¡Capitalismo y socialismo son más de lo mismo!

Tanto el capitalismo como el socialismo y el comunismo, son modelos perversos que nos están conduciendo a la destrucción de la humanidad debido a las guerras, la contaminación, el calentamiento global, el despilfarro de los recursos naturales, causado por el consumismo exagerado, cuyo único objetivo es favorecer y enriquecer a una pequeña élite mundial indolente, insensible y egoísta, en perjuicio del resto de la humanidad. Actualmente, esa pequeña élite mundial privilegiada, que es la dueña de las Empresas Transnacionales ETNs, controla la producción de alimentos, la energía, las materias primas, las tecnologías, las armas, el dinero y las patentes en todos los países del mundo, sin importar si sus gobiernos, o sus pueblos, defienden el capitalismo, el socialismo, el comunismo, el nacionalismo, las monarquías o la verdadera democracia.

Fusiones monstruosas como Monsanto-Bayer-Bill Gates (promotor de la eugenesia para disminuir la población mundial), controlan también la salud y los medios de comunicación. Nos tienen completamente sometidos. Y todo esto debido a que todos los gobiernos y gobernantes del mundo han colaborado, y siguen colaborando con esa élite permitiéndole adquirir y conservar ese enorme poder. Cuando han surgido dirigentes valientes, comprometidos y decididos a enfrentar dicho poder, como lo hicieron personas de la talla de John Kennedy, Olof Palmer, o Hugo Chávez, prontamente han sido eliminados y apartados del camino.

Dentro de esos perversos modelos es imposible la paz; la violencia es inevitable, ellos mismos la engendran. Esa es su naturaleza: explotar a los pobres y pisotear a los débiles. Además de la estafa de prometer: democracia, libertad y paz, son el origen de todo tipo de adulteración y falsificación, que genera violencia social y muerte.

Gran parte del crecimiento económico de China y de muchos otros países del mundo es debido a la elaboración de infinidad de productos de todo tipo y necesidad, pero también de artículos suntuosos, innecesarios, inútiles y hasta nocivos o perjudiciales para la salud y el medio ambiente, con el fin de satisfacer el ánimo consumista, estimulado por ellos, con el uso de la publicidad generada por los medios de comunicación y el sistema de crédito, los cuales crean deseos que se convierten en necesidades ficticias y que exigen a su vez, la elaboración de insumos que requieren el consumo de tiempo, energía, esfuerzo humano, recursos naturales adicionales, etc., todo lo cual tiene como principal objetivo obtener ganancias fundamentalmente económicas para los productores.

Muchos países tanto capitalistas, así como socialistas y comunistas, tienen actualmente una variada y abundante producción, pero sobresalen los países del continente asiático, ya que debido a su enorme población, paciente laboriosidad y milenaria disciplina, ofrecen abundante y económica mano de obra. Estas cualidades, permiten que los costos de producción en esa parte del mundo, sean sustancialmente menores y en consecuencia aumenten las utilidades de los dueños del capital, razón por la cual, gran número de empresas productoras de todo el mundo, han decidido trasladar sus plantas de producción a esa región del planeta, donde pueden explotar más fácilmente el trabajo humano. Esta es una de las razones por las cuales, en esa región se elabora la mayor parte de la producción mundial.

Pero además, han logrado acumular grandes sumas de dinero mediante la adulteración, la falsificación, la piratería, y la explotación en general, pues para muchos, todo se vale si genera suficientes ganancias.

La adulteración y la falsificación de productos forma parte de una enorme actividad productiva a nivel mundial, pues la producción de todo tipo de imitaciones, se ha convertido en una modalidad muy rentable en todo el mundo, porque permite disminuir costos, esquivar controles, evitar publicidad, evadir impuestos, etc. y además, existe actualmente gran cantidad de tecnología y equipo que permite la duplicación de los productos con diferentes insumos materiales y con gran facilidad.

Se suelen falsificar todo tipo de productos como perfumes, ropas, artículos deportivos, artículos electrónicos, instrumentos, juguetes, alimentos, medicinas, billetes, etc. Prácticamente no existe nada que esté exento de adulteración.

Estos viejos modelos han demostrado ser nefastos para la humanidad. Son la causa principal de casi todos los sufrimientos y desigualdades que existen en el planeta actualmente.

Dentro de ninguno de estos modelos se acabarán los injustos privilegios, la explotación del ser humano, la injerencia extranjera, las guerras, la venta de armas, la contaminación, el calentamiento global, las conspiraciones, la corrupción, el abuso del más fuerte, la impunidad de los gobernantes, la pobreza de las mayorías, la miseria, el hambre, la escasez, las enfermedades, los conflictos sociales. Tampoco se acabarán los ricos, ni las patentes, ni la publicidad, ni la obsolescencia programada, ni las estafas, ni los partidos, ni los dirigentes políticos corruptos, ni los abusadores, ni la corrupción, ni el burocratismo, ni el nepotismo, ni los falsificadores, ni los narcotraficantes, ni los especuladores, ni los contrabandistas, ni los ladrones, ni los sicarios, ni los asesinos, ni los criminales, ni los mafiosos, ni los secuestradores, ni el desempleo, ni las enfermedades. Todos ellos son causantes de dichas realidades. Y son causantes porque promueven el lucro, la acumulación, la codicia, el acaparamiento, el despilfarro, el irrespeto y el atropello a la naturaleza.

Un modelo defiende la propiedad privada, la libre empresa, el libre mercado, la libre competencia, el trabajo individual, los otros defienden la propiedad colectiva, la empresa social, la producción local, el mercado comunal, la solidaridad, el trabajo voluntario. Pero todos se basan en la dependencia del dinero como medio de intercambio de bienes y servicios y son dirigidos por élites privilegiadas con mucho dinero en el primer caso, o con mucho poder político en el segundo, por lo cual, impiden el ascenso económico y social de la mayoría de la población.

Tampoco dejaríamos la costumbre de participar en elecciones a cada rato, que algunos piensan que solo en eso consiste la democracia. Con ese enorme desperdicio de tiempo y de dinero que derrochan y hacen derrochar los candidatos en las campañas electorales, prometiendo que van a cambiar y arreglar todo, pero que al final no arreglan nada.

Como podemos apreciar, no son muy diferentes esos viejos modelos, más bien son bastante parecidos, aunque aparentemente, su nombre intente dar a entender que se trata de modelos con diferencias muy significativas.

Sus defensores hablan de democracia, libertad, justicia, progreso, equilibrio social, etc., pero en verdad estos son conceptos que interpretan arbitrariamente de acuerdo a sus intereses particulares, para someter a la gran mayoría de la población y mantener sus privilegios egoístas. Los defensores de uno y otro modelo se mantienen desprestigiándose mutuamente y culpándose entre sí del desastre que han causado en el planeta, pero no hay duda que ninguno de ellos es la solución para la humanidad, pues todos dependen de la Economía Basada en el Sistema Monetario EBSM, o sea, del dinero como medio de intercambio de bienes y servicios, que es la causa principal de la mayoría de los problemas actuales de la humanidad.

Es urgente y necesario sustituir esos viejos modelos por un nuevo modelo que sea respetuoso de la naturaleza y sostenible en el tiempo, que no dependa del dinero como medio de intercambio de bienes y servicios. Necesitamos una nueva Economía Basada en Recursos EBR, o brevemente Ebarecismo.

No es nada fácil lograr sustituir algo que ha existido durante miles de años, que ha sido pilar fundamental para el desarrollo de la humanidad, que ha evolucionado constantemente, que forma parte de la cultura global, que consideramos insustituible. Pero sucede que la ciencia y la tecnología han logrado cambiar de tal manera las condiciones de la humanidad, que en la actualidad el dinero en vez de ser conveniente, representa un obstáculo para todas las actividades dentro del mundo moderno y la sostenibilidad de la humanidad. Lo más grave del problema es que ni los economistas ni los gobernantes, ni la población en general, le han dado demasiada importancia al tema de vivir sin dinero y en cambio su atención la han dedicado a la sustitución del dinero físico por dinero digital o por las criptomonedas, lo cual es simplemente otra forma de dinero, que aumentará nuestra dependencia de quienes lo administran o manejan, es decir, los banqueros y quienes le ponen precio a los bienes y servicios.

Los recursos naturales con que cuenta la humanidad, son limitados, pero suficientes, si son administrados racionalmente, para suministrar, junto con la energía libre y abundante: (solar, eólica, geotérmica, mareomotriz, undimotriz, etc.), el talento humano, y la avanzada tecnología, excelente calidad de vida, sana y placentera, a todos los habitantes del planeta sin excepción y sin la necesidad del dinero, para poder satisfacer todas las necesidades de la humanidad, durante muchas generaciones.

Por esta razón, no se justifica de ninguna manera que existan seres humanos padeciendo los problemas derivados de la escasez o la dificultad para acceder a los recursos disponibles, o a los bienes necesarios, mientras que un pequeñísimo porcentaje, de menos del 1% de la población del planeta, vive en una odiosa opulencia a expensas de la gran mayoría de los habitantes, que deben pagar el precio que arbitrariamente determina dicha élite por los bienes y servicios, valiéndose del enorme poder que proporciona la administración del dinero.

Por otra parte es conveniente y necesario que la enorme población desprotegida a nivel mundial, el 99% restante, adquiera la suficiente consciencia para divulgar las ideas al respecto y presionar a los gobiernos en el mundo entero hacia un nuevo modelo de economía independiente del dinero. Nos falta la organización, pero eso lo lograremos haciendo un buen uso de Internet y participando activamente en las redes sociales como: Facebook, twitter,YouTube, Whatsapp, Instagram, Linkedin, etc., con las cuales podremos lograr un consenso mundial, indispensable para consolidar ese nuevo modelo de Economía Basada en Recursos EBR.

En caso contrario, vamos inexorablemente hacia la destrucción total de la humanidad en muy corto tiempo.

Podemos y estamos en capacidad de revertir las condiciones que está viviendo la inmensa mayoría de la población del planeta y hacer feliz a toda la humanidad. Deseamos romper las cadenas de la esclavitud, de la servidumbre y de la ignominia. Pero depende de nosotros que las rompamos definitivamente o que sigamos atados a ellas.

El ser humano por su propia naturaleza es bueno, es cariñoso, es solidario, es romántico, es amoroso, es noble, es altruista, no es malo, no odia, no es explotador, no es inhumano, no es cruel. Su comportamiento casi siempre se debe a experiencias y circunstancias externas o vividas anteriormente y que marcan su conducta, muchas veces para toda la vida, sin ser de carácter genético necesariamente.

Es increíble, parece mentira, que ese ser humano que hemos descrito brevemente, haya producido ese desastre con la enorme cantidad de problemas que hoy estamos viviendo en todo el mundo y que parecen no tener solución. En efecto, no es el ser humano el causante de ese gran desastre, es más bien nuestra dependencia absoluta del dinero como medio de intercambio de bienes y servicios la que está a punto de colapsar, pues nos está conduciendo a la absurda situación de que todo tiene un precio, desde el agua que bebemos, el aire que respiramos y el sol que recibimos.

Pero esos problemas que hoy estamos padeciendo en todo el planeta no son casuales. Son consecuencia del comportamiento insensato, basado en un modelo que defiende el lucro individual, o incluso colectivo pero de carácter regional, es decir para unos pocos, con el respectivo atropello a la naturaleza y de ciertos privilegios de pequeños grupos insensibles, esparcidos por todo el mundo, que se burlan de la humanidad entera y además, de la tolerancia de una enorme población que aun no reacciona, que permanece engañada, que la tienen convencida de que si tuviese una buena cantidad de dinero se terminarían sus problemas y sería feliz. Que con el dinero todo se puede lograr.

Es imprescindible que despertemos. Debemos diseñar, entre todos nosotros, un nuevo modelo de vida y de consumo que tenga como primero y principal objetivo, preservar la existencia de una vida digna, sana y placentera para todos los habitantes del planeta y esto pasa por superar todos los modelos antes mencionados. No solamente el capitalismo y el socialismo, sino también el comunismo, el nacionalismo, el totalitarismo, las monarquías, etc.

Afortunadamente, hoy tenemos Internet, y si hacemos uso adecuado de ella podremos decretar el inicio del fin tanto de esos modelos obsoletos basados en doctrinas, dogmas, credos religiosos y de la dependencia del dinero. Pero tenemos que participar en conjunto y pronto.

Es hora de pedirle a nuestros científicos y a nuestras universidades que nos resuelvan el problema de cómo diseñar una sociedad sin el uso del dinero como mecanismo de intercambio, que aumente la durabilidad de los productos, que disminuya o elimine los trabajos peligrosos, los accidentes de transporte, las enfermedades, que elimine los tóxicos de nuestra comida, que permita que toda la gente tenga un alto nivel de vida, que nos proporcione otras fuentes de energía que sean limpias y eficientes. Es decir que podamos contar con un gobierno más científico para todos los habitantes del planeta. Todo esto y mucho más, es posible con la tecnología que tenemos actualmente.

¡Podemos y debemos hacerlo!

Primero que todo, nos deberíamos preguntar:

¿Qué es lo que queremos?

Y la respuesta obviamente es: Queremos vivir en un mundo donde no tengamos que temer que nuestros hijos vayan a otra guerra, o donde no exista esclavitud ni enfermedades, donde tengamos una alta calidad de vida, donde no haya pobreza ni corrupción, ni contaminación.

Tenemos que convocar a las diferentes áreas de la ciencia y presentarles los problemas que nos gustaría resolver.

Lo primero que tenemos que hacer es fijarnos una META, y esa meta es SOBREVIVIR, y no solamente sobrevivir, sino hacerlo de una manera óptima, digna, saludable y próspera. La mayoría de la gente desearía vivir y preferiría hacerlo sin tener que sufrir. Por lo tanto, la base de esta civilización debe ser de apoyo, solidaria y por consiguiente, Sostenible para todos. Debemos tomar en cuenta las necesidades materiales de todas las personas del mundo y a la vez evitar cualquier comportamiento que pudiera causarnos daño a largo plazo. Con esa meta de sostenibilidad máxima, el siguiente paso sería definir el método o enfoque empleado.

¡Ese método o modelo existe. Ya ha sido propuesto!

Es la Economía Basada en Recursos EBR, llamémoslo por ahora Ebarecismo.

Es una propuesta de vida que está basada en el uso eficiente de los recursos naturales, para generar abundancia por medio de la tecnología y la empatía humana, y donde el método científico es aplicado para satisfacer el interés y el bienestar social.

El Ebarecismo no solo es posible. ¡Es necesario!

Atentamente;

16 /04 / 2018



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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