José Castillo y Luis Valbuena: Turno final

Luis y José, jamás voy a olvidar sus dos apariciones de cierre. La tuya, Castillo, fue de verdad en el epílogo del juego y de la vida.

Transmití tu hit en el noveno tramo, cuando sin saberlo, marcabas un adiós a la Caracas que te idolatró. Fue una candente rolata, tan parecida a tu fogoso carácter.

El tercer imparable del careo, sexto en dos fechas. Un emergente entró a correr. Te sacaban del juego por estrategia. El destino --- creeremos en eso? --- te excluiría del mundo terrenal horas más tarde en un suburbio acosado por la delincuencia que reparte odio y destrucción en el país.

Antes, Valbuena, narré la que cerró tu vigorosa estadística en nuestro beisbol. Ocurrió en el segundo inning, como siempre peleando el turno, cuentas elevadas, selección en el plato, dedicación. Leñazo a la derecha y tu celebración habitual en la inicial. Siempre conversaba con mi hijo y le aseveraba: “Si alguien puede llevarnos al campeonato ese es Valbuena”.

Mis piernas temblaron y el pulso se aceleró al bajar del bus y ver dos peloteros de la enseña roja tendidos, inertes, en el asfalto. Ya era madrugada y casi nadie circula por esas carreteras que antes eran de Dios y ahora son pertenencia del espíritu malo. Algunos gritaban los nombres de sus compañeros fallecidos. Todos, sin excepción, sollozaban. Ese instante, Luis y José, tardará en ser erradicado de esta mente que jamás presenció tal escena de incalificable dolor, con gente tan cercana.

Circulan por la memoria de tercera edad ráfagas de bonitos recuerdos, retozos vibrantes. Mi narración del hit 1000 de quien llamaban “el hacha”, y tantos jonrones --- siete este año --- del zurdo que estremecía los graderíos con sus tablazos ganadores.

Cuando escriba el próximo lineup haré una pausa en los turnos del medio y me provocará colocar allí sus nombres, Luis y José. Alguien ocupará esas casillas, ley de vida, pero ustedes nos harán falta, mucha falta.

El alado larense está profundamente herido, pero nunca muerto. Que este dolor severo y agudo se transforme en vigor y decisión en aras de un título que Valbuena pretendió desde la fecha inaugural, y Castillo vino a refrendar con experiencia y aplomo. Al escribir estas líneas la congoja ahoga mis sentimientos. Imposible evitar una lágrima espesa por cada uno, Luis y José. A ti, Carlos, sobreviviente, ánimo y fuerza. Por algo te protegieron. Hoy más que nunca quiero que desde el fondo de mi garganta resuene la estremecedora frase “Cardenales campeón”.

Tomado de las redes sociales

http://www.meridiano.com.ve/beisbol/beisbol-venezolano/187178/alfonso-saer-escribio-una-carta-emotiva-a-valbuena-y-castillo---tweets-.html



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2109 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter