Economía y Constituyente

El gobierno avanza tercamente en la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente sin escuchar al pueblo venezolano, que en su inmensa mayoría la rechaza como vía para propiciar la paz y dar respuesta los problemas que hoy laceran al venezolano, tales como la profunda escases de alimentos, la ausencia de medicinas en los centros hospitalarios y la inseguridad generalizada, sujeto todo al vaivén de los precios internacionales del barril de petróleo.

No entendemos cómo la Constituyente detendrá la inflación galopante que a medida que pasan los días hunde a más y más ciudadanos en la pobreza y la desnutrición, sin que haya una política de fortalecimiento del aparato productivo, dentro de una crisis económica que nos afecta a todas y todos.

Mientras algunos compatriotas están entretenidos con la Constituyente, ¿En algún momento has escuchado en los discursos de los representantes del ejecutivo algo distinto a las amenazas cuando se refieren a lo que harán después que hayan elegido los constituyentistas? ¿Es esto propiciar un estado de encuentro entre venezolanos y la paz entre las y los ciudadanos?

Paradójicamente, la campaña de promoción está fundamentada en estigmatizar a todo quien tenga una voz disidente, en amenazar a la Asamblea Nacional y voltear como una media, "palabras textuales", al Ministerio Público.

Cabe preguntarse, ¿los venezolanos para qué quieren una ANC en esos términos? ¿Qué sentido tiene cambiar la Constitución si el interés que mueve a los que la promueven es continuar detentando el poder a pesar de estar en franca minoría por el mal desempeño en el ejercicio de la función pública? Y si hay confianza en las bondades de esta Constituyente ¿Por qué no se les permitió a los venezolanos la consulta en un referéndum? Como sabemos, nada impuesto de esta manera puede obtener buenos resultados.

Prueba de la dinámica aplicada por el ejecutivo, quien vulnera la Constitución y la ley, el Tribunal Supremo de Justicia acordó un viciado antejuicio de mérito contra la Fiscal General de la República, lo que representa un ataque artero no solo a la posición de hidalguía asumida en defensa de la democracia y al estado de derecho y a las garantías constitucionales, sino que, se pretende desmantelar al Ministerio Público, último resquicio que queda del sistema democrático en Venezuela.

Lo más lamentable es que el gobierno, que debería ocuparse de procurar el bienestar de todas y todos los venezolanos se encuentre centrado en lograr la ANC a fuerza de represión y el atropello generalizado.

Dejamos preguntas y reflexiones para que evalúen dónde estamos y hacia dónde nos lleva la distracción de nuestros verdaderos problemas.

Así las cosasa, nos deslizamos con prisa hacia una de las mayores crisis de gobernabilidad que recordemos en nuestro país, de ser implantada esta Asamblea Constituyente, que no solo sepultará el modelo incluyente que propuso el Presidente Hugo Chávez como modelo de país, tras siglos de exclusión de millones de venezolanos sino que será el pueblo quien cargue con los desatinos de esta aventura que hoy de manera inconstitucional, aúpan magistrados del TSJ y rectoras del CNE.

La democracia para un reducido sector de la población, no es democracia.

Si el país como un todo no es capaz de superar la intolerancia que nos acecha, las futuras páginas de la historia tendrán el riesgo de ser escritas con el sufrimiento de millones de venezolanos, empujados a buscar espacios para la libertad con todo lo que ella entraña. Detener la imposición de esta Constituyente convoca a todas y todos los venezolanos con vocación democrática, en esa unión que el Presidente Chávez propuso, donde tengan cabida los sueños de un país que construya un futuro de paz y prosperidad.

 

*Diputado de la Asamblea Nacional

 

germanvenezuela@gmail.com



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