Porque uno no se explica por qué tanta anarquía de algo que se auto llamaba “la gran solución para Caracas”. En este instante el Metro es una canallada. No está funcionando con las mismas características de hace cuatro o cinco años. Algunos trenes están tan deteriorados por fuera que da sentimiento. Véalos en esas partes donde como un enclenque gusano emerge a la superficie. La carrocería es un culto al abandono. Menos mal que algunos están forrados de publicidad.
¿Qué decir del interior de los vagones? Observen que en los módulos de anuncios de las estaciones dice: FEDECÁMARAS ORDENÓ A LAS AGENCIAS DE PUBLICIDAD QUE NO UTILIZARAN EL METRO PARA mostrar sus productos. No hay una publicidad privada en El Metro de Caracas. Pero, ¡qué vaina es esa! En la televisora privada Meridiano, si vemos que en el espacio del juego de béisbol, el INH y el BV, o sea el Hipódromo y el banco de Venezuela tienen insertados sendos anuncios, ¿no es eso una burla? ¿Quién gobierna AD, Copey o la REVOLUCIÓN? ¿Están engañando al Presidente Chávez? En prensa escrita igualmente vemos anuncios del gobierno.
Dentro de los vagones los afiches del Estado han sido rayados por la oposición, hasta con groserías en contra del Presidente de Venezuela, pero, nadie del Metro parece mirar algo que es más visible que el universo, me atrevo a pensar que quienes colocan frases ofensivas sobre esos afiches, borran, pintan, diagraman dibujitos y otras cosas, SON DEL MISMO METRO, porque no he visto a algún usuario con un spray haciendo eso, y miren que he viajado en busca de esos supuestos idiotas.
¿No le llegan al PRESIDENTE DEL METRO estas observaciones; algo que es tan evidente?. El Metro se ha convertido en una guarida de pedilones; de mendigos, de vagos y drogadictos que llegan con sus estúpidos mensajes de frustrados y plagas a engañar los corazones de este pueblo tan ducho en materias sentimentales. Siempre recordare a aquel filósofo quien expresó: “patead al mendigo”, porque ninguna sociedad vive de parásitos, de chulos, de hombres a los cuales la ceguera que produce el ocio, el alcohol, la droga, no les permite ver que NACIERON PARA LUCHAR y no para que otros los mantengan. Una cosa es tener buen corazón y otra permitir que ese noble corazón se deje obnubilar por asquerosas ratas humanas (con el perdón de mi rata Amparo).
Los señores vestidos de azul, creo que son supervisores, a veces se muestran mal educados al máximo. El otro día al preguntarle a uno de ellos, “¿Por qué siempre en el trayecto de Dos Caminos a Capitolio desde las 3 pm., en adelante en algunos vagones no hay aire acondicionado y la gente suda como aquel que no se quitaba el saco porque tenía la camisa rota”? me contestó: “No te preocupes (me tuteó) esta tarde te vamos a colocar varios osos polar en cada vagón...o si quieres ve a Plaza Venezuela, ¿?
El Metro se ha convertido en una cajita de exigencia para sus empleados; siempre quieren aumentos, ¿Saben señores del Metro cuánto gana un obrero en el INCES recién salido de "contratado”?: ¡27 bolívares diarios! Y nunca protestan, pobrecillos, un menú cuesta 25 b-f ¿Cómo harán estos magos? Aquí se está hablando de justicia, de equidad, empero algunos se muestran como los “generales del ritmo”, ¿es esta la justicia propagada?
Lo cierto es que al Metro de Caracas le está pasando como aquel que “después de estar millonario un día quedó arruinado”, con la siguiente observación de que aquél se arruinó por jugador; el Metro se está arruinando por negligencia, mala educación, mala orientación y para colmo...¡anegado de dibujos, groserías, ofensas, frenazos de repente, “jaulas de hacinamiento calóricas” y demás, por una oposición que cada día se embrutece más y más y que además al parecer cuenta con algunos “quinta columnas” entre sus rieles.
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