Estimada Compatriota, la felicito por la actitud asumida y la justifico; entre otras razones, por lo siguiente, cuando se trata de enlodar a una persona interponiendo la memoria de un hijo que no tiene ni podrá por si mismo hacer justicia es indudable que se reaccione de esa manera, sobre todo, cuando se ha solicitado derecho a replica o a la defensa de una forma insistente y solo se han logrado burlas al respecto. Ayer al enterarse mi esposa de lo acontecido y al tener un poco más de información su comentario fue: ¿será que ese tipo es hijo de una lavadora?, luego, al ver en la noche con detenimiento, los motivos de su reacción, no me queda la más pequeña duda de que mi esposa está en lo cierto, de elementos de esa calaña que se creen tener el derecho de ofender a cualquiera amparados en un título de periodista se puede esperar lo que sea, pero lo que da más tristeza y arrechera, es lo del bolsa de Marcos Hernández, el de periodistas por la verdad, que considera a la ética como una solidaridad automática hacia un colega sin siquiera investigar en la contraparte la causa de su reacción, será que no solo la lacra de Gustavo Azocar es hijo de una lavadora, y que existen muchos otros de esa estirpe y descendencia.
Lo que demuestra este fulano Hernández es unas ganas de protagonismo que no las brinca un venado, como se le ocurre a ese pendejo llamar a Globoterror para cagar la jaula, desde el punto de vista político eso no se hace nunca, por eso es que el proceso no avanza más rápido, con compatriotas así no se requiere de enemigos y aquí cabe la frase No me defiendas compadre.
Bueno Iris de seguro estoy; que apartando a ese par de dos y a algún otro oposicionista disociado el país en pleno está contigo, principalmente las madres, incluyendo a las lavadoras.
Sin solidaridad no hay revolución. Ernesto "Che" Guevara.
