Balseritos de Güiria

BALSERITOS DE GÜIRIA
 
Te has preguntado 
por qué te indignan menos los balseritos de Güiria
o nada sabes sobre ellos 
o por qué el silencio ha sido la consigna. 
              ¿Has pensado siquiera 
                  por qué te basta una oración al Dios que te consuela, 
que calme tu conciencia?
       ¿te has preguntado acaso?
                  ¿te has preguntado? 
 
No los viste, a estos balseritos, 
como al niño balsero cubano Elián González 
en brazos de su tío 
con agentes federales estadounidenses 
apuntando directamente a sus cuerpos,  
luego de ser rescatado de aquel naufragio 
en el que murió su madre 
intentando llegar desde Cuba hasta Miami, 
y el conflicto diplomático 
inocultable a los ojos del mundo, 
pugnando entre dejar al trofeo balserito 
en las fauces del imperio 
o devolverlo a La Habana, 
donde su padre lo reclamaba, 
como también lo reclamó Cuba.  
 
¿Te dicen algo los nombres de 
Dariengelys Martínez Rausseo (2 años) 
Analize Martínez (6 años) 
Dylan Astudillo (3 años)
 y Daniel Eduin Patinez (8 años)?
 
Sí, son los balseritos de Güiria que no conoces.
 
No son como la Niña del napalm
¿te acuerdas? 
la pequeña Phan Thi Kim Phúc, de nueve años 
corriendo aquel 8 de junio de 1972 
por los caminos de Trang Bang en Vietnam, 
mientras, despavorida y con dolor inenarrable 
se despojaba de los restos de ropa
que desnudaron su cuerpo quemado por el napalm 
de aquella guerra absurda
en un mundo que necesita ver para creer
para sentir 
para ser…
 
No hay fotografía disputándose 
un pulitzer o un world press photo 
o un national geographic photos 
que registre los cuerpos náufragos de los niños de Güiria
los quedados para siempre en ese corredor migratorio de hambre, 
de autodeterminación, cerco, bloqueo
         trata, silencio, complicidad
               burocracia, corrupción, tráfico… 
                    ¡No la hay!
 
No será como Aylan Kurdi, ¿te acuerdas?
Imposible que hayas olvidado 
a aquel otro balserito sirio de origen kurdo
dormidito para siempre
en las playas de Turquía 
huyendo de la “crisis humanitaria siria” 
y muerto como muertos están 
su hermanito Galip y su madre Rehan 
a quienes seguramente no recuerdes 
porque te faltó la fotografía 
y las voces hablando por ellos, 
en sus nombres y en el nombre de los ahogados 
para siempre en el grito 
de las guerras que nos les pertenecen. 
 
Nombro hoy a los Balseritos de Güiria 
y los nombro porque tenemos prohibido olvidar 
a nuestros caídos, en naufragios o en la tierra 
que ha sido convertida 
en la boca de un tiburón 
que nos lanza 
al mar despavoridos…
 
Lilia Ferrer-Morillo
Macanillas, tierra insurgente del zambo José Leonardo Chirino


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