España debe pedir disculpas en términos históricos por la colonización de América Latina

Ante el conflicto diplomático creado en torno a la representación de España en la toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, la Comisión Internacional de IU quiere manifestar lo siguiente:

1. Cuando México decidió cursar invitación al Gobierno español y no al jefe del estado a la toma de posesión de la próxima presidenta de México, lo hace con coherencia y legítimamente en el marco de las relaciones diplomáticas, y en el derecho que le da el ejercicio de su propia soberanía.

2. Tomar como una ofensa la invitación al gobierno y no a Felipe VI, considerarlo una ‘exclusión’ y decidir no participar en la ceremonia, nos parece un error de bulto de la diplomacia española que nos aleja de un país tan importante como México en peso político y económico, además de un feo gesto para con un Estado que tras la guerra civil española fue el país más solidario con miles de exiliados republicanos españoles a los que acogió con una generosidad inmensa, incomparable con ninguna otra democracia de la época, hecho por el que siempre España debería estarle agradecida y ser exquisita en las relaciones diplomáticas e internacionales.

3. En diplomacia, Casa Real y Gobierno conocen perfectamente los procedimientos y normativas, y Felipe VI se inhabilitó como interlocutor ante México cuando en 2019 se negó a contestar una carta en la que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador con buena voluntad de superar una controversia histórica, le señalaba al jefe del estado español muy educadamente, que si España y México querían celebrar conjuntamente el bicentenario de la fundación de la República de México (quedaban dos años, fue en 1821), eso podría celebrarse conjuntamente pero requería en términos históricos una petición de disculpas por los errores y horrores de la conquista, o dicho en términos modernos, por las masacres y las violaciones de derechos humanos de los pueblos indígenas u originarios.

4. La Casa Real debería haber comprendido que no contestar esa carta crearía un problema diplomático, falta de diálogo y alejamiento de un país muy importante en América, y suponía una evidente falta de respeto y un desprecio inaceptable para la dignidad del pueblo y estado mexicano. Lejos de hacer una autocrítica desde 2019 durante estos últimos cinco años, y haber corregido la actitud inicial la jefatura del estado ha mantenido un obstinado silencio inentendible respecto a unos hechos históricos sobre los que no por no hablar de ellos no han existido, y sobre los que la monarquía y el estado español si deben pedir evidentes disculpas. Y no era muy difícil hacerlo, pero no han pensado mucho en ellos los asesores de la casa real, pues fue la dinastía de los Austrias y no la de los Borbones la que ordenó la conquista y la colonización de América.

5. Desde IU lamentamos, que esta actitud de la Casa Real se convierta en un elemento de conflicto, desencuentro y distanciamiento para el Gobierno y el pueblo español para con el gobierno y el pueblo de México, y en un elemento de aislamiento internacional absurdo. Así lo percibirá también la comunidad internacional, debido a la incapacidad de pedir disculpas de la casa real por las atrocidades de la conquista. A juicio de IU, a España le conviene relanzar el diálogo, la cordialidad y el entendimiento para promover las relaciones bilaterales en lo económico, político y cultural, más estrechas posibles, pero será muy difícil sin una autocrítica que han realizado la mayor parte de países.

España pierde una oportunidad, por torpeza diplomática, de estar presente en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, quien ganó democráticamente con el 59% de los votos, y nuestro desplante en nada restará legitimidad ni relevancia histórica al importante acontecimiento. Simplemente no estaremos.

6. Tras la Declaración de Derechos Humanos de 1948, la humanidad entera ha entendido, salvo Israel, que los genocidios, masacres, torturas, y violaciones generalizadas de Derechos Humanos son hechos aborrecibles, repudiables y condenables. Por ello, pedir disculpas en términos históricos como representante de un estado por las barbaridades históricas que se cometieron en el pasado contra otros estados o pueblos es un hecho normal y que se ha producido en múltiples ocasiones, y se hace con la voluntad de superar controversias y conflictos históricos y promover nuevas y buenas relaciones de todo tipo entre estados y la fraternidad entre los pueblos.Así, y solo pondremos unos ejemplos, el Reino Unido en 2013 pidió perdón al pueblo kikuyu en Kenia por los abusos y masacres cometidos durante la colonización.

  • El expresidente de EEUU Barak Obama en 2016 al visitar Japón depositó una ofrenda floral ante el memorial por la Paz de Hirosima y les rindió un homenaje a las víctimas afirmando: "encontraremos juntos el coraje para esparcir la paz y buscar juntos un mundo sin armas nucleares". Logró así normalizar e impulsar las relaciones políticas y económicas con Japón. Esa visita a Hirosima permitió meses después que el primer ministro japonés Abe visitara Pearl Harbour con Obama.
  • El presidente Frederik Le Klerk pidió perdón por todo el dolor causado por el apartheid y el racismo en Sudáfrica durante décadas. El presidente de Alemania, Franz Walter-Steinmeier viajó en 2023 a Tanzania para pedir perdón por las matanzas cometidas en el país africano durante la época colonial por las que murieron 400.000 personas, y el estado alemán aceptó en 2021 reconocer como genocidio la masacre de decenas de miles de personas en Namibia.
  • Varios presidentes de Alemania pidieron públicamente perdón por los crímenes del nazismo, que evidentemente ellos no habían cometido. El mismo Walter-Steinmeier en el 80 aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia, volvió a pedir perdón por el exterminio de judíos y polacos en Varsovia en 2023 junto a los presidentes de Polonia e Israel, Andrzej Duda e Izchak Herzog reconociendo la responsabilidad histórica de Alemania en esos crímenes.
  • En julio de 2023 el rey Guillermo de Países Bajos pidió perdón por la esclavitud en las colonias holandesas por un tráfico y explotación de seres humanos que enriqueció a sus antepasados. Y podríamos seguir.

En Izquierda Unida nos preguntamos: Si todos, ¿Por qué España no? ¿Puede ignorarse la Declaración de Derechos Humanos de 1948 o las sentencias de Nuremberg por crímenes contra la Humanidad?

España tiene la obligación de hacer autocrítica y reconocer los horrores y errores de la conquista y la colonización no de México, la de toda América y todo el planeta. Eso solo mejorará las relaciones con estos pueblos hermanos, y no hacerlo no los borra de la historia. Por ahora, solo es una asignatura pendiente, pero el mundo entero lo sabe.



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