar un año sabático universitario, para que en ese tiempo poder desarrollar semejante proyecto, pensamos que bien vale la pena.

Tendrán que ser ciudadelas cerca de la fronteras, equidistantes unas de otras interconectadas, con sistemas de comunicación acuíferas, aéreas, terrestres, con toda su infraestructura en materia de educación, salud, deportes, diversiones, arte y espectáculos, turismo, seguridad y defensa, con presencia de las FANB, la Milicia y policías, con el sistema de organización social de las Comunas y las formas organizativas de la Revolución Bolivariana, con sistemas de producción endógeno, con respeto hacia la naturaleza y que sirva como un escudo protector para evitar el saqueo y la deforestación que tantas bandas de garimpeiros, mineros y leñadores están produciendo en esos territorios vírgenes.

Con el cumplimiento de estas cuatro propuestas estamos seguros que daremos un paso gigantesco en el camino para lograr nuestra soberanía e independencia económica definitiva, cuando en combinación con el PETRO como moneda digital podamos superar el bloqueo que el gran sistema financiero nos tiene implementado y derrotar a una inflación galopante.



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Jouseff Kan

Master en Ciencia Política. Enfoque Sur.

 joukap10@outlook.es

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