Panorama de la economía y propuestas constituyentes para cambiar el modelo rentista petrolero a una economía post-petrolera y moderna para el siglo XXI

Aspectos casuísticos de las diversas coyunturas que nos educa la historia sobre nuestra economía y sus perturbaciones inducidas de larga data para generar crisis coyunturales en ese ámbito, en especial para afrontar la primera del siglo XXI en el país que nos ocupan, y sus posibles soluciones constituyente o dentro del proceso constituyente que actualmente esta en desarrollo con la Asamblea Nacional Constituyente recién electa (30 junio de 2017), puede ser entendida e impulsada sin mucho esfuerzo, basado y en coincidente con lo planteado en diversos trabajos de estudios serios de reconocidos economistas y otros, que con objetividad y confiabilidad en el sincero uso de las recomendaciones esgrimidas, para orientar y establecer o adoptar un modelo o varios modelos que nos permitan salir del rentismo como principal factor perturbador interno de nuestra economía.

En las reflexiones titulada "LA CRISIS ECONÓMICA DE VENEZUELA Y EL CONTROL CAMBIARIO" del economista Alejandro Padrón (Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la ULA, publicada en 1994), puede darnos inicio para conocer el panorama de nuestra economía en la presente coyuntura. Aunque se refería a la crisis coyuntural de los 80 y 90 del siglo XX, a leerlo y no saber la fecha referida, tanto los diagnósticos, interpretaciones, evaluaciones, advertencias y similitudes de las coyunturas políticas y económicas para entonces, en muchos de sus aspectos pareciera que fuera escrita para las actuales del país, como si la historia se repitiera, a diferencia del efecto de la globalización y del liberalismo económico motivador como tesis o referencia en las soluciones basado en ellos, y mas allá de lo indicado que es un problema de origen institucional sino mas bien estructural, podemos tomar y establecer de estas reflexiones las tres interrogantes o aspectos a abordar para entender y orientar los cambios necesarios en el modelo económico rentista petrolero y de la forma de generar la riqueza en el país, y en especial de la distribución con justicia social de la misma, en un sistema económico agotado; "… 1. Evaluar los alcances de la presente crisis… (-diríamos coyunturas)… y la manera mas apropiada de afrontarla, 2. Entender el contexto político-social… (Agregaríamos a lo indicado por el autor, … y político-internacional)… en que ella se desenvuelve, y 3. Reflexionar y comprender el por qué se ha llegado a esta situación actual y la necesidad de medidas urgentes…".

En el primer aspecto referido sobre los alcances de esta coyuntura es la realidad misma cotidiana la que vienen hoy indicando con creces algunas respuestas a esta interrogante, el cual el principal es el de inducir un impacto negativo en lo social por razones políticas conocidas, debido a una perturbación en lo distributivo para causar desabastecimiento y acaparamiento global de los principales bienes (alimentos, medicinas y de uso aseo personal) y desmejoras de servicios que el país no es capaz de producir, mantener y distribuir en forma equilibrada, desvaluación acelerada de nuestro símbolo monetario, cercos progresivos financieros y comerciales, inducción a la baja de los precios del petróleo (FRACKING y manipulación de las cifras de inventario real, oferta y demanda mundial del crudo, entre otro, en el mercado petrolero para forzar la baja de precios), y otras maniobras desleales de competencia cuyos orígenes son foráneos con complicidad interna, lo cuales son las amenazas reales contra el país.

Esto nos han llevado a tomar una postura reactiva de la nación y del gobierno, lo cual incluye los esfuerzos en la tomar medidas de urgencias dentro de decretar la emergencia económica, para manejar la conflictividad política mas que social, con diversos planes y sus modificaciones, centrado en el Plan de la Patria, leyes, programas, agenda económica, priorizaciones de los motores de desarrollo, y acciones concretas como la novísima metodología y organización supra ministerial como lo es la Gran Misión Abastecimiento Soberano Seguro y los comités locales de abastecimiento y producción o CLAP, ante la denominada guerra económica contra el país. Son medidas de emergencias coyunturales, que no resuelve en todo los problemas de nuestra economía, pero si orienta hacia ello.

Sin duda la economía es usada como un medio y a la vez un fin según las coyunturas o para generarlas, la causa y el efecto, en la guerra y en la paz, para la independencia o dependencia, para la liberación o el dominio por economía y poderes hegemónicos foráneas que la poseen, no muy explicada por los economistas. Siendo la economía en realidad un medio y una política social para un fin único de orden social y de seguridad de estado, y no en sí misma como propósito como nos quieren hacer ver, una mano invisible del mercado que todo lo puede según la tesis mecanicista y positivista de los gurús de la economía, sino como para lo que es, como un medio subordinado para lograr el bienestar de la sociedad toda sin exclusión, que tiene implícito el principio de co-responsabilidad social y política, y ahora ecológica, y responde exclusivamente a ellos, de todos los actores económicos, muy eludida intencionalmente en los análisis e interpretaciones económicas, y sus recomendaciones.

Sin embargo, así como era antes es hoy, históricamente persistimos en no encontrar con acierto la manera mas apropiada y honesta en la forma de afrontarla a pesar de todas estas iniciativas reactivas, porque no consideramos nuestras debilidades culturales en lo social y estructurales en lo económico de vieja data, que se va actualizando según las circunstancias y nuevos actores, de una economía rentista que sigue dependiente de los puertos, en la fuga de la riqueza y bienes, dominado históricamente por monopolios y oligopolios bajo la complicidad estatal, en una alianza contra el país entre algunos actores públicos y privados, sin importar diferencias ideológicas, sociales, políticas y sectoriales, sino en la acumulación de capital en una forma fácil y vulgarmente especulativa.

En lo estructural de nuestra economía como un ejemplo para una muestra basta un botón, en mayo a junio del 2016 la FANB (GMASS, 2016), en dos reportes sobre fiscalización de la situación de flujos de bienes en los puertos y de empresas aguas abajo, del destino de los productos, materias e insumos importados para la economía interna, durante plena crisis de abastecimiento que todo conocemos (mayo, junio y julio 2016) y aun padecemos, de 6 puertos de destinos, y de mas de 8.000 empresas de bienes y servicios fiscalizados, mas de 83 % de los bienes y servicios para su proceso y distribución son captados por empresas de dominio privado con cerca del 40% de su capacidad instalada ociosa, y solo menos del 17% restantes son de dominio público o mixto con mas del 60% de su capacidad instalada ociosa o inconclusa. Un poco mas del 60% de estas capacidad distributiva privada está bajo el dominio de monopolios y oligopolios cuyos dueños (titulares, accionistas o socios) no llegan a 3.000 familias y socios extranjeros. Igual o similar tendencia está ligada a la estructura agraria y propiedad de las tierras, y de las agroindustrias en el sub-sector de la agricultura.

Quizás una de la respuesta mas difícil de encontrar bajo este panorama seria cómo cambiar el modelo económico rentista, cuya solución debe pasar por realizarse cambios radicales en lo estructural de la economía de lo ya descrito, por ser una de nuestra fundamentales debilidades, y que responda a la interrogante ¿de qué manera para que sea un compromiso de todos?, y no terminar con perturbaciones en consecuencias como lo es el fenómeno de distorsión distributiva especulativa sin control llamado "Bachaqueo", producto de nuestra baja capacidad de seguimiento y control de las dinámicas de los diversos actores interactuantes sobre y desde la economía, contra la sociedad toda consumidora. Suena fácil decirlo, pero requiere su tiempo y mayor capacidad para lograrlo. La constituyente debe acortar estos tiempos y promover estas capacidades nacionales mediante actos históricos y profundos en el cambio estructural e institucional exigido por esta realidad.

En el análisis del segundo aspecto de evaluar y entender los contextos indicados, pero dentro de un análisis mas profundo no propio de los economistas, debe tomarse en cuenta la complejidad de la economía y la sociedad debido a los diversos dominios entre ellos; políticos, sociales, financieros, culturales e históricos interrelacionado donde se desenvuelve, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Se requiere una visión y enfoque transdisciplinario para tal efecto comprensivo de la realidad, basado en los antecedentes y evolución histórica y papel de la sociedad misma en procurárselo. Para poder reflexionar y comprender el por qué se ha llegado a la situación actual, debemos ir mas allá del origen reciente como causas solo considerando el contexto político-social interno y la historia reciente, lo meramente coyuntural, evitando caer en análisis estadísticos de estilo corto placista que incurren la mayoría de los principales economistas de Venezuela en sus análisis (algunos profesores universitarios, ex ministros de haciendas y de finanza, ex directivos del BCV y asesores de alto nivel), como el señalado como manifiesto en un documento que suscribieron "…60 economistas venezolanos con trayectoria académica y/o experiencia en el sector público…", de los mas renombrados de ellos, y que hicieron publicar por la internet y prensa escrita en el año 2015 (portal website www.pensarenvenezuela.org.ve y otros), sobre su postura ante la crisis económica venezolana, una especie de lavarse las manos como Pilato, que en algunos puntos se observa o producen sesgos intencionados al análisis y a la opinión para su interpretación, para finalizar proponiendo contradictoriamente modelos, paquetes o medidas económicas de naturaleza neoliberales que fueron aplicadas en las décadas consideradas por muchos economistas, como las décadas perdidas para Latinoamérica, como fueron los 80 y 90 del siglo XX, cuyo fracaso en los resultados nos llevaron precisamente a las situaciones similares a la actual. Sin embargo, si coinciden en indicar con otros economistas, estudiosos de otras disciplinas y con el Gobierno Nacional Bolivariano actualmente (2017), sobre la dependencia de nuestra economía de la renta petrolera que data de 1926, al referir al final de este documento como una autocrítica como co-responsables, lo siguiente:

"… La dependencia petrolera actual y el haber animado a la población a esperar que el uso fiscal de los ingresos petroleros y el endeudamiento público (basado en comprometer los ingresos petroleros futuros) solucionen todos sus problemas, constituyen un importante problema económico, social, cultural y político…"

Reflexionar y comprender el por qué se ha llegado a esta situación actual y la necesidad de medidas urgentes, debemos comenzar por decir que las causas históricamente no son nuevas. El panorama de la economía venezolana pareciera una historia continuada de desaciertos recurrentes, donde los dominios de los intereses de algunos sectores en lo mas interno y a los intereses corporativos a los externos coinciden en una especie de simbiosis contra el país, mas que a la subordinación romántica a los grandes intereses nacionales como proyecto de nación, que data desde 1.830.

A pesar de haber pasado de una economía mayormente dependiente de la agricultura (Cacao, Bovino y luego café) y otras actividades económicas rurales (caña de azúcar y derivados, cuero, conucos, entre otros), aun hoy tenemos este potencial, predominantemente de una población mayormente analfabeta en mas de 80 % habitaba en el medio rural y menos del 20% en el urbano, de un modelo rentista agrario de uso de bajas tecnologías y dependencia mono productora y exportadora de materia prima de pocos rubros agrícolas y mineros (Oro), fundamentado en el Café hasta 1925, y desde 1926 hasta hoy a la dependencia mono productora y exportadora petrolera venezolana, de una economía moderna con una población que mayormente habitan en mas de 80% en el medio urbana y menos del 20% en el rural (abandono y migración del área rural a las ciudades y pueblos), con alto índice de educación y alfabetismos en nuestros días, en estos aspectos hubo avances, pero sigue fundamentada en la producción y exportación predominante de un modelo rentista ahora minero basado en los hidrocarburos como materia prima (mas de 70%) que de sus derivados (menos del 20%) para la exportación. La historia económica de mas de 200 años (1810 a 2017) prácticamente pareciera indicar que en lo esencial sigue siendo la misma, la imperturbable, perturbadora y forzada dependencia e inherencia foránea, y de una estructura económica interna rentista muy especulativa, que no responde a leyes económicas en la actualidad.

Los indicadores económicos de Venezuela en los últimos 200 años que muestra a nuestra economía en una visión a largo plazo, tomada de trabajo de diversos economistas afecto o nó al gobierno (BCV, UCV, ULA, LUZ, UNIFA, entre otros), muestran una tendencia exponencial de los indicadores negativos propio de un sistema agotado con alta entropía para generar riqueza y en producir desigualdades en su distribución, mas acentuado en los últimos años (a partir del 2012). La situación coyuntural y estructural actual son similares o se han mantenido invariables en la evolución en la economía del país desde 1830 hasta hoy.

Resumiendo, y tomando como referencia central el trabajo titulado EL CRECIMIENTO ECONOMICO DE VENEZUELA DESDE 1830 HASTA EL 2009: UNA HISTORIA CUANTITATIVA del Doctor Giuseppe De Corso (UCV, 2010) y las reflexiones de Padrón (ULA, 1994) entre otros, lo común de nuestra historia económica en esa dos épocas, la rural agraria (1830-1925) y luego la urbana minera o petrolera (1926-2017), es que pareciera que estamos hablando de una crisis recurrente y continua desde el principio por las mismas o similares causas, una de ellas referente y común es el uso del endeudamiento externo. El país se mantuvo o fue sometido a un endeudamiento externo permanente que no influyó en forma significativa en el crecimiento y desarrollo económico histórico antes 1925, aun antes que fuera una República desde 1824 ya la Venezuela naciente estaba endeudada, así como de pocas inversiones acondicionadas por estos préstamos que permitía inherencias solapadas de entes externos y grandes centros con poder político, militar, económico y financiero internacionales de países como; Inglaterra (desde 1824), Alemania, Holanda, Italia (desde 1880) y otros países europeos en la era agraria, y luego se sumó Estados Unidos en la era petrolera (desde 1905), para someter la economía bajo el esquema rentista, imponiendo o aceptando condiciones desfavorables que impedía lograr la independencia económica, tecnológica y financiera del país, sumado a una mala distribución en el destino de estos recursos financieros.

El producto de la renta y uso del endeudamiento externo, así como de las pocas o muchas riquezas generadas y de los presupuestos nacionales que permitía manejar los gobiernos de turno, se orientó mayormente a cubrir unos cada vez mas crecientes gastos internos públicos bajo la inmediatez de soluciones de coyunturas socio-políticas, crecimiento de la burocracia y nomina pública, populismo exacerbados, incumplimiento de planes de desarrollo, en alimentar una creciente corrupción pública y privada en simbiosis permanente, en fugas de capitales nacionales después de captar capitales públicos productos de las rentas (saqueo publico), una muy baja o nula inversión porcentual con respecto al valor del Producto interno Bruto (PIB) en los otros sectores productivos generadores de riqueza en comparación con otros países con economías exitosas, y menos en el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación para generar mayor capacidad y competitividad nacional e internacional.

Una estructura de la economía rentista, como eje principal a resolver por qué es y seguirá siendo nuestro principal problema, caracterizada en una concentración de la economía en monopolios y oligopolios como dueños de los medios de producción con alta dependencia tecnológica externa mayormente obsoletas, una expropiación histórica de las plusvalías a los sectores de trabajadores o fuerza de trabajo, así como del control de la exportación, importación y de la distribución de los bienes y servicios mas importantes, bajo dominio en pocas manos (tierras, capital, empresas, transportes, productos, maquinarias y otros), un crecimiento continuo del sector comercial y de servicios que se tornó parasitario, basado y producto en sí mismo de la economía de la importación creciente de productos en detrimento de los otros sectores económicos y de la producción nacional.

Esto se refleja en el desequilibrio de aportación de los diversos sectores económicos a la economía global nacional (2015), donde el sector primario no petrolero solo aporta menos del 4 % (agricultura, minería, productores de materia prima), secundario menos de 33 % (sector transformador industrial y otros) y el terciario de comercios y servicios (comunicaciones, comercio, servicios, bancas y construcción) el mas del 63 % del valor PIB Nacional. Esto es conocido en economía mundial como "la enfermedad holandesa o efecto holandés", que en parte puede explicar este comportamiento, pero esto sucedió mucho antes en Venezuela que cuando le sucedió a Holanda, por las características de nuestra economía donde se enquisto una estructura especulativa desde 1.830 (herencia del periodo colonial), y con mayor acentuación se dispara desde 1940 donde la inflación comenzó a despegar en su tendencia alcista en forma exponencial estimulado por los ingresos petroleros, de variaciones de 1 a 5% anual 1830-1940 (varios período con deflación), 5 a 26% entre 1940-2012 hasta 26% a 280% en 2013-2016, consecuencia de lo que se conoce como "Parasitismo económico rentista en Venezuela", pudiéramos decir "enfermedad o efecto Venezuela", estimulada por las rentas mono exportadoras como dinamizadora de la economía, mas dada por efecto en los momentos de bonanzas por incrementos de los precios internacionales (décadas de los 70 y 80 de siglo XIX con el café, décadas de 70 y 80 del siglo XX y 2003 al 2012 del XXI con el petróleo), que a la vez incrementaba la renta nacional, no influyendo sobre la tasa del crecimiento económico en forma sostenida por la baja inversión en otros sectores productivos distintos a las bancas, comercios e importadores. Una mala distribución real de la riqueza per cápita en el país, y continuos conflictos políticos y sociales internos, inducidos por crisis posteriores al termino de estos periodos de bonanzas, a no poder cumplirse los compromisos generados y dificultades para el pago de las deudas externas, aunada a una cultura política inmadura de herencia caudillista y sectaria con interferencia, auspiciada y estimulada desde el exterior por centros de poder corporativos en los países desarrollados y de imperios modernos, en su estrategia de inducir y crear inestabilidad en la gobernabilidad del país, o aprovecharse de ella para la ampliación y tener dominio en los flujos financieros, comerciales y de los mercados, incrementar las descalificaciones selectivas del riesgo país en la opinión internacional y mundo financieros, producir caída de los precios internacionales de las materias primas exportadas, y en lo mas extremo, cercos o bloqueos económicos, comerciales y financieros, para producir déficit fiscal interno y bajar la capacidad de cumplimiento de pagos de deudas externas, desvaluación de la moneda nacional y de los papeles o bonos públicos, golpes de estado entre otros, en especial en países como el nuestro que poseen posiciones geoestratégicas en lo territorial y grandes reservas de las materias primas mas importantes y otros recursos naturales estratégicos, codiciados para garantizar así su crecimiento económico y posiciones hegemónicas en detrimento de los países subyugados.

Lamentablemente, los economistas citados no hablan de esto en sus análisis y manifiestos, de la economía usada para la política que es una causa, sino de la política económica que debe ser la consecuencia, tomándola como causa, que no explica de cómo tiene que ver las prácticas de competencia desleal a nivel internacional y la existencia real de la manipulación de los mercados y de las monedas por centros hegemónicos, entre otras estrategias económicas o no como fue la globalización, que omiten intencionadamente, no se atreven o le resta importancia en sus opiniones y orientaciones. Hay que asentar las bases de una nueva economía al servicio de la política y los máximos intereses sociales del país.

Algunas propuestas para cambiar el modelo económico vía constituyente.

Para regresar al principio en cuanto a la primera interrogante de "…la manera mas apropiada de afrontarla…", lo mas importante es conseguir la respuesta del cómo. Ya de por sí la convocatoria aceptada a una constituyente es parte de esta respuesta, pero aun falta completar las respuestas con cambios en la economía en dos vías, 1. Promover el cambio radical de su estructura, mientras, 2. Se va resolviendo los aspectos coyunturales que indica sus alcances. Pero para ello como dice en un análisis coincidente en un artículo de opinión titulado "Lo bueno, lo malo y lo feo de la economía venezolana" de Franco Vielma (portal web de Misión Verdad), que recomiendo su lectura, se debe indicar:

"…La economía venezolana tiene en un mismo cónclave capitalista a importadores, ladrones de divisas y especuladores en la economía interna. Los mismos de 1940 tienen hoy un mayor poder en el circuito económico doméstico y son en esencia un sector privado basado en la máxima usura. El llamado "efecto holandés" -el de una economía petrolera con gran circulante de masa monetaria inorgánica causante de la inflación- queda en entredicho si asumimos que es una ley en la economía que ante la ausencia de un "mercado" (en términos clásicos con ausencia de "competencia perfecta") quienes tienen control y dominio de la economía en sus eslabones más importantes ponen a su máximo beneficio la estructura económica entera…".

Y para ello la estructura económica se hipertrofió, mediante un robustecimiento del sector terciario de la económica en detrimentos de los otros sectores, la poca inversión fueron concentrada en este sector en el trinomio especulativo donde participan aun las Bancas, comercios e importadores, cuyos principales dueños o amos son los mismos de las citas anteriores. Con las características descritas producto de los reportes de la FANB de 2016 de la fiscalización citada anteriormente, está en los hechos y a la vista esa estructura.

Por otro lado, una distribución injusta de la riqueza e ingresos del país que genera esta estructura concentrada en pocas manos. "….. A partir de datos del Banco Central de Venezuela organizados por Baptista (1997, 2001), se pueden precisar algunas características importantes con respecto a la distribución del ingreso en Venezuela…. (citado en POLÍTICAS ECONÓMICAS Y SECTORIALES AGRÍCOLAS: EFECTOS SOBRE LA SITUACIÓN DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA EN VENEZUELA, 1970-2000, por Daniel Anido, 2002)…. En 1962, por ejemplo, el 50% de los hogares recibían apenas el 11,18%; el 90% de la población, el 55,76%, y el 5% de los venezolanos más ricos, el 27,21% del ingreso total. En 1975, el 50% de los venezolanos recibía el 10,54% del ingreso, mientras que el 90% de la población recibía el 55,76% y el 5% más rico de la población, el 27,22% del mismo. A inicios de la década de los ochenta, el 50% de la población recibía el 11,65%, en tanto el 90% de la población el 73,98%, y el 5% más rico de la población, el 26,02%. Finalizando el siglo, en 1998 (último año con información disponible), el 50% de la población recibía ahora el 10,7%; el 90% de la población total el 55,14%, y el 5% más rico se adueñaba del 27,20%...". En ese periodo hubo la segunda bonanza de renta petrolera por aumento de los precios del petróleo en el mercado internacional, pero aun así se incrementó el endeudamiento y se devaluó nefastamente nuestro símbolo monetario con la escusa de poder pagar las vencidas (desde 1984).

Pero ¿Cómo afrontar la coyuntura actual basado en eso antecedente?. Para empezar no se debería usa las palabras crisis económica, lo cual es parte del guión de quienes pretenden dominar y subyugar nuestra economía, sino mas bien hablar de coyunturas políticas de inherencias y perturbación de la economía del país para hacer creer que está en crisis, y es generada por estos actores dentro de la economía y en la opinión mundial por una ofensiva mediática a gran escala. Como verdadera crisis aun no ha llegado para definir la situación actual, pero está en desarrollo como causa de estas perturbaciones internas y externas, y se puede generar o profundizar como tal antes del año 2030, si no se hace los correctivos al modelo económico rentista petrolero, a la par que sea derrotadas las perturbaciones políticas internas y foráneas inherentes, sus amenazas, y aprovechar las oportunidades de establecer un dialogo nacional de consenso para su implementación soberana. Un diálogo centrado con el pueblo, no con las elites y mucho menos con apátridas reconocidos, en poca palabra la constituyente. Para ello, se propone cinco (5) propuestas en materia económica para el cambio de modelo o modelos post-petrolero y moderno, a la Asamblea Nacional Constituyente para que sean incluidas o consideradas en la discusión y elaboración de la nueva constitución y en leyes de emergencias requeridas ante la coyuntura:

1.- Impulsar un modelo de Economía de desarrollo coherente y estructural de y entre los sectores productivos de la producción y distribución: se requiere realizar cambios audaces estructurales de la propiedad de los medios, en los modos de producción y distribución de bienes y servicios, que creen un equilibrio en la recuperación y desarrollo de los principales sectores económico público y privado del país, impulsores de una economía sostenida mediante:

1.1.- Reimpulso de los sectores primarios (agricultura, minería y petrolera) y secundarios de la economía (agroindustria, industria manufactureras, metalmecánicas, autopartes de maquinaria, petroquímicas), mediante la inversión del 15 al 20% del PIB, provenientes de la recaudación de la renta petrolera e ingresos impositivos no petroleros del país, mediante planes de recuperación productiva y de expansión en infraestructura de apoyo, maquinarias, insumos, materiales y servicios de apoyo a la producción, priorizado mayor en los aportes nacionales (sustitución de 60% de importaciones para este desarrollo).

1.2.- Mejoramientos de políticas precios, costos, monetarias y cambiarias en forma integral: estímulos en ajustes de precios acorde a la tendencia temporal inflacionaria, estabilización de los costos productivos mediante subsidios sectoriales, sincerización de los precios, progresiva y mayor accesibilidad cambiaria en los mercados internos, mediante la reducción progresiva y estabilidad paritaria cambiaria con el uso de banda cada vez mas estrecha para el control cambiario (flexibilización de la disponibilidad no del control cambiario), reducción de barreras aranceles a las exportaciones e incrementar a las importaciones no alimentarias, diversificación de tipo de cambio e intercambio de otras monedas distintas al DÓLAR en el territorio nacional y comercio exterior. Recién el gobierno bolivariano con apoyo de la ANC, ha dado paso firme en esa dirección con la canasta monetaria.

1.3.- Creación de nuevos impuestos a la improductividad y compensaciones impositivas: que penalice a cualquier tipo de propiedades improductivas o capacidades ociosas de producción en los medios de producción y distributivos (privadas, mixtas o públicas, incluidas industrias básicas y petroleras), y compensen con reducciones impositivas, facilidades de financiamientos, subsidios y otros, a la que se mantengan sobre el 80% de sus capacidades operativas y nominales bajo producción continua o sostenida. Impuesto entre 25 a 30% del equivalente en valor en dólares a la paridad cambiaria en los mercados internos del momento, de los costos de producción e inversión necesarios para poner y usar estas capacidades ociosas bajo producción (los porcentajes son solo referencia).

1.4.- Diversificar los productos y bienes y de los mercados de exportación e importación de estos: Tomar como meta que ningún bien y servicio en su comercialización se acumule no más del 10% de un solo producto de exportación e importación, así como de un mismo mercado destinatario o proveedor, con respecto a la economía total del mismo y global de la economía. Ejemplo, 24.5 % de las exportaciones y del mercado del petróleo Venezolano (mas 70% en materia prima) son para Estados Unidos, china y otros países, desde ese mismo mercado importamos 24 % de los bienes y de productos derivados del petróleo (2015), respectivamente. Nuestra principal fuente de divisa en moneda extrajera, es precisamente Estados Unidos, quienes están restringiendo nuestra economía. Y esto se puede evitar si existen disposiciones constitucionales y jurídicas que lo oriente e impidan a mediano y largo plazo (ante el año 2030).

2.- La Democratización de los medios de producción de propiedad pública, mixta social y privada, e inversión de las plusvalías y prestaciones sociales productivas para recuperación económica: Como eje central y medular del cambio de la estructura y de los medios para generar una economía democrática, sana y mas segura; Establecer co-propiedad de los medios de producción en forma progresiva entre los propietarios capitalistas o estado con los trabajadores, mediante una cogestión y co-propiedad vía modificación de los sistemas de propiedad, libertades y emergencias económicas en la nueva constitución, código mercantil y de comercio, la ley orgánica de trabajo y de función social del trabajo derivadas de estas, donde todos los trabajadores y ciudadanos en forma progresiva sean co-propietarios minoritarios (accionistas, dueños o socios) desde 10% hasta el 30% en primeros cinco años de la promulgación, 40% a los 10 años y 60% a los 20 años, del valor en capital de las empresas productivas al momento, como tipología de capital de origen y reconocimiento de las plusvalías y prestaciones sociales como inversión social del trabajo y trabajadores en la economía como co-propietario minorista, mediante inversión o compra equivalente progresiva de un porcentaje del total del valor del trabajo pagado por un año al trabajador similar o equivalente al cálculo de prestaciones sociales anuales vigente, como compensación por plusvalías convertida en inversión social productiva no cancelada al trabajador, mas el valor de las prestaciones calculadas anual como indemnización, con pago no monetario sino mediante valores o papeles transables (acciones, títulos y otros) de las empresas, que adjudique derecho legitimo a parte de la propiedad de los medios de producción al sector trabajador de la empresa, mientras dure la relación laboral. El estado garantizaría el restante valor de propiedad a los propietarios capitalistas o no trabajadores, y estimulara mediante financiamiento para ampliación en la economía de escala o creación de nuevas empresas bajo esta modalidad de propiedad de transferencia progresiva con este mecanismo. En caso de quiebra, acuerdos transables voluntarios con propietarios no trabajadores de traspaso, venta de propiedad o cierre de empresa, la propiedad de los medios pasará a los trabajadores que conjuntamente con el estado será recuperada en caso de cierre o quiebra, o continuidad operativa y capitalizada financieramente por vía co-gestión y co-propiedad mixta en proporción del valor de 60% y 40 % de la propiedad de trabajadores y estado respectivamente. Esto no incluye a las empresas consideradas estratégicas y básicas.

3.- Priorizar la producción nacional y sustitución de importaciones en el comercio interno y externo: Establecer política de protección y estimulo a quienes promuevan, produzcan e incrementen la producción de productos nacionales de consumos, bienes o servicios, y de sustitución de importación de productos o insumos de origen o de procedencia de mercados extranjeros. Los sectores agroalimentario, metalmecánico, farmacéutico, construcción, petroquímico y de los hidrocarburos debe ser de la máxima prioridad, bajo un modelo integrador, compensatorio y complementario entre ellos y los otros sectores económicos.

4. La Gran Misión de Abastecimiento Soberano debe convertirse en la Gran Misión de producción, productividad y distribución alimentaria para el mas eficiente y eficaz abastecimiento soberano que se convirtió en una gran importadora, productora e ineficiente distribuidora de materia prima para alimentos y productos nacionales e importados, política que sigue fortaleciendo la hipertrofia del sector Terciario en 83% dominado por capitalistas privados, donde mas del 50 % de los productos subsidiados alimentarios y otros terminan en el mercado paralelo a lo largo de la cadena distributiva llamado "bachaqueo", así como en el contrabando de extracción (principalmente para Colombia y norte de Brasil), con complicidad estatal en simbiosis con el privado, muchas veces y en mayoría estos últimos opositores del gobierno. Debe redimensionarse y debe ser transformada y convertirse en la Gran Misión de producción, productividad y distribución alimentaria para el mas eficiente y eficaz abastecimiento soberano. El estado debe tener el dominio o monopolio único y legitimo del sector alimentario, por razones históricas de soberanía y seguridad.

5. Impulso de la inversión y reestructuración en los sectores de educación superior y de ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo y nuevo modelo económico: Hay que seguir incrementando el carácter constitucional de la educación superior y de la ciencia, tecnología e innovación en la nueva constitución direccionado al modelo económico deseado. En este aspecto para incrementar las capacidades y competencias nacionales que impulse el desarrollo de la economía, se requiere para ello a su vez garantizar recuperar e incrementar las capacidades y competencias de estos sectores:

5.1 Retomar y actualizar el plan nacional de educación superior y de ciencia, tecnología e innovación del país enfocado al desarrollo económico productivo nacional.

5.2 Reformas constituyentes del sector universitario para la mayor democratización interna, masificación y municipalización de la educación tomando como modelo la Misión Sucre, y su vinculación mas estrecha con el poder comunal y otros tipos de participación de la sociedad, en los problemas nacionales y sus soluciones.

5.3. Incrementar los profesionales actuales acorde a los estándares de desarrollo de incorporación de educadores superiores, y en calidad en la formación e incorporación de más investigadores, innovadores y extensionistas o educadores populares activos, manteniendo la proporción mínima de uno por cada 1.000 habitantes.

5.4. Garantizar mediante mandato constitucional el financiamiento sostenido mediante el incremento de la inversión en ciencia, tecnología e innovación de menos del 0.2% actual, a no menos del 3% del valor del PIB Nacional.

5.5. Reformar de las leyes que la rigen para estos propósitos por mandato constitucional

5.6. Los sectores productivos públicos y privados deben por obligación constitucional de financiamiento anual como mínimo del 3 % del valor del capital suscrito o ingresos brutos de la declaración de impuesto sobre la renta, para uso exclusivo para mejorar la educación superior y de la ciencia y tecnología e innovación en las áreas de su producción. Ejemplo, Ley de Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI), o caso PDVSA con INTEVEC.

Estas propuestas se desarrollarían mediante consultas sectoriales constituyentes, asambleas consultivas constituyentes u otros mecanismos de participación soberana de los sectores involucrados a nivel nacional, que decida la ANC. El modelo económico propuesto debe ser acorde a las reformas de ejercicio de poder popular conexo que se proponga colateralmente, como desarrollo del poder comunal y otros tipos de participación, en la profundización de la democracia participativa y descentralización, y transferencia directa de competencia en la reestructuración del estado en la nueva constitución y leyes relacionadas a ser modificadas o propuestas con estos fines. La economía debe dominarla el pueblo.

Calabozo, a los 17 días del mes de septiembre del 2017.

*Ing. MSc. Investigador Agrícola de 28 años en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, adscrito al MPPAT.

Correos electrónicos llugove@gmail.com y llugo@inia.gob.ve; Twitter @entremajaderos



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