Amaranta, Jaua; Castro Soteldo y la muerte del Cohipollo

Quisiera poner en práctica mi doctrina sobre eso de no personalizar los problemas que son más bien causa de movimientos históricos casi inevitables, de una tensa lucha de clases, o de ideas encontradas desde hace muchísimo tempo. Pero hay que adaptarse a lo que hay, a lo que tenemos a la mano.

Amaranta Rojas aprovecha "el mal sabor que le deja en la boca" la pacatería de Jaua al denunciar al gobierno por el caso de los comuneros y el abandono de los planes de Chávez, para decir cosas muy puntuales y más importantes acerca de las contradicciones y mentiras del gobierno. Esta vez, usando el ejemplo del ministro Castro Soteldo, objeto de las indignaciones y denuncias de Elías Jaua, pero sobre todo siendo él el vocero más locuaz del "socialismo de Mercado", de la "Burguesía revolucionaria", del "socialismo en lo social" y el "capitalismo democrático"; más descriptivo, más agropecuario, más elocuente que Castro Soteldo no hay otro ángel del gobierno, ni siquiera Jesús Farías cuando habla dormido.

Dice Amaranta, "Lo esencial de la respuesta de Castro Soteldo fue las estadísticas comparativas entre el 2008 y el 2018, que entiendo colocan mal a Jaua y al Estado burocrático, pero no exponen la imposibilidad, como Soteldo hace ver, de lo inadecuado e inviable de una propuesta productiva organizada por los trabajadores y trabajadoras"… –yo añadiría aquí, al servicio de toda la sociedad, según sus necesidades – …"Es visible si, la quiebra del capitalismo burocrático de Estado, que Castro Soteldo utiliza para dejar ver lo no que no se puede ver, que es la supuesta quiebra, pero efectivo abandono de la opción de un modelo productivo con participación directa de los trabajadores. https://www.aporrea.org/desalambrar/n340734.html}"... "En la información que registra la polémica, Castro Soteldo justificó la decisión sobre este hecho: "afirma Castro Soteldo que estas empresas se encontraban improductivas y que por esa razón fueron entregadas al capital privado". …Esta decisión desentona (en algo) con el pensamiento de Chávez, pero cuadra al pelo con eso que dijo ya hace algunos meses Castro Soteldo sobre una burguesía revolucionaria, que Maduro ni Diosdado cuestionaron o le formularon una pequeña observación"… "¿Hay algo más lejos de Chávez que esto? Lo dice Jaua en el artículo; el Estado importa el arroz, se lo da a los privados y los privados HACEN ESE TREMENDO ESFUERZO PRODUCTIVO y lo colocan en sacos para luego venderlos."

Esto que dice Amaranta Rojas y que describe bien Jaua, es lo que han estado haciendo lo "productores privados", empresarios grandes y pequeños, desde que Maduro tomó el control del gobierno. Pero que ahora es una política oficial, sin máscaras de "economía mixta", ni siquiera de reformismo capitalista, es, ¡señores!, el momento fantástico de la "Burguesía Revolucionaria"… ¡Échenle bolas pues!

La pregunta que yo me hice fue "Quién burocratizó las empresas socialistas". Claro que Jaua no tiene disculpas, él estuvo presente en el gobierno en todos estos años sin decir nada (si le damos el beneficio de la duda: "pálido, agachado, sudando frío…"). Sin embargo Jaua tiene razón… lástima que sea un revolucionario disfuncional, disociado, ¿asustadizo? Como dice Amaranta Rojas, las empresas socialistas han podido ser productivas sobre la base del modelo que quiso adelantar Chávez y que Maduro abandonó con el pragmatismo; con más participación obrera, es cierto, pero con un control verdadero del Estado sobre los procesos económicos en general, teniendo como base un Plan de producción socialista, vistas a una economía socialista. No dentro de este cohipollo (más cochino que pollo, más capitalismo que socialismo) que se inventó Maduro y que ahora lo ha desnudado por completo Castro Soteldo con su lógica reformista chapucera, la cual contiene un signo claramente mercantilista, de más capitalismo que "reformas".

El socialismo de Castro Soteldo no existe. Solo es posible en su mente fantástica, en su falsa manera de interpretar la filosofía y la política, la cual usa para para poner presos a los comuneros y pasarse por el forro a Chávez, a la constitución y al Plan de la patria, y así poder dormir satisfecho y tranquilo, mareando a sus televidentes, a sus amigos invisibles.

La sociedad capitalista se sustenta en la pobreza material y en la ignorancia.

En estos tiempos de crisis "material" ha emergido de nuestra memoria el instinto creativo. Ahora todos los que nos resistimos a los precios altos pensamos en cómo hacer mediante nuestra propia inventiva todo aquello que no podemos pagar ya hecho. Pan, tortas, galletas, detergentes, desinfectantes, jabones; algunos siembran pequeñas cosas, ajíes, sábila, cilantro, menta; otros improvisan conservas, confituras, cocteles, activan el guarapo de piña y el carato de maíz, el ponche, la leche e´ burra; arreglan, reparan, mantienen, cuidan; para muchos casi nada va a la basura ahora, todo puede ser útil para alguien, si no para uno mismo.

Esto revela todo el conocimiento del cual fuimos castrados, en unos cuantos siglos viviendo en la sociedad de consumo. Este oscurantismo ha sostenido y sostiene al capitalismo. Grosso modo, lo dicho más atrás resume el proceso de división del trabajo, explotación y de alienación, es decir, eso de no poder comprar, con tu salario de una semana, ni siquiera cien gramos de los chorizos que tú haces, en 8 horas, "como chorizos", por bojotes… "¿Pero por qué no los haces tú en tu casa?"... y así con todo. La sociedad de consumo está hecha, gran parte de ella, sobre necesidades creadas, inventadas por los capitalistas para que tú no pienses, no resuelvas, para que pierdas la capacidad de resolver el enigma de tu propia existencia.

Lo que demuestra esta crisis es que, sin el espíritu capitalista y su lógica de por medio, podríamos ser capaces de auto sustentarnos en casi todo lo necesario. Pero, para que sea así, no debe haber regado por ahí capitalismo en el sistema económico del Estado, es decir, en las motivaciones del Estado. No puede prevalecer la ganancia sobre las necesidades de las personas; no debe haber especulación, ni tanta gente aspirando a ser príncipes y princesas, nadie se puede quedar fuera del trabajo y del conocimiento necesario para "resolver el enigma de nuestra existencia". Todos debemos ser capaces de hacer todo y de todo –que era lo que quería hacer Chávez dentro de cada una de las empresas socialistas, un sistema rotativo de responsabilidades y un intercambio de cooperación entre ellas– …

¿Ustedes creen que esta idea le importa a Soteldo? NO, prefiere seguir citando a su Nietzsche brumoso, a su Marx capitalista, a todos sus "sus", que lo dejan dormir por las noches.

Creo que Amaranta tiene Razón… Pero, ¿de Jaua?, ¡que sea su conciencia que se ocupe!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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