El concepto de transferencia, implica la posibilidad de permitir que un "otro" diferente de mi, conozca y se apropie de procesos que hasta el momento en que se decide entregarlos han sido diseñados y ejecutados por un tercero que es quien ostenta la capacidad y las habilidades para hacerlo. Esto en el caso del Estado se refiere a aquellas competencias que por naturaleza institucional se le han otorgado en sus documentos constitutivos a diversos entes gubernamentales, un ejemplo clásico de ellos, entes ejecutores de obras de infraestructura como carreteras, redes de aguas servidas y de consumo humano, desarrollos habitacionales y canchas deportivas, entre otros, generalmente este tipo de instituciones lo que hace es administrar un recurso económico-financiero para la ejecución de ellas, y a través de las formas en que indica la ley de contrataciones públicas da la posibilidad que otras organizaciones sean quienes ejecuten este tipo de acciones. Visto de este modo, los entes tienen competencia en administrar los recursos y vigilar que se cumplan las obras que son financiadas por ellos pero ejecutadas por terceros. Vigilar y controlar debiera hacerse público ante cada comunidad a la que se le va a dar respuesta a su necesidad, es un proceso de transferencia y de transparencia.

Desde hace algunos años en lo que se refiere a la historia contemporánea de la República, se escucha en los discursos del Gobierno y en los discursos del pueblo organizado la necesidad de transferir competencias que actualmente reposan en el Estado y sobre todo en sus funcionarios, a los ciudadanos organizados en figuras de consejos comunales, empresas de propiedad social, cooperativas y otras que permiten personalidad jurídica reconocida por las leyes existentes, al alero de las reformas de leyes, decretos y ordenanzas podemos ver que se han hecho grandes esfuerzos para que ello ocurra pero, no se avanza con la celeridad ni la calidad con que se desearía sucediera. Es decir, el Estado que se quiere transformar continua intacto y quizá hasta más hermético, quizá esto ocurre porque no se consulta a las comunidades ni se diagnostica la capacidad real de ejecución física que tienen, eso también es transferencia.

Y entonces quienes hacemos parte de colectivos de ciudadanos organizados vemos que el financiamiento aprobado por el ejecutivo nacional para la regresiva de nuestro sector se entrega a una compañía que inicia obra y a la semana paraliza, y retoma a los tres meses, reconsidera costos y reduce meta física, dejando inconclusa la obra hasta que le aprueben otro presupuesto con el cual ocurre lo mismo, y nuestra regresiva termina siendo el empeoramiento de las calles del sector, y nuestros vecinos diciendo en el mejor de los casos, hubieran dejado todo como estaba, o en el mayor de los casos, los integrantes del consejo comunal se robaron los recursos, cuando nadie manejo nada, nos preguntamos, ¿ a quién le depositaron los recursos? ¿Quien supo cómo se dio la contratación? ¿Cómo hacemos para auditar ese proceso, si cuando reclamamos viene el Presidente de la institución junto al Presidente la compañía y nos habla como si no hubieran hecho un favor? La contraloría también se transfiere cuando existen mecanismos para ejercerla.

Ciertamente, parece que las únicas competencias que reposan en el Estado de forma real o mejor dicho los funcionarios de las instituciones, son las de administrar los recursos económicos-financieros pertenecientes a la nación, por lo tanto las competencias a las que nos referimos son técnicamente a la administración de este recurso por parte de quienes se organizan para solventar los problemas que se presentan en cada uno de los sectores donde hacen vida los millones de ciudadanos del país, asunto en el que no se avanza mucho pues pareciera que a los únicos que beneficia la transferencia de competencias es a las comunidades organizadas, las cuales no manejan ni en cifras los presupuestos aprobados.

Indiscutiblemente organizarse es un asunto de voluntades que se suman para alcanzar los objetivos propuestos por los colectivos, y es menester del Gobierno que promueve la organización para transformar el Estado que representa, transferir conocimientos técnicos y científicos para ello, y esto implica permitir ejercicios reales de ejecución, ¿Cómo? Formando a sus funcionarios de base para que realmente entiendan la necesidad y no se embriaguen de carguitis haciéndose llamar Estado Mayor, Director, Jefe de la lista de asistencia, Responsable geoestratégico Comunal entre otros cargos que no saben que significan y que se escuchan rimbombantes cada vez que llega un funcionario a las reuniones comunales. Funcionarios formados porque actualmente no son servidores, permite transferir competencias.

Manejar los recursos humanos, físicos y financieros, es un asunto que requiere de conocimientos científicos, aun cuando todos quieran tener que ver con ello sin saber si quiera cómo se hace una estructura de costos, una auditoria, un proceso de contratación o contraloría a los procesos desarrollados, pero también de habilidades para la vida como la empatía, la solidaridad, el reconocimiento del otro como igual, entre otras que se desarrollan a lo largo de nuestra existencia. El conocimiento también se transfiere pero, quien no lo tiene no puede hacerlo, se da de lo que tiene no de lo que hace falta.

No son estos los tiempos de continuar permitiendo que la necesidad de nuestra regresiva, en lugar de la mejora de vida de los vecinos de vuestro sector haya sido su empeoramiento, pero las riquezas materiales del Presidente de la institución que realizo el proceso de contratación y el Presidente de la compañía adjudicada hayan aumentado considerablemente. ¿Cuando se transferirán de verdad competencias?

*Máster en Gerencia

Investigador de Procesos Educativos

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