Por esas circunstancias de la vida estoy de tutor de un trabajo de grado sobre los ensayos que Úslar Pietri escribió sobre el rentismo petrolero en nuestro país. Como sabemos, este pensador fue un "testigo presencial del siglo XX": nació, creció y murió apenas un año después de finalizar esta centuria. Conoció la Venezuela antes del petróleo y la que vino después, la del rentismo desquiciante. A la primera la vio como una nación pequeña, humilde, trabajadora y honesta. Para el país que pervirtió el petróleo tuvo las siguientes caracterizaciones: ocioso, improductivo, "parásito feliz", artificial y corrupto. Buen contraste.
Digo esto de rentismo petrolero porque a 80 años de la publicación del famoso editorial del ya desaparecido periódico caraqueño (Ahora), el país no "ha sembrado el petróleo". Este ensayo de 1936 corrió con la suerte de ser el más leído (hasta ahora) en la historia de la literatura venezolana, es más, sembrar el petróleo es una metáfora muy popular, pasó al imaginario colectivo de nuestra maltrecha nación. Al mismo tiempo, esta idea genial fue a parar al rincón de las buenas intenciones que se declaran pero que cínicamente se eluden tras mil justificaciones irresponsables.
Úslar Pietri, como muchos otros venezolanos ilustres, han visto a este recurso mineral como una maldición para el país, una riqueza fácil producto del azar (lotería geográfica) que destruyó al país honesto y productivo que existió antes de 1914. El fundador de la OPEP lo etiquetó como "excremento del diablo", despertó en nosotros "bajos instintos orgiásticos" afirmó Briceño Iragorry, fue mal utilizado por la "maleza oscura de nuestra ignorancia y nuestra desidia" pensó Picón Salas y nos puso ante un "avasallador riesgo mortal" escribió el propio Úslar. Pensarán como yo, ¿por qué tanta inteligencia venezolana nunca ha sido considerada y menos aún correspondida con acciones políticas respectivas? Cada quien tendrá su respuesta.
¿A cuento de qué tanta nostalgia sobre buenos consejos que han sido desatendidos para enmendar el rentismo petrolero? Todo tiene su porqué.
Ayer vi al Presidente Maduro en tres actos diferentes, tres expresiones de lo que llamo el "rentismo petrolero en modo paroxístico". Me explico. Todos sabemos que este año hemos padecido la inflación más alta en la historia de Venezuela (sin incluir los tiempos de guerras del siglo XIX). Hay un consenso universal de que este "impuesto inflacionario" afecta la calidad de vida de todos, pero de manera especial de los que vivimos de un sueldo. Es un hecho comprobado que el gobierno "prende la maquinita de hacer billetes" (con la complicidad del Directorio del BCV) para convertir al "bolívar fuerte" de Chávez en "bolívares de hielo" como decía Úslar, es decir, para transformarlo en lo que es: no compra nada porque no vale nada.
Pero, lo que todo el mundo sabe el Presidente Maduro lo ignora o, lo que es más grave, no lo valora a la hora de realizar anuncios como los de ayer: dinero para que el pasaje estudiantil sea gratis, 40.000 conductores de transporte incorporados a los pensionados del Seguro Social e incrementó las becas de la Misión Rivas de 600 a 5.000 Bolívares mensuales. Todas las medidas son "justas y necesarias", pero tenemos un "pequeño problema": como no disponemos de ingresos fiscales sólidos para financiarlas entonces prendemos la maquinita del BCV. Claro, seguimos derritiendo los bolívares de hielo y, al parecer, de ellos sólo quedará el vapor. Habría que corregir a Úslar: debemos hablar de los "bolívares vaporizados".
¿Quién asesorará al Presidente Maduro? Vaya usted a saber, pero como un profesor con 40 años de experiencia puedo decir que están aplazados en economía y en macroeconomía. Ni saben ni están aprendiendo, como les digo a mis estudiantes que evitan abrir los libros y dedicar horas a entenderlos. Pero el caso de los ministros de Maduro es más escandaloso, tienen la honra de ser los únicos en todo este mundo globalizado que no saben controlar la inflación. En América Latina ningún ministro del área tiene tan vergonzoso honor. Les recomendaría que se asesoren con los camaradas de Ecuador, Bolivia, Cuba o Nicaragua que ellos si saben del asunto.
