Bordaberry a prisión

Es en lo que vengo insistiendo durante hace tiempo. La impunidad es una burla a la ley y a la sociedad. Este ex presidente, ahora después de tantos años, siente la mano de la ley, aunque fue protegido por gobiernos que se hicieron llamar “democráticos”, después que dejó de ser presidente de la nación uruguaya. “la justicia tarda pero llega” dice el viejo proverbio. En Venezuela vemos como muchos políticos, sobre todo uno llamado Teodoro Petkoff que tanto daño ocasionó, que muchas muertes protagonizó (sobre todo las del El Encantado, donde masacraron a seis guardias nacionales) que anda por ahí, tranquilo, como un santito de guardería, con el tupé de involucrarse en elecciones y demás yerbas. La ley, si es que puede dejar a un lado la ignorancia, está en el deber de investigar a Teodoro Petkoff por crímenes cometidos contra las instituciones y la vida humana, incluyendo a decenas de adolescentes que instigó para que emprendieran la aventura aquella de las guerrillas. No puede la sociedad vivir en paz, cuando sabe y entiende que algunos protagonistas de la vida política, se burlan de ella.

Teodoro Petkoff es un sempiterno criminal. No solamente contra la vida de muchos, sino contra los bienes nacionales, léase entrega de Sidor, Viasa, y otros entes cuando ejerció un ministerio durante una de las administraciones de Caldera. La masacre de El Encantado, asesinatos contra policías en Caracas, asaltos a bancos, empresas, apología al delito, y otros, son apenas parte del currículo siniestro de este anormal anciano al cual solemos ver por ahí soberbiamente opinando, despotricando, instigando a guarimbas y llamando a saboteos contra la libre elección en Venezuela. Además de eso es un conspirador contra la democracia. Un ser despreciable, al cual el pueblo no sé que le haría si lograra verlo por una calle de El Silencio. Un hombre sin dignidad, un mendigo cipayo, jala bola de los ricos, a los cuales odiaba por envidia cuando no lo era. La ley en Paraguay ha dado una lección a quienes olvidan desde el poder.

En Venezuela tenemos bastantes delincuentes que atentaron contra el derecho constitucional del pueblo en su mayoría el 11 de abril de 2002. ¿Por qué andan libres? ¿No fue evidente su participación en tan brutales hechos? La dama ciega debe votar ese pañuelo al carajo y comenzar a ejercer. Hace años, unja actriz del teatro y la televisión, casada con el senil Oscar Yánez, murió en un “accidente” el cual no quedó muy claro ante la opinión pública. Si existe esa duda, ¿por qué no se reabre el caso y se le explica a la sociedad que fue lo que en realidad pasó? Durante los gobiernos de la IV-R muchos crímenes pasaron por debajo de la mesa. Los matarifes tenían poder político y nada que se les investigaba. Hoy la revolución debe comenzar a aclarar el panorama social, en ese aspecto. Los tribunales de la patria están en la obligación de dar respuestas. El pueblo que lucha por la equidad, por la justicia, vería con mucho agrado que los familiares de los guardias nacionales asesinados en El Encantado e igualmente los de Agustina Martín, pidieran a la justicia, claridad e investigación en ambos casos. No hay nada más triste que perder un familiar. Pero cuando esta pérdida es a través del crimen, el dolor se hace más profundo. Bordaberry a la cárcel por 30 años, ¿cuántos le saldrían a Granier, Borges, Zambrano, Cisneros, Ravell, y otros golpistas? ¿Cuántos les saldrían a TEODORO PETKOFF por los tantos cometidos?

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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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