¿Cuánto Vale El Trabajo? Parte II

Han transcurrido cinco meses (largos y tormentosos) desde el ajuste salarial del 1ero de Mayo 2019, cuando el Presidente ajustó el salario mínimo a 40.000,00BsS mediante un decreto muy poco publicitado, en el medio de la tormenta política que significó el 30 de Abril del presente año.

No es poca cosa lo que ha ocurrido éste año en particular, desde comienzos del año hemos vivido un huracán político que ha causado muchos daños económicos a la República y ha puesto en riesgo en más de una vez la subsistencia de la misma. A diferencia de los fenómenos naturales, el huracán que está golpeando a nuestra Patria es de origen artificial: ha sido deliberadamente causado por la extrema derecha nacional (fascista y neonazi), la cual se encuentra completamente postrada a los pies de la extrema derecha estadounidense (racista, xenófoba, fascista y guerrerista). No es posible hacer un análisis de la situación socioeconómica del venezolano de a pie sin circunscribirse en el marco contextual de las acciones políticas y criminales que ha desarrollado la ultraderecha a lo largo de casi veinte años (las cuales se han intensificado en los últimos seis), con el único objetivo de destruir el Estado-Nación venezolano para poder repartirse las migajas que queden una vez los gringos se coman la torta. Desde el momento en que el diputado narco-paramilitar se autoproclama a sí mismo como presidente interino de Venezuela, empieza un huracán político que oleada tras oleada busca destruir la institucionalidad del Estado para instaurar una pantomima de gobierno paralelo y entregar la Patria a los Estados Unidos de América, quienes nos convertirían en tierra arrasada y de despojos para expoliarnos y robarnos todo lo que la providencia puso en nuestro subsuelo. Es así que a lo largo del año en curso han estado haciendo todos los esfuerzos por involucrar a Brasil, Colombia y Guyana en una guerra abierta y formal contra Venezuela (entiéndase aquí: invasión militar, plomo, sangre y matazón de gente); los brasileños parecen poco interesados en la guerra (pece a su nefasto gobierno neonazi), por otro lado los colombianos y guyaneses parecen más interesados, porque creen que podrán hacerse con territorios venezolanos altamente ricos en minerales de gran valor (territorios que siempre han sido apetecidos por las oligarquías de Colombia y Guyana). Lo que ignoran tanto colombianos como guyaneses es que los Estados Unidos no están dispuestos a repartir la torta con ellos, simplemente los van a utilizar como cuchillo plástico desechable para luego lanzarlos al basurero. Mientras tanto los cipayos internos han estado tratando de preparar todos los frentes de batalla para semejante escenario (nefasto, ruin y calamitoso), han intentado por todos los medios socavar las bases de la República (la Constitución y las leyes) para hacer implosionar el Estado Venezolano, lo cual conduciría a una guerra civil que serviría de pretexto para una intervención militar extranjera por parte de Colombia, Guyana y Brasil (bajo los auspicios de los Estados Unidos de América "los héroes más poderosos del planeta"). Los esbirros imperiales internos han sido enormemente mediocres y torpes, han sido derrotados una y otra vez por la Revolución, en una demostración magistral de estadismo y civilidad las fuerzas políticas revolucionarias y los organismos de seguridad del Estado han ido desmontando todos los intentos por subvertir el orden público interno de la nación, así como los incontables intentos por romper el hilo constitucional. Cada día que pasa sin que caiga la Revolución es una derrota para los cipayos imperiales en Venezuela y para el imperio en sí mismo. Ahora bien, la enorme fortaleza política de la Revolución tiene un flanco vulnerable: la economía… podemos afirmar sin dudas que a la par de su mediocridad política, la ultraderecha ha sido muy eficiente en la destrucción económica del país. También podemos decir sin temor a equivocarnos que la Revolución ha sido abiertamente débil e ineficaz en el flanco económico de esta guerra híbrida multiforme. Se han producido importantes retrocesos en los logros alcanzados por la Revolución en el ámbito socioeconómico de la vida nacional, evidentemente que dichos retrocesos han sido causados por la embestida imperial (el bloqueo financiero y comercial, la manipulación cambiaria para producir hiperinflación y destruir el poder adquisitivo del pueblo trabajador, el robo de CITGO, la confiscación ilegal de nuestro oro en Londres, etc.); sin embargo, nuestro pueblo clama mayores medidas de protección, una táctica defensiva más eficiente y eficaz, así como también nuestro bravo pueblo venezolano eleva el clamor para que la Revolución organice una estrategia de contraataque destinada a terminar la guerra de forma eficiente y efectiva para lograr la paz definitiva y perdurable. Nuestro pueblo ama la paz, nuestro pueblo desea vivir en paz, no por cobardía como piensan los guerreristas, sino porque la bravura del pueblo que liberó Suramérica (libertando cinco naciones hermanas y consolidando la libertad del cono sur) es un tigre que yace dormido, si lo despiertan no va a descansar hasta darle libertad a toda América nuevamente. Somos como el espinito, que en las sabanas florea: le damos aroma al que pasa y espinamos a quien nos menea.

-Guerra en la Economía:

Haciendo un pequeño ejercicio de memoria, podemos regresar al 20/08/2018, en esa fecha, el Presidente lanzó el Plan de Recuperación Económica y Prosperidad; como parte de dicho plan el salario mínimo fue ajustado a 1.800BsS, lo que equivalía en ese entonces a unos 10 cartones de huevos (180BsS c/u), ó 10kg de carne de res (180BsS c/u), ó 40kg de arroz (45BsS c/u), ó 20kg de harina de maíz (90BsS c/u), ó 25kg de queso blanco "llanero" (70BsS c/u)… es necesario resaltar que los precios de los alimentos arriba mencionados no son los precios acordados, los cuales fueron anunciados días después por el Ministro del Poder Popular Para Industrias y Producción Nacional y, Vicepresidente del Área Económica Tareck El Aissami en una rueda de prensa. Son los precios que dichos artículos poseían en los comercios (supermercados, abastos y bodegas) donde eran expendidos (son los precios a los que el ciudadano común efectivamente pagó por los productos).

La dinámica de la guerra en la que vivimos, impulsada por la manipulación de la tasa de cambio, originó un profundo deterioro del poder de compra del salario mínimo (mencionado en el párrafo anterior). Hacia el 20 de Septiembre de 2018, ya el cartón de huevos (por ejemplo) costaba unos 500BsS e iba aumentando; así que hacia Diciembre del 2018 el Presidente introdujo el "factor de corrección" y reajustó el salario mínimo a 4.500BsS, dicho ajuste no le devolvía al trabajador venezolano el poder de compra alcanzado el 20/8/2018, ya que para principios de Diciembre de ese año un cartón de huevos se conseguía en la calle en alrededor de 1.800BsS (incluso 2.000BsS), lo que significa que el ajuste salarial sólo le devolvía al trabajador la posibilidad de comprar 2,5 cartones de huevos (comparados con los 10 cartones del 20/8/2018 significa un decaimiento del 75% del poder adquisitivo del salario), el panorama avizorado para el cartón de huevos era recurrente para todos los otros artículos de consumo indispensable mencionados anteriormente. Vale la pena acotar que Diciembre 2018 fue el mes en el que el dólar criminal inició otra escalada y, para los primeros de Enero los portales web de cotización ilegal del dólar ya marcaban aproximadamente 1.100BsS por dólar (una escalada brutal y salvaje para crear un clima de conmoción en vísperas de la autoproclamación del más entreguista y criminal politiquero que Venezuela haya conocido en 200 años de historia republicana); lo que realmente sacudió la escena económica fue el transcurso del mes de Enero, cuando el BCV tomó un conjunto de medidas neoliberales (que eufemísticamente ellos las llaman "monetaristas"): devaluó la moneda por encima de la cotización ilegal (3.200BsS/$ el 28/01/2019), elevó el encaje legal bancario al 100% y empezó a contraer la liquidez monetaria (la cantidad de Bolívares en circulación ha ido disminuyendo en términos efectivos según el tamaño de nuestra economía) a su vez que desregularizó todo el mercado cambiario al darle potestad a los bancos privados y casas de cambio para marcar el precio de las divisas según el promedio diario de sus operaciones de compra-venta de divisas… en éste punto hemos alcanzado la masa crítica (en términos económicos), sólo hace falta un detonante y el estallido será termonuclear. Así que muy diligentemente, los mequetrefes políticos de la ultraderecha neonazi y entreguista se dedicaron todo el mes de Febrero a buscar reavivar la violencia salvaje de las guarimbas (con la supuesta entrada de la "ayuda humanitaria"), intentaron por todos los medios existentes (y si no existían lo inventaron) preparar el escenario político para una intervención militar internacional, intentos estos que al día de hoy aún no cesan. Mientras toda la cortina de humo política iba corriendo, el pueblo empezó a sentir los efectos de la política monetaria y macroeconómica asumida por el BCV; el mes de febrero fue un mes realmente asfixiante en el que los venezolanos básicamente lo pasamos en la pelazón total. Producto de la política de corsé económico que el BCV le impuso al pueblo venezolano, las subidas de precios empezaron a ralentizarse y la inflación comenzó a disminuir, el BCV exhibe esto como un gran logro pero, es una victoria pírrica que se sustenta en la misma "política de austeridad" que ha utilizado Macri en Argentina, que le impuso el FMI a Grecia, que le recetaron los Chicago Boys al "Gocho en el 88": es un logro que se basa en la precarización de las condiciones socioeconómicas de vida de los trabajadores venezolanos. Dicho de otro modo, la ralentización de la inflación en los meses de Marzo, Abril, Mayo, Junio y Julio, no significa que las condiciones y variables que causan la hiperinflación se encuentren bajo control por parte del BCV: significa que la austeridad que asfixia al bolsillo y al estómago del trabajador asalariado venezolano ha empezado a golpear a los mercachifles usureros, los cuales al ver la disminución de sus ventas han empezado a sacrificar margen de ganancia especulativa para no perder productos que por su naturaleza son perecederos. Dado a que el indicador oficial de inflación es un promedio ponderado de los productos de la canasta básica de bienes y servicios, y el mayor peso lo tiene la canasta básica de alimentos los cuales son todos perecederos (20 alimentos en cantidades que sólo alcanzan para una semana de consumo de una familia promedio de 4 miembros nada más), es evidente que la supuesta ralentización de la inflación es realmente un artilugio sofisticado causado por la mala metodología de medición que tiene el BCV y su política austera, que sólo convierte en austero al estómago del pueblo trabajador venezolano.

La dinámica de la guerra económica genocida hace que los precios fluctúen enormemente a lo largo y ancho del país, aún así vamos a asumir el reto de esbozar algunas cifras que sirvan de paisaje a la imaginación del lector:

-Cartón de huevos: 70.000,00BsS

-Carne de res: 65.000,00BsS

-Arroz: 24.000,00BsS

-Harina de maíz: 23.000,00BsS

-Queso blanco (llanero): 60.000,00BsS

Las cantidades son un promedio de los precios encontrados en los diferentes comercios de la ciudad de Mérida; de seguro existen variaciones respecto a las distintas ciudades, así como puede que en su ciudad los precios estén muy próximos a los mencionados.

Si tomamos como referencia las cantidades de productos que se podían comprar con 1 sueldo mínimo el 20/8/2018, nos encontramos con diversas sumas para el salario mínimo:

-10 cartones de huevos: 700.000,00BsS

-10Kg de carne de res: 650.000,00BsS

-40Kg de arroz: 960.000,00BsS

-20Kg de harina de maíz: 460.000,00BsS

-25Kg de queso blanco (llanero): 1.500.000,00BsS.

Surge entonces la cuestión elemental: ¿Cuánto vale el trabajo? ¿Cuánto debe ser el salario mínimo? Es esta una pregunta realmente difícil de contestar, por ello vamos a hacer un ejercicio de pensamiento: imaginemos una familia de 4 miembros (papá, mamá y dos hijos), y contabilicemos los alimentos que consumen al mes, basándonos en una dieta de pueblo en resistencia (arroz, harina de maíz, huevos, queso, carne, azúcar y café).

Encontraremos que al racionar lo más posible los alimentos, una familia consume 1Kg de arroz cada dos días, de igual forma pasa con la harina de maíz y el queso, se gasta 1 cartón de huevos a la semana y 1Kg de carne cada dos días, 1Kg de azúcar a la semana y 1/2Kg de café al mes. Estamos hablando aquí de desayuno de arepas con huevos revueltos, almuerzos de arroz con un poquito de carne y cenas de arepas con queso, cuatro tacitas de café al día (guayoyo) con dos cucharadas de azúcar y, san se acabó que la comida se terminó. Al totalizar, no percatamos de que la cuenta mensual nos da:

-4 cartones de huevos: 280.000,00BsS

-15Kg de carne: 975.000,00BsS

-15Kg de arroz: 360.000,00BsS

-15Kg de harina de maíz: 345.000,00BsS

-15Kg de queso blanco (llanero): 900.000,00BsS

-4Kg de azúcar: 100.000BsS

-1/2Kg de café molido: 45.000,00BsS.

Total: 3.005.000,00BsS

Adviértase que todos los productos nombrados son de producción nacional, que la dieta mencionada no es una dieta sanamente balanceada, que no estamos hablando de productos gourmet o con procesos de elaboración altamente tecnificados; tampoco hemos incluido las verduras, las hortalizas, las leguminosas, los diversos vegetales, las frutas ni los artículos de aseo e higiene personal y limpieza del hogar. Estamos hablando de la dieta más básica estrictamente necesaria para resistir los embates de la guerra económica genocida que nos han impuesto los Estados Unidos de Norte América y sus esbirros nacionales e internacionales.

La gravedad de las cifras es estremecedora. Por eso es que desde estas líneas, muy humildemente, queremos hacerle llegar a nuestro Camarada y Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros, con todo el respeto que su investidura merece, unas ideas que están sujetas al debate público de todos los que las quieran debatir, ideas que sólo buscan ayudar y que no encierran ningún interés personal, ninguna ambición personalista y que no ameritan ni siquiera un reconocimiento público; pero, que sí requieren se contemplen a la hora de abordar la situación.

-Economía en la Guerra: ¡Necesario es Vencer!

Es probable que existan múltiples alternativas para el contraataque económico, en las ciencias sociales y económicas es muy difícil encontrar quién tiene la última palabra. Existen diversas propuestas en el tapete y, el debate nacional sobre cómo resolver el problema económico es bastante amplio. Ahora bien, lo que resulta inexplicable es que hasta la fecha seguimos en "resistencia" en lugar de estar en "contraofensiva"… no hay que ser un genio en estrategia y asuntos de guerra para saber que la ofensiva es la mejor defensa. El pueblo venezolano tiene todo el derecho de exigir una estrategia efectiva y coherente que, le permita vencer de forma absoluta e irreversible en el conflicto económico. No se trata de que los venezolanos queramos vivir como mantuanos (cada quien en un palacio), no es un asunto meramente reivindicativo o salarial, se trata de algo mucho más simple: el pueblo venezolano quiere que se le entreguen las armas que le hacen falta para pelear y ganar la guerra. Es necesario poner en las manos de cada trabajador (hombre y mujer) de éste país el equivalente económico de un fusil de asalto; es decir, un salario digno que no pierda su poder adquisitivo en el transcurso del tiempo ni bajo inflación alguna. Es por eso que humildemente hemos venido señalando desde hace algún tiempo que es necesario devolverle al trabajo un valor real, un valor que debe tener y poseer per se; de tal forma que sea imposible destruir económicamente a la clase trabajadora, de tal manera que sea imposible pulverizar el poder adquisitivo del salario y los trabajadores que lo devengan.

La cuestión a resolver es el cómo hacer que el valor propio del trabajo no se vea afectado por la guerra económica (lo que sería el fin de la guerra a manos de la victoria del pueblo trabajador). Empecemos por identificar las causas de la destrucción del valor del trabajo: la manipulación artificial del valor de la moneda produjo una distorsión de precios, que a su vez causó especulación en los precios, lo que conllevó una a una voraz inflación, que a su vez condujo a una rápida depreciación de la moneda y de su poder adquisitivo; y como los salarios están fijos en Bolívares, la pérdida de poder adquisitivo de la moneda produjo una pérdida abismal de poder adquisitivo del salario de los trabajadores. Haciendo un resumen: la manipulación del valor de la moneda es un avión bombardero, la inflación es la bomba y la zona bombardeada son los sueldos y salarios de la clase obrera venezolana. Como conclusión lógica: necesitamos un refugio antibombas.

Es necesario asimilar que la única forma de vencer al enemigo es llevando las consecuencias de la guerra a su territorio. Para derrotar a los nazis, hubo que bombardear y arrasar con casi toda Alemania. Sólo cuando los estragos y consecuencias de la guerra económica le toquen el bolsillo a los oligarcas apátridas que se han prestado para servir de cómplices a la manipulación cambiaria y a la inflación, vamos a vencer en la guerra. ¡Los oligarcas son cobardes! Prefieren rendirse que morir, prefieren morir que perder su amado dinero. Es tiempo de que la revolución los obligue a elegir entre: rendirse o perder su riqueza: debemos ajustar el salario mínimo al valor suficiente para que una familia de cuatro personas pueda cubrir sus necesidades e indexarlo a partir de allí según la inflación diaria.

Darle al salario su justo valor es el equivalente económico de poner en las manos de cada trabajador venezolano un kalashnikov, indexar según la inflación diaria es el equivalente a construir un refugio antibombas atómicas. Hacer de conocimiento público que el valor del trabajo está estipulado según una ecuación, cuyo método de cálculo lo referencia a un activo real con valor propio, y lo corrige automáticamente según la inflación diaria de los precios; es el equivalente a enseñar a cada trabajador cómo disparar su fusil y cómo guarecerse en su refugio antibombas.

Estamos hablando de elementos necesarios e indispensables para ganar una guerra, son axiomas básicos de la guerra de todo un pueblo; por lo que al igual que en la guerra de todo un pueblo: no podrán vencernos en esa estrategia. No se puede hacer la guerra a todo un pueblo: pregúntele a los Estados Unidos de Norte América si pudieron hacerle la guerra a todo el heroico pueblo vietnamita. Se trata de una guerra económica de guerrillas intestina y visceral, que hará temblar de pavor a los oligarcas criollos (cómplices internos de la guerra económica imperial que nos están haciendo los gringos), los cuales resultan ser el flanco más vulnerable del frente de guerra enemigo. Por lo tanto, si queremos derrumbar el frente bélico del enemigo para lograr la victoria; debemos hacer colapsar su flanco más débil: FEDECAMARAS, CONSECOMERCIO, POLAR, FEDENAGAS, etc., todos los que están causando inflación en los precios y destruyendo la economía nacional. Es contra ellos que debemos enfilar nuestras fuerzas, y eso será lo que nos otorgará la victoria económica.

Debemos comprender que derrotar a los traidores internos no es el 100% de la victoria, al igual que en Carabobo (hacen ya 198 años), debemos envolver como una tenaza al enemigo e impedir su retirada para que sea vea obligado a rendirse: debemos fijar el valor del trabajo como equivalente de una determinada cantidad de oro. Ya que ni siquiera los gringos van a poder depreciar el valor del oro (si lo intentan se les vendría abajo la reserva federal y la economía mundial), y nadie dentro de Venezuela va a poder negar o manipular el valor del oro. De esa forma, el enemigo quedaría atrapado entre nuestros fusiles y bayonetas, con nuestra artillería cañoneándoles la retaguardia y nuestra caballería cortándoles la retirada: ¡tendrán que escoger entre rendirse o perecer económicamente!

Quien desee conocer más sobre ésta propuesta y sobre el cómo calcular el salario real de los trabajadores venezolanos, puede revisar la primera parte de éste estudio en: http://redangostura.org.ve/?p=1361



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