Siendo unas de las Instituciones con un alto de compromiso social ante el pueblo de Venezuela lamentablemente no es así, SUDEBAN tiene un antes y después y lo digo con propiedad del caso, porque desde hace mas o menos 3 años que siempre denunció a un banco por no cumplir las normas y los dictamen que promulga esta Institución

Hace aproximadamente 2 años que al escribir un articulo en este medio digital y social (a quien cada dia le agradezco la publicación de mis denuncias) me llamó el Cap. Frank Sayago Rosales para conversar y averiguar el motivo de mi denuncia en contra del BANCO DE VENEZUELA , ya que tenía cerca de 4 meses que ese BANCO no me daba respuesta a mi requerimiento, en menos de una semana me resolvio el problema, en esa oportunidad me dio el teléfono de la oficina de atención al ciudadano incluso las horas en que él podía atenderme etc.. la última vez que puede conversar con él y me dio palabra que iba a tomar mi denuncia en contra del BANCO DE VENEZUELA (sobre la negativa del banco de no aumentar las tarjetas de crédito) y que no me preocupara, paso el tiempo espere que me llamara pero no fue así, llame y me dijeron que él no estaba en esa oficina o gerencia y quien los reemplazo o sustituyó es el Cap. Miguel Ramirez.

Desde hace casi 9 meses que tengo una DENUNCIA en contra del BANCO DE VENEZUELA sobre la negativa del ese BANCO en no aumentar mi límite de crédito y hasta la fecha después de introducir en noviembre del año pasado una reconsideración al dictamen que dio SUDEBAN referente a mi caso no he tenido respuesta, es decir han pasado casi 120 días esa reconsideración y nada de nada y lo peor que he tratado en eso 9 meses de hablar con el Cap. Miguel Ramirez, le he dejado mensaje con la persona que me atiende y caramba nada de nada, según el nuevo Gerente de la Oficina de Atención al Ciudadano es una persona que incluso gerencia otro departamento dentro de SUDEBAN y al parecer no le queda tiempo para esa " menudencias" por decirlo de alguna manera o evita que lo llamen, o no le gusta atender al pueblo etc... la verdad me gustaria saber como una persona o un gerente no pueda atender al pueblo al menos 5 minutos por teléfono.

No quiero especular el porqué si hubo una persona que atendía al pueblo, quería poner orden en los BANCOS etc... pero al llegar otra Gerencia las cosas cambian, y cada dia uno escucha al Presidente Nicolás Maduro decir en sus alocuciones: que los Ministros, los Directores etc... deben de atender al pueblo escuchar sus denuncias etc.. pero al parecer como que no están siguiendo las instrucciones ni al mismo Presidente, cada día el venezolano ve como que nadie le para a las denuncias, que este desorden que hay en algunas Instituciones Públicas pareciera algo normal, porque como es posible que SUDEBAN se tarde 120 Días para dar una respuesta y que al parecer juegan al desgaste, son prácticamente oídos sordo y los BANCOS haciendo lo que le da gana con sus clientes, me cuesta creer que SUDEBAN no tiene personal para atender las denuncias que dia a dia llegan a ese ente fiscalizador o que los BANCOS son los que mandan en el aspecto financiero del país.

No quiero ser pesimista pero en virtud de los hechos y en solo pensar que nuestras instituciones están secuestradas y que los BANCOS hacen o traten a sus clientes como le le da ganas, que uno siempre lleve la de perder, que el mismo SUDEBAN teniendo normas y leyes etc... la respuesta a mi denuncia sobre el aumento de las tarjetas de crédito en contra del BANCO DE VENEZUELA va ser la misma, no va proceder, pero soy el que piensa que el momento de Dios es perfecto.

Nuevamente le hago un exhorto al Cap. Miguel Ramírez que al menos atienda mis llamadas, al Presidente de BANCO DE VENEZUELA que le hable claro a los clientes del porqué siendo un banco del Estado se niega al aumento de los límites de las tarjetas de crédito y al Presidente Nicolás Maduro que le ponga el ojo a estas dos instituciones porque si engañan al pueblo que quedara para los demás y sobre todo al BANCO DE VENEZUELA que desde hace tiempo viene haciendo algo raro con los descuento de los seguros fantasma.