El remedio, ¿peor que la enfermedad?

El dilema del venezolano de a pie, justo ahora es, me quedo en casa a morir de hambre y miseria o me voy a la calle a contagiarme de un virus que quizá me mate o quizá me permita seguir viviendo en miseria…

¿Me quedo en casa a morir de hambre, o salgo a la calle a seguir en el rebusque del día a día?

Hasta ahora el venezolano no sabe que es mejor, si quedarse en casa a aguantar hambre (parejo) o salir a la calle a rebuscarse (para medio comer).

Las recientes medidas de cuarentena general y aislamiento social anunciadas por Nicolás Maduro en cadena nacional pudieran parecer normales, apropiadas y hasta satisfactorias para quienes residen en Europa, Estados Unidos y posiblemente en la mayoría de los países estables y normales de sur América (excepto para los inmigrantes venezolanos) los europeos están aprovechando estos días en tranquilidad para descansar, ponerse al día en sus estudios, posgrados, maestrías, doctorados, inscribirse en cursos en línea, leer los buenos libros que tenían pendientes, ejercitarse, poner en marcha nuevos proyectos, organizar ideas, compartir con sus familiares en fin… Todo lo que debería estar haciendo una persona próspera, productiva y despreocupada en un país normal.

Mientras descansan, estudian, leen, se ejercitan, planean su futuro y comparten con sus familiares, tienen la suerte y tranquilidad de disponer de algunos ahorros en monedas estables, también de haber comprado lo suficiente para subsistir durante al menos dos meses, gracias a sus trabajos con sueldos dignos y al menos suficientes para cubrir con las necesidades más básicas del ser humano, agua, alimentación, higiene y salud.

En Europa, o para no ir tan lejos, en la mayoría de países estables del continente suramericano ni siquiera es necesario salir de casa para comprar alimentos o suplir necesidades tan básicas, a través de internet, o de una simple llamada telefónica es posible pedir alimentos y medicinas a domicilio. Las aplicaciones como Rappi o Glovo están trabajando, ahora, más que nunca.

En Venezuela eso no sucede, ni podrá suceder en un corto período de tiempo o en mucho, mucho tiempo… En primer lugar, porque nadie, ningún venezolano de a pie goza de un salario digno y suficiente que alcance para cubrir las necesidades más básicas del ser humano mencionadas anteriormente, pero que vale la pena repetir para ver si se afianzan en la mente de quienes aún creen que un bono es suficiente para vivir: hidratación, alimentación, higiene y salud.

Es posible vivir sin ropa, sin zapatos, sin caña, sin rumbas, sin luz, sin Internet, sin teléfonos, sin vehículos, sin paseos a la playa, pero no sin agua, sin comida, sin higiene y sin salud. Que quede claro.

La mayoría, por no decir todos los venezolanos viven del rebusque o de las remesas que envían sus familiares que se encuentran en el exterior y que tienen ahora sus propios problemas ya que también se encuentran en cuarentena y con serias limitaciones para trabajar y poder enviar ayudas a sus familiares, eso es otro tema, y bien pero bien amplio. La situación del venezolano es extremadamente compleja y difícil tanto dentro como fuera de Venezuela, el venezolano es vulnerable donde quiera que se encuentre.

Maduro pretende manejar la crisis actual como si Venezuela fuera un país normal y debemos ser enfáticos en lo siguiente.

En Venezuela nadie goza de un salario digno, ningún anciano goza de una pensión digna, los bonos que reciben a través del carnet de la patria no alcanzan para nada, los servicios de salud en Venezuela se encuentran en precarias condiciones, millones de personas sufren por la falta de agua potable, no tienen ni con qué lavarse las manos, las telecomunicaciones no funcionan, el servicio de Internet es pésimo y la precariedad del sistema eléctrico nacional obliga a las personas a padecer racionamientos diarios de al menos 3 horas por no mencionar el máximo que hemos tenido que soportar, todo eso sin contar los múltiples apagones que ocurren a lo largo de cada día y que han dejado a muchos sin neveras, televisores o equipos de sonido aunque nada tan imprescindible y necesario como una nevera.

En Venezuela, cuesta demasiado quedarse en casa, porque millones de venezolanos se alimentan gracias a lo que producen o encuentran durante el día, la informalidad es la principal fuente de ingresos del venezolano, pululan los mototaxistas, taxistas, autobuseros, vendedores ambulantes informales que viven del "rebusque" esa gente no tiene ahorros ni una reserva de alimentos en casa, para ellos es cruel, imposible y desesperante aguantar una cuarentena en sin nada.

Muchos niños en Venezuela se alimentan gracias a los programas de alimentación escolar y es quizá su principal y más nutritiva comida, con las escuelas cerradas, tendrán que "alimentarse" en casa, con lo poco que puedan y su desnutrición seguirá incrementándose.

Muchas personas mayores, los ancianos venezolanos viven únicamente de las pensiones que reciben, que es aproximadamente la mitad de un sueldo mínimo, no alcanza para nada y además de eso, deben hacer largas colas en las afueras de las instituciones bancarias cada mes para poder cobrarlas ya que muchos no cuentan con el beneficio de la tarjeta de débito lo que en el caso de la cuarentena les impedirá recibir esa miseria que aún con esperanza en los ojos ellos consideran una "ayudadita" porque "algo es algo y peor es nada" sin recordar o pensar en que gracias a su trabajo y el esfuerzo de años Venezuela quizá creció, y lamentablemente lo que es ahora no es su culpa, porque el esfuerzo ellos se encargaron de hacerlo, mientras otros se encargaron de destrozar a un país que maravillosamente creció hasta ser el más próspero del continente, tiempos atrás…

Millones de venezolanos sufren de desnutrición por no alimentarse bien

Para resumir y concluir, en Venezuela, las personas de a pie, el pueblo, no tiene dinero para comprar provisiones justo ahora, las reservas de alimentos en su casa son nulas o limitadas, dudo mucho que lleguen a alcanzar para una semana, una vez se terminen los ciudadanos quedarán a la deriva y desamparados.

En algunos barrios de Venezuela no hay agua suficiente para cumplir con las medidas mínimas de higiene que se deben mantener para controlar cualquier virus, la electricidad falla constantemente así que, es muy probable que cuando el servicio se interrumpa muchas personas necesiten salir de sus casas a tomar aire, las telecomunicaciones son deficientes así que será difícil mantenerse informados sobre muchas cosas, la gente no tiene con qué entretenerse o en que invertir el tiempo para no entrar en desesperación o incertidumbre.

La medida de aislamiento social y cuarentena total sólo será efectiva si el gobierno a través de sus militares se dedican además de impedir reprimir y controlar el desplazamiento de los ciudadanos a desarrollar programas urgentes de abastecimiento de agua, alimentos, kits de higiene personal que lleguen expresamente a las viviendas de cada venezolano en cada uno de los barrios del país.

Programas eficientes que satisfagan las necesidades de todos sin exclusión, serán la única forma de contener la angustia y ansiedad de las familias venezolanas y además de evitar un estallido social producto de la desesperación de millones de venezolanos que preferirán salir de sus casas a buscar como sobrevivir aún cuando sea preferible correr el riesgo de contagiarse de una enfermedad que posiblemente los mate o posiblemente no, antes que quedarse en casa a morir y a ver morir de mengua a sus familiares.

 

silvioguerreror@gmail.com



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