Haití conciencia de América

Sigo en Telesur la magnitud de la tragedia haitiana y constato que va en aumento. El terremoto del martes 12 de enero ha traído desolación, penuria, hambre y a ellos se suman los saqueos y la desesperanza del pueblo que ve a los países ricos hacer de manganzones, demorando el aporte de recursos, mientras haitianas y haitianos se mueren de hambre. Pero la inquietante ayuda imperial forma parte de un guión aterrador. La orden impartida es asumir el control territorial, ejercer el poder y obviar al gobierno institucional. Un ejemplo ha sido el minúsculo aeropuerto de la capital, Puerto Príncipe, que solo posee una sola pista y ha sido tomado por la 82 división aerotransportada de los Estados Unidos y ya ha hecho sentir su poder: ha negado el aterrizaje de un avión hospital francés, que como muchos otros vuelos lo desvían a los aeródromos dominicanos. Toda ayuda que se pretenda enviar debe contar con el visto bueno de los gringos. Ojalá que la presencia y el desempeño de nuestros brigadistas no esté expuesta a los roces y provocaciones de las fuerzas imperiales. Es quizás temprano para formarse un juicio pero estaremos alerta. La verdadera ayuda solidaria llega de los hermanos latinoamericanos. Nos cabe la honra que Venezuela ha sido el primer país en hacer aterrizar un transporte aéreo de la Fuerzas Armadas Bolivarianas cargando alimentos, medicinas y de la Brigada de Salvamento. Sin prepotencia, sin aires exclusivos. A la hora de escribir estas notas contabilizábamos 4 vuelos aéreos con carga y dotación de personal especializado y a las 16:00 del lunes 18 de enero, zarparon del puerto de La Guaira, dos buques de la Armada Bolivariana con provisiones y personal. Haití no ha sido siempre ese espacio para los Condenados de la Tierra, como decía Frank Fanon. Para quienes husmeamos la historia los haitianos se dieron en 1801 una constitución avanzada que proclamaba la libertad de pensamiento, de cultos, la libertad de los esclavos, la igualdad entre blancos, negros y mulatos. Cuando el 3 de enero de 1801 Toussaint Loverture ocupa la parte este de la isla y derrota a los españoles es recibido con júbilo por la aplastante mayoría de los habitantes de la hoy República Dominicana. Es generoso con el vencido. Les concede un plazo de un año para que se adapten al nuevo gobierno y le respeta los bienes. A su vez dio inicio a la reorganización político social del territorio otrora ocupado por España y aplicó el modelo que funcionaba en el territorio de los franceses republicanos, como les gustaba llamar a Haití. Reemplazó los cabildos por municipalidades que contaban con un Corregidor y un Secretario, que jurisdiccionaban nacimientos, matrimonios, defunciones, policía e integraba a negros, mulatos y blancos en los cargos administrativos. “Toda la estrategia política de Toussaint estuvo orientada hacia la integración pacífica de las dos colonias en una unidad política. Promovió el desarrollo de la agricultura y del comercio, abrió las puertas al comercio inglés y norteamericano”, lo afirma el historiador Franklyn J. Franco. El 15 de febrero de 1801 convocó una Asamblea General integrada por representantes de toda la isla que dictó la Constitución de la que hemos hecho mención arriba. Son muchos los relatos y hechos relacionados con este país mártir que nos vinculan de manera inexorable: Miranda, Bolívar, La Espada Libertadora de Jaití, la generosidad y el arrojo de Petión al ayudar a los patriotas venezolanos, el Presidente Boyer, antiimperialista resuelto, y el sueño haitiano desvanecido en una pesadilla. Más adelante conversaremos de estas cosas. Hoy quiero cerrar estas notas con la frase que Alexander Petión dirigió a Simón Bolívar el 23 de marzo de 1816: “Pido a usted que cuando llegue a Venezuela, su primera orden sea la Declaraciós de los Derechos del Hombre y la libertad de los esclavos”. lucartjesus@yahoo.es


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Héctor Agüero


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